Quim Ávila: "Cuando me cogen para un proyecto, compro cava para celebrarlo con la familia"

¿Qué contexto debe darse para tomar una copa de vino?

— No se necesita mucho. En mi caso, he estipulado que los lunes, el día de descanso para la gente que hace teatro, son los "lunes de vinos". Con mi amiga Gina Aspa quedamos aquí mismo, en el Café del Teatro, o en el Salvaje y, con la excusa de tomar una copa de vino, quedamos y charlamos. A mí también me gusta, porque aprendo de lo que ella me cuenta, puesto que su familia, que son los fundadores de la increíble Cía. Escarlata, está muy vinculada con el vino y el cava. Fuera de los lunes, puede que alguna copita comiendo también pueda caer.

¿Siempre has tenido el vino incorporado en tu agenda semanal?

— No, antes era algo más espontáneo. Ahora es una actividad mucho más razonada. Como quedamos por tomar una copa de vino, para nosotros también es un momento de fijarnos en lo que bebemos y poco a poco ir viendo qué nos gusta más o menos. Gracias a esto puedo tener en mente qué vinos puedo regalar, cuáles son para un almuerzo con amigos y cuáles son para un encuentro con una pareja.

¿Qué vino recomendarías para un encuentro de amigos informal?

— Pues sin ir más lejos, lo que me he pedido hoy, el vino natural de L'Abrunet blanc, sería una de mis primeras recomendaciones. Si tiene que ser vino tinto, podría recomendar El Perro, de Denominación de Origen del Montsant. Pero tengo una carpeta de fotos en el móvil que también me sirve de ayuda por si en ese momento no estoy muy inspirado.

¿Qué tiene el vino para que hagas un "lunes de vinos" y no un "lunes de cerveza"?

— Creo que existe una cultura de la cerveza muy extendida. Por eso también existe la expresión "ir a hacer birras" y, en cambio, la frase "vamos a hacer unos vinos" no está tan integrada en la sociedad. El vino no deja de ser una bebida más, pero, a diferencia de otros, el vino es autóctono, lo que da pie a conocer la historia y la cultura del territorio.

¿Te planteas realizar algún curso de enología?

— Me encantaría conocer en profundidad el proceso de creación del vino porque te ayuda a entender la cultura que se ha generado a su alrededor. Siento que tengo los conocimientos de un consumidor, pero no tengo el contexto ni la precisión. Hay algo de ir probando vinos que hace que el paladar se entrene, pero dar el salto de entender lo que genera cada proceso, cosecha y cepas me parece de otro nivel, que sólo se consigue con un conocimiento más teórico.

¿Qué papel tiene el vino dentro del ámbito de la cultura del que formas parte?

— Creo que en la cultura mediterránea por lo general el vino tiene mucha presencia. Pero dentro de mi ámbito, el de la cultura, el audiovisual y teatral, los encuentros después de funciones o reuniones se acaban haciendo con alcohol de por medio. En un ambiente muy coherente y nada pasado de vueltas, pero sí que es cierto que estos momentos son importantísimos para el sector. Son los espacios que tenemos para compartir los proyectos en los que trabajamos, pensar en nuevas ideas, y puede que el vino ayude a crear este ambiente.

Sobre el ámbito profesional, ¿recuerdas alguna comida con el equipo de Nos vemos en otra vida, de Diseny+, ¿dónde el vino estuviera presente?

— Seguro que los hubo. Pero recuerdo especialmente que rodando en Asturias me di cuenta de la gran presencia que tiene la sidra en el territorio. No es vino, pero creo que su sidra tiene una función similar al vino para nosotros. Allí celebrábamos mucho con sidra. Quizás porque para nosotros era un elemento más exótico y aprovechábamos que teníamos gente que sabía cómo se escanciaba y bebía la sidra. Sobre todo nos lo enseñó Roberto Gutiérrez, el actor que hace del protagonista en la época adolescente. Siempre nos decía "la sidra se bebe de golpe" y el culín debe tirarse. Hay un mundo detrás de la sidra. Por lo general los rituales para beber generan escenas colectivas preciosas.

Cómo lo celebraste cuando te dijeron que tenías un papel para la obra Jauría en el Romea?

— Tenemos una tradición en casa, que salió de casualidad, que es cada vez que me agarran para un proyecto compro una botella de cava para celebrarlo con la familia. No recuerdo el cava que llevé para celebrar el papel para la obra de Jauría en concreto, pero seguro que apareció alguno.