Cine

Personajes LGTBI: ¿quién los tendría que interpretar?

'Bros', primera comedia romántica gay de un gran estudio de Hollywood, reivindica su reparto LGTBI

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Billy Eichner y Karl Frankenfield a 'Bros. Más que amigos'

BarcelonaEn una escena de Bros. Más que amigos, que se estrena este viernes y se promociona como “la primera comedia romántica gay de un gran estudio de Hollywood”, los dos protagonistas hablan sobre un western gay al estilo de Brokeback mountain que hacen en el cine. “Es sobre dos actores heteros haciendo de gays para ganar el Oscar –ironiza el personaje interpretado por Billy Eichner–. Si algún día hacen una película sobre mí, espero que me interprete un actor hetero. Me gusta pensar en mi vida como la gran oportunidad de Benedict Cumberbatch”. El comentario refleja el otro argumento promocional de Bros: su reparto cien por cien LGTBI. Eichner lo resumía hace unos días en la première del film: “Históricamente, la mayor parte de los grandes papeles LGTBI de Hollywood han sido para actores heterosexuales que ganan premios y reconocimiento por hacerlos. El reparto LGTBI de Bros no es para decir que los heterosexuales solo tendrían que interpretar a heterosexuales y los gays solo a gays. No queremos reglas estrictas, sino corregir un desequilibrio”.

El tema también ha sonado con fuerza en las últimas semanas a raíz del anuncio de la versión televisiva de Smiley, en la que los dos protagonistas gays ya no son interpretados por actores gays. En declaraciones al ARA, Guillem Clua (Barcelona, 1973), el autor de la obra teatral, se justificaba: “Es muy valioso que los personajes gays sean interpretados por actores gays porque aportan un bagaje de vivencia personal para construir los papeles. [...] Ahora bien, ¿es condición sine qua non? No. ¿Lo es para una persona trans? Sí”. El actor y director David Selvas (Barcelona, 1971) también hace la distinción entre colectivos. “Esto no es un problema de derechos, sino laboral –dice Selvas–. Los actores o actrices homosexuales, como hay tantos, no tenemos problemas de acceso laboral para hacer todo tipo de papeles, sean o no de homosexual. En cambio, un actor trans o racializado sí lo tiene complicado para acceder a papeles que no sean de persona trans o racializada. Son colectivos con dificultades en el acceso al trabajo y, por lo tanto, se los tiene que proteger. Y yo soy muy consciente de este problema desde mi montaje de Àngels a América”.

Selvas, de hecho, trabaja estos días como director en una serie en la que hay dos personajes gays y en ningún momento se ha planteado buscar a actores gays para que los interpreten. “Primero, que no les puedo preguntar si son gays, solo faltaría –subraya–. En cualquier caso, no los he cogido por ser gays sino porque son los mejores para el papel. Además, hay millones de actores gays haciendo personajes heterosexuales; yo mismo he hecho un montón”. Otro actor, Francesc Cuéllar (Barcelona, 1993), que es bisexual, tiene una experiencia diferente a la de Selvas: “La obra que preparo ahora es solo la segunda vez que trabajo con un director que no sea gay. Quizás es casualidad, pero hasta ahora pensaba: «Qué extraño, todos los directores hombres que me cogen son gays». Y muchas veces, además, para hacer personajes gays”. Para Cuéllar, “en un mundo ideal” no tendría que importar que un actor fuera homosexual o no. “Pero ahora que se empiezan a hacer contenidos sobre el colectivo gay, que siempre ha estado infrarepresentado en la ficción, sabe mal que los interpreten los heteros de siempre”.

Sensibilidad y política

Un director que ha reflexionado sobre la cuestión es David Moragas (Almoster, 1993), que en todos sus cortos y el largo A stormy night siempre tiene personajes LGTBI. “No he buscado nunca activamente a intérpretes gays para mis trabajos –explica–. Yo busco que la sensibilidad de la persona se acerque a la del personaje, como hace Carla Simón cuando trabaja con agricultores reales en Alcarràs. Pero es reduccionista reducirlo todo a si un personaje es o no es gay”. Moragas, de hecho, distingue entre gay y homosexual: “No es lo mismo, con perdón, alguien a quien le gusta comer pollas que un hombre con una energía fluida y no ligada a la masculinidad clásica, que, por cierto, es la que siempre se ha premiado en el cine. De hecho, me incomoda ver a hombres gays interpretados desde esta masculinidad canónica”.

Moragas considera Bros “una película deliciosa”, a pesar de que “intensamente política e, incluso, un poco panfletaria”, tanto que reconoce que le habría molestado que un actor heterosexual interpretara al protagonista, pero no por una cuestión de sensibilidad sino por coherencia ideológica. Y destaca también la importancia de “dar oportunidades a los actores no heteropassing”, es decir, aquellos que por su apariencia o comportamiento no pasan nunca por heterosexuales. “Yo soy un privilegiado que podría forzar y pasar por hetero, pero hay muchos actores que no, y esto los penaliza a la hora de conseguir papeles”, dice Moragas.

Tráiler de 'Bros. Más que amigos'
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