Cinco bebidas saludables para aguantar el calor y no deshidratarse

BarcelonaCuando el calor es fuerte, como ocurre muchos días de verano, conviene hidratarse al máximo, especialmente si se están realizando actividades al aire libre. La recuperación de las sales minerales es de gran importancia para el buen funcionamiento de los engranajes corporales, así que hay que tener presentes algunas soluciones para que los niños estén bien hidratados durante estas jornadas, especialmente si van al casal y pasan todo el día realizando actividades de gran consumo de energía. Sin embargo, según señalan todos los comités pediátricos locales e internacionales, nunca se debe olvidar que el agua es la mejor de las bebidas que puede tomar los niños, por sus beneficios en hidratación y sales minerales (y que siempre debe tener una botella a mano), pero tampoco debe olvidarse que también para los niños el mes de julio es un momento de ocio y se les puede premiar con vías intermedias, siempre descartando las peores opciones. Por ejemplo, nada de bebidas energéticas, que la Sociedad Catalana de Pediatría (SCP) ya ha señalado que causan efectos negativos como el nerviosismo, la ansiedad y el insomnio, así como palpitaciones, bajo rendimiento académico y alteración de las pruebas analíticas, entre otros.

La leche es, según los pediatras del American Academy of Pediatrics (AAP), una fuente de calcio, vitamina D, proteína, vitamina A y zinc, todos ellos elementos vitales para un crecimiento y desarrollo sano. Este alimento contiene azúcares naturales a través de la lactosa y los nutrientes que los niños necesitan. Es importante, a la hora de comprarlos, vigilar que el único ingrediente sea la leche, y no otras variantes que aporten azúcares, aromas y otros ingredientes añadidos. Un trago de leche fresca será una bendición para el alma.

La sandía es la reina de las frutas del verano en lo que se refiere a la hidratación. Tiene gran cantidad de agua, así como de vitaminas. Aunque los pediatras aconsejan limitar la cantidad de zumo que bebe a los niños (porque no tienen fibra y pueden contribuir a algunos problemas de salud como la obesidad y las caries dentales), de vez en cuando se puede tomar una refrescante bebida de estas características. Desde la AAP limitan la cantidad a tres cuartos de taza al día entre los 4 y los 6 años.

Los batidos conservan todos los nutrientes y vitaminas y son fáciles de digerir, y además de fruta pueden hacerse de verdura para ampliar las opciones con respecto a sus ingredientes. Se les puede añadir hielo picado para que se conviertan en una refrescante propuesta. Su base es la leche o el yogur, y conservan toda la fibra de los ingredientes que incorporan, por eso son saciantes. Basta con una batidora de vaso y añadir todos los ingredientes. En este caso, leche, fresas, plátano y hielo.

La otra gran fruta de la temporada es el melón, de un sabor suave que suele gustar a los niños. Su uso en batidos resulta muy interesante, especialmente cuando se combina con otras frutas como el plátano, con el que consigue ganar en textura y dulzura. Es necesaria una unidad de melón pequeño por una de plátano, un litro de leche (o de bebida vegetal), un poco de azúcar y cubitos de hielo. Estos ingredientes deben batirse y servir para degustar el resultado o guardarlo en la mochila para llevárselo al casal de verano.

El mango es otra de las frutas reinas del verano. Su sabor dulce pero aterciopelado lo convierte en una fruta de lo más sabrosa. Combinada con leche y hielo es una bebida perfecta para refrescarse y aportar grandes cantidades de vitaminas. Una posible receta implica pelar tres mangos maduros de gran tamaño, añadir tres tazas de leche, una cucharadita de zumo de limón para atarlo, seis cubitos de hielo, azúcar al gusto (no más de dos cucharadas) y, opcionalmente para l acabado, almendra mucha. Hay que triturarlo todo en la batidora y estará preparado para bebérselo.