Dé una oportunidad a las bebidas a granel. Hay bodegas donde puede comprar vino, vermut o cerveza con su propia botella de casa, reutilizándola una y otra vez.
Un vino mallorquín, de callet y mantón, que besa
¡El Muac! es un vino tinto ligero de aquellos que podemos decir que son gastronómicos


¡Muac!
- Variedad: 70% callejón, 25% mantón negro, 5% cabernet sauvignon
- DO: IGP Vino de la Tierra de Mallorca
- Añada: 2022
- Productor: Tierra de Falanis
- Para tomar sol escuchando Todos los motores , de Antònia Font, y leyendo El círculo de Felanitx , de Miquel Barceló Perelló.
Conocí a Miquel Àngel Cerdà gracias a los vinazos que hace con Pere Obrador, en la bodega mallorquina (seguro que ha tomado vinos de esta bodega) Alma Negra. Antes de probar sus vinos, el nombre ya me llevaba. Alma Negra. En la bodega hacen la AN y también Son Negre, que es este gran vino que tiene, cada año, una etiqueta pintada por Miquel Barceló, que cada año es más única y preciosa. Aquel día, compartiendo una copa, me explicó que cada año cuando le persiguen para que entregue la etiqueta dice que sí, que ya la tiene hecha, pero siempre se la lleva, a toda prisa, todavía mojada de la tinta. Reí al oír esto, porque si se las mira, las etiquetas del Son Negre (que quizá el artista hace a última hora), son preciosas: cuadros salvajes, terrestres, móviles y lunáticos. Pero es que para mí el mural que hay en la catedral de Mallorca es una de las obras que más impresión pueden haberme causado. Es un fondo marino con un molde de forma humana que explica, en la barcelonesa modo, la resurrección de Cristo. Tengo un Son Negre por abrir, que me regaló. El día que celebre la fiesta, la botella será una espalmatoria, claro. Creo que la cera, cayendo en la etiqueta, será del agrado de los artistas.
El vino de hoy viene de lo que nace como hermano de Alma Negra, Tierra de Falanis. El nombre de la bodega, esta Falanis, es un homenaje a las palabras del historiador, del tan sabio y gran escritor Miquel Barceló i Perelló, que así se refería a su villa natal, Felanitx. Decir Falanis es decir que buscan un pasado sencillo, con una forma de hacer sencilla, que es, hoy, la mayor de las complejidades. Y desde el nombre –un beso– hasta las etiquetas –hechas por Pere Joan, un creador de cómics que me gusta mucho– se quiere proponer sencillez. Ser sencillo, ¿verdad? Es muy complejo.
¡El Muac! está hecho de callejón y de mantón negro, dos variedades mallorquinas, y está el internacional cabernet. La mezcla nos hace un vino tinto ligero, como los que buscamos estos que somos hoy, con muchas especias y mucha frescura. Los viñedos están en el sur de la isla, y les llega todo el viento marinero, que los refresca, por lo que estamos ante un vino mediterráneo además de no poder. En boca encontrará, claro, todo el sotobosque nuestro, estas hierbas como el tomillo, y encontrará, también, la fruta, pero confitada, de la manera que confitan el jengibre, dulce y ácido a la vez, que te venden en las ferias. Es un vino muy bien hecho, de esos que podemos decir que son gastronómicos. Decir esto, para mí, es decir que puede jugar a contrastar o casarse con la comida. Entra en la boca onomatopeicamente, como un beso, crujiente, goloso, lleno de alegría y de trascendencia.
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