Prehistoria

Los restos neandertales que escondía una caja "clandestina"

Se trata de restos de hace más de 50.000 años, y son los más importantes localizados nunca en Cataluña

Los restos localizados en la Cueva de Simanya exhibidos en el Museu Arqueològic de Catalunya
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BarcelonaPodría ser una novela negra, pero es una investigación arqueológica que puede aportar mucha información sobre el origen y evolución de los neandertales en la península Ibérica. Según los investigadores, son los restos neandertales más importantes que se han localizado hasta ahora en Cataluña: 54 fragmentos óseos de una mujer, un individuo joven de 11 o 12 años y un niño de 7 u 8 años. Los tres estaban enterrados cerca, en un pequeño ramal, estrecho y oscuro, a unos 70 metros de la entrada de la cueva Simanya (Sant Llorenç Savall), que tiene unos 300 metros de recorrido. Seguramente, si no fuera por la insistencia y la búsqueda de investigadores como Artur Sebrià quizás nunca habrían visto la luz.

A finales de los años 70, alguien, de forma clandestina, cogió el pico y la pala, excavó y se llevó algunos restos (algunos humanos) de la cueva Simanya. Las tuvo en su casa hasta que en 1986, tras algunas presiones, las cedió a la Generalitat. Aquella caja quedó guardada, sin que nadie le hiciera demasiado caso, en los almacenes que la Generalitat tiene en Cervera, donde van a parar algunas colecciones cuando los museos se quedan sin espacio. Hasta el 2020. Cuando la abrieron, los investigadores encontraron un tesoro.

La investigación la ha realizado un equipo del Instituto Catalán de Paleoecología Humana y Evolución Social (IPHES-BÚSQUEDA), el Seminario de Estudios e Investigaciones Prehistóricas de la Universidad de Barcelona (SERP-UB) y el Museo Nacional de Ciencias Naturales - Consejo Superior de Investigaciones Científicas (MNCNM-CSIC), y han publicado sus resultados en la revista Frontiers in Earth Science. "No buscábamos restos de neandertales, en la caja había también cerámica, herramientas y huesos. Lo cierto es que creíamos que todo sería más reciente, porque está cerca de la cueva del Frare, donde habíamos encontrado cerámica neolítica. No podíamos sospechar que dentro había restos de hace más de 50.000 años", afirma Josep Maria Fullola, director del SERP-UB. La pista la dio Sebrià, que ha investigado, también en las hemerotecas, y ha leído todo tipo de artículos en las publicaciones locales que explicaban también hallazgos clandestinos.

Una muela, la pieza clave

En 2020, los investigadores volvieron a excavar en la cueva Simanya, donde se había excavado a principios del siglo pasado. "Sabemos que se utilizó de forma ocasional como campamento esporádico, hemos encontrado herramientas de piedra, evidencias de fuego y restos de animales. Fue también un refugio de grandes carnívoros, como el oso pardo y el oso de las cavernas, que lo utilizaban como lugar de hibernación, y que, grandes carnívoros, como la pantera, también la utilizaron como madriguera", detalla Juan Ignacio Morales, investigador de la IPHES-BÚSQUEDA. El hallazgo más importante y el único humano que han encontrado hasta ahora es una muela del juicio que pertenecía al joven de 12 años. "La muela es una pieza clave, porque nos ha permitido ligar la colección que había en la caja con la búsqueda en el yacimiento", añade Morales. "Podría ser que en la cueva se preservaran más restos, pero las dinámicas geológicas internas de la cueva han hecho que desaparecieran", señala Morales. Se seguirá investigando, porque en las distintas galerías puede haber otros yacimientos.

Ahora bien, ¿quiénes eran esta mujer y estos dos jóvenes? ¿Eran familia? ¿Estaban enterrados allí o murieron de forma violenta y sus cuerpos se quedaron allí, en el fondo de un pasillo estrecho? Por el momento no podemos saberlo, porque no ha sido posible extraer el ADN. Pero por las características morfológicas se sabe que eran neandertales y que vivieron hace más de 50.000 años, hasta donde llega la datación por carbono 14. Por tanto, podrían ser mucho más antiguas. "Podremos saber la altura, posiblemente el peso, la dieta, a través de los depósitos del sarro dentario, y conocer cómo ha evolucionado su forma de crecer", explica Antonio Rosas, investigador del Museo Nacional de Ciencias Naturales. La mujer medía 1,54 metros, conservaba los dos brazos; entre ellos se encuentra un húmero entero y una mano prácticamente completa, y también huesos de los pies, además de diferentes vértebras y costillas. También se han identificado hasta 10 piezas dentales y un fragmento de mandíbula. "Dos de estos dientes pertenecen al individuo juvenil y los ocho restantes pueden ser compatibles con el individuo adulto, aunque no se puede descartar la posibilidad de que correspondan a más individuos", añade Rosas. El hueso atlas del joven de 12 años será también primordial para conocer cómo crecía y se desarrollaba esta especie.

Nuevas pistas sobre la evolución de los neandertales

Rosas destaca que la mujer y los dos jóvenes que murieron hace más de 50.000 años en Sant Llorenç Savall ayudarán a conocer mejor a esta especie que pobló Europa antes de la llegada de los Homo sapiens. "Hoy empezamos a saber que hay diferentes linajes de esta especie extinguida, pero a estas alturas todavía no conocemos cómo y dónde se originaron", señala Rosas. "La península Ibérica es donde posiblemente se encuentre el origen de esta especie, en Atapuerca se han encontrado las evidencias más antiguas de neandertales", añade Rosas. Que en Atapuerca se hayan encontrado estas evidencias no demuestra que aquí se origine esta especie, pero es una línea de investigación. "La Península tiene un papel clave en su origen, pero también es el lugar donde pervivieron los últimos neandertales antes de su extinción. Fue también el origen de diferentes oleadas de esta especie que colonizaron territorios más amplios hasta llegar a Siberia", detalla Rosas. Los neandertales vivieron diferentes procesos evolutivos y existen importantes variaciones en su evolución. En este sentido, Rosas cree que la cueva de Simanya puede aportar información importante.

La cueva fue utilizada de manera esporádica desde el neolítico hasta tiempo mucho más reciente. La proximidad con otros yacimientos arqueológicos del paleolítico medio como las cuevas del Toll (Moià), el Abric Romaní (Capellades) o la cueva grande de Collbató evidencian que la Cataluña Central fue un territorio clave para los neandertales durante el pleistoceno superior. El equipo de investigadores tiene previsto seguir excavando en Simanya e investigar la cueva del Triangle y la cueva de la Canal, situadas a unos 50 metros, en busca de nuevas pistas sobre los neandertales que vivieron allí.

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