Ni un día en casa

Restaurante Insolent: cocina de autores con alma canalla

Es una gran noticia que gente joven, de la tierra, con talento y ganas por triunfar, hayan abierto este establecimiento en la plaza del Sol

De izquierda a derecha Julià, Javier, Pedro y Miquel en la sala del restaurante Insolent.
  • Plaza del Sol, 23, Barcelona.
  • Cocina: elaborada con buen producto pero con un punto informal.
  • 'Must': xuixo de Girona y cualquier pescado a la brasa.
  • Vino: carta con muchas referencias de nuestra casa.
  • Servicio: amable, cercano y profesional.
  • Local: espacio dentro del Hotel Casa del Sol, moderno y con paredes de color naranja para destacar.
  • Precio final por persona: 60 € con vino.

El barrio de Gràcia de Barcelona tiene especial magnetismo entre otras cosas porque es claramente una zona de contrastes. En un espacio muy reducido, coinciden cosas del todo opuestas, y éste es uno de los grandes atractivos de un barrio que los turistas intentan conquistar en verano ante la resistencia de unos vecinos cada vez más desgastados en la lucha por evitarlo . Pero existe esperanza. Es una gran noticia que gente joven, de la tierra, con talento y ganas por triunfar, vean la plaza del Sol como una localización ideal para desarrollar su proyecto personal buscando, precisamente, darle un punto diferencial. Lo han hecho Miquel, Julià, Javier y Pedro, cuatro amigos que en junio abrieron el restaurante Insolent para divertirse ofreciendo una cocina elaborada y de calidad con un toque gamberro que siempre les ha acompañado. Conscientes de que la gente que visita esta plaza suele dar más importancia al beber que a la comida, ellos buscan unirse a la lista de contrastes y destacar por una propuesta gastronómica que cueste olvidar.

Miquel Garcia y Julià Castelló son gerundenses y se conocen desde que tenían trece años. Ambos son hijos profesionales de Paco Pérez y se han hecho mayores en sus restaurantes. Julià trabajaba en Berlín hasta que le tocó viajar a Manchester para cocinar en el Tast Català, y allí, aparte de convertirse prácticamente en el chef de confianza de Pep Guardiola y Txiki Begiristain, coincidió con Miquel, que había ido antes para abrir el restaurante. En la cocina, Julià es más clásico y resolutivo, Miquel es soñador y creativo, por lo que se complementan a la perfección. Al igual que Javier Custodio y Pedro Huerta, responsables de la sala. Javier es la serenidad y racionalidad, Pedro “un gran vendedor de humo y mejor persona”, dicen ellos mismos. Por eso Pedro es precisamente quien nos presenta las cartas del restaurante, pero antes ya nos ha vendido un par de copas de Estrella Damm y un vaso de Fot-li, vermut de Reus, que nos dan el impulso necesario para decidir qué probaremos.

Arrancamos la comida compartiendo tres xuixos de Girona: dos rellenos de estofado de cuello de cordero con mayonesa de raso-alhanut (especies marroquíes) y un relleno de pesto de cacahuete, mascarpone e higos. Una deliciosa cata con una materia prima inmejorable teniendo en cuenta que la familia de Julià elabora desde hace más de un siglo unos de los mejores chuchos que se pueden encontrar, los de Can Castelló. Compartimos también el tártaro de vaca madurada durante cuarenta días con yema de huevo y emulsión de tuétano; el derrame de lubina con agua de tomate y crema cítrica; y unas albóndigas de cerdo y calamar, salsa chili crab, crema ácida, demi-glace de cerdo y aceite de picadura. De segundo, Pedro nos ha vendido tan bien el fuera de carta, que escogemos repartirnos un delicioso virrey (conocido también como mariposa roja), hecho a la brasa y sin estridencias. Acortamos la botella de Terrestre, un Priorato extraordinario, y acabamos con el “final feliz”, como se describe el postre a la carta: un cremoso de chocolate, helado de pan y crujiente de aceite y sal, y un Fresh-co!, una opción refrescante y digestiva que recuerda a un granizado. Chupito de Surrealista, la ratafía del Empordà, y un rato de conversación con ellos en la terraza que acaban de estrenar para observar con altura los contrastes de este barrio que ya tiene otro gran restaurante.

Recuerda que la mejor opción para disfrutar de esta propuesta gastronómica son los servicios de Renfe Cercanías

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