Joan Dausà: "Con la excusa de los 10 años de 'Jo mai mai' hemos creado un vino con el nombre de la canción"
Músico
Qué ambiente genera la presencia del vino en la escena que se describe en la canción Yo nunca nunca?
— El vino me lleva a momento de compartir. Yo no bebo en casa solo, como mucho cuando estoy cocinando, pero esencialmente soy un bebedor social y, en concreto, el vino pienso que es un elemento que no sólo es social, sino que me va como anillo al dedo en las letras de las canciones para representar unas determinadas emociones.
Yo nunca nunca, además del nombre de una de tus canciones más icónicas, es también una marca registrada. ¿Tienes algún proyecto en la cabeza?
— Sí, hace once años, cuando salió la canción, pensé que además de tener los derechos de autor como creador de la canción, también quería quedarme con los derechos, especialmente, para poder crear una bebida alcohólica con éste nombre. Pensaba que un día éste Yo nunca nunca sería una bebida alcohólica; no sabía si iba a ser una cerveza, un vino o una ginebra, pero tenía claro que quería hacerlo. Ahora tengo unos amigos en el Empordà que tienen una bodega llamada Martín Faixó con la que haré el vino.
¿Por qué un vino y no una ginebra?
— A lo largo de los años me he ido vinculando a otros bonitos proyectos que giraban alrededor del vino. Montamos un restaurante llamado El Parlamento de Sant Feliu de Llobregat, donde elegimos muy bien el vino; también durante muchos años hemos montado una feria de gastronomía y vinos que se llamaba El Tast, también en Sant Feliu. Es algo que siempre me ha interesado. Cuando salió la oportunidad del Yo nunca nunca preferí tomar los derechos por si algún día haría algo, y ahora con la excusa de los diez años de Yo nunca nunca hemos creado un vino con el nombre de la canción.
La elección del nombre es clara. ¿Cómo fue el proceso de la elección del cupo?
— De entrada los vinos del Martín Faixó los encuentro buenísimos, y entonces sólo fue cuestión de ir afinando el gusto que queríamos a través de catas tras catas. La etiqueta también la hemos hecho a través de un amigo mío, Francesc Moret de This is Massa, que ha hecho un diseño entre nuestro concepto de Yo nunca nunca y el concepto de la bodega.
¿Te ves poniéndote en este mundo plenamente?
— No, no [ríe], sólo es una aventura. Es una excusa para generar experiencias. Sí es verdad que a veces hago el burro y pienso que ahora hago el vino Yo nunca nunca, el cava La gran euforia y la ratafía Lo tenemos todo, pero al final todo va a charlar en el mismo sitio: pasárnoslo bien.
Hemos hablado del vino en el ámbito de la música y la nueva creación empresarial, ¿pero qué rol juega esta bebida en tu día a día?
— Pues algo lo mismo que lo que describo en las diferentes canciones donde aparece el vino. Al final lo que escribo en las canciones es un poco lo que me ocurre en la vida y en este caso tiene el mismo rol. Yo le vino lo vinculo a estar con amigos y relajado. Si no, no contemplo pedirme una copa, deben cumplirse unos mínimos requisitos. Sé que hay músicos que acuden al vino para escribir las letras, pero no es mi caso, para mí no es una herramienta.
¿Cómo es esa copa que te gusta compartir?
— Normalmente me decanto por un vino tinto. El blanco o el rosado les utilizo más aperitivos. Para mí siempre hay un espacio para hacer sitio a un vino u otro, porque definitivamente yo soy más de vino que de cerveza; supongo que por eso me resulta más fácil encontrar momentos para cada tipo de vino.
Poca gente empieza gustándole más el vino que la cerveza. ¿Siempre has tenido esta preferencia?
— Tienes razón. Lo cierto es que no sé qué fue antes, si el vino o la cerveza. Es posible que arrancara con la cerveza entre los quince o dieciséis años, pero rápido el vino me atrajo más. El vino el pico y lo disfruto, la cerveza casi sólo te refresca. Si me dijeran "Sólo puedes beber una bebida alcohólica hasta que te mueras", no dudaría en decir el vino tinto.
¿Qué hay en el camerino antes de un concierto de Joan Dausà?
— Alguna vez antes de un concierto soy de beber vino e incluso durante algún concierto he llegado a sacar alguna copa al escenario, sobre todo en estos conciertos de Navidad donde suelo estar solo con el piano. Este vino normalmente no lo elijo yo, y pienso que lo hace aún más bonito. Dejo que quien contrata proponga algún vino y acostumbran a ponerte vinos de la zona, y me gusta porque siempre aprendo.
Y si tuvieras que elegirlo, ¿qué elementos tendrías en cuenta?
— Las denominaciones de origen creo que son el factor clave. Me gusta mucho la denominación del Empordà y la del Priorat, pero últimamente también me está gustando mucho Costers del Segre. Me muevo mucho por denominaciones catalanas, pero como vivo en la Cerdanya a veces también me resulta fácil comprar algún vino francés, sobre todo los rosados. El precio intento que no me condicione demasiado, entre diez y veinte euros; son los vinos que acostumbramos a beber en casa, que tampoco es muy a menudo.