Cine

El placer de ver cómo ganan los monstruos

'Godzilla y Kong: El nuevo imperio' es una película fundamentalmente de animación que muestra cómo los titanes se relacionan y se ahogan

1 min
Fotograma de 'Godzilla y Kong: El nuevo imperio'
  • Dirección: Adam Wingard. Guión: Terry Rossio, Simon Barrett y Jeremy Slater
  • 115 minutos
  • Estados Unidos (2024)
  • Con Rebecca Hall, Brian Tyree Henry y Dan Stevens

Cuando Adam Wingard recibió el encargo de dar continuidad al universo monstruoso que Hollywood quería generar a partir del encuentro entre King Kong y Godzilla, tuvo que afrontar la desagradecida labor de exprimir unas franquicias con superávit de personajes y poca capacidad para aguantar múltiples líneas argumentales. El resultado, Godzilla vs. Kong, fue previsiblemente pesado, pero su éxito sirvió para reanimar la taquilla pospandémica y dar crédito a Wingard (un cineasta surgido de la precaria escena mumblecore) como piloto de blockbuster. Con el viento a favor y un flamante título de productor, en Godzilla y Kong: El nuevo imperio, Wingard ha reclutado a su guionista habitual, Simon Barrett, para que le ayude a hacer limpieza y concentrar el reparto en el saber estar de Rebecca Hall y la vis cómica de Brian Tyree Henry y Dan Stevens, que actúan como corazón que comenta los destinos míticos de las criaturas gigantescas que les rodean.

La jibarización de la dramatis personae convierte la nueva entrega en una película fundamentalmente de animación, consagrada a mostrar cómo los titanes (los conocidos, los recién llegados y algún rescate para tocar la fibra de los adeptos al kaiju eiga japonés) se relacionan y se vapulean entre ellos. La barra libre de CGI de la que se sirve el filme no alcanza la majestuosidad icónica de la recientemente oscarizada Godzilla minus one, pero sí apunta a un futuro feliz para la saga, en el que la figura humana sería una invitada de piedra al reino de los monstruos.

Trailer de 'Godzilla y Kong: El nuevo imperio'
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