Literatura

¿Por qué cuesta tanto leer a Stephen King en catalán?

La publicación de 'Carrie' hace 50 años inauguró la trayectoria del escritor estadounidense, que incluye unos ochenta libros, de los que se han vendido más de 500 millones de ejemplares. Aun así, en catalán siguen inéditas la mayoría de grandes novelas suyas

Una imagen de la adaptación cinematográfica de 'Carrie'
05/04/2024
6 min

BarcelonaTodo el mundo que haya leído Stephen King (Portland, 1947) recuerda por qué libro suyo empezó: no ha olvidado el magnetismo de la trama y de algunos personajes y, en muchos casos, todavía tiene presente la escena que le dejó helado. "Llegué a Cementerio de animales cuando tenía 10 años y todavía es el recuerdo de lectura más vívido, iniciático y definitivo que tengo. En un momento determinado, la historia me angustió tanto que tiré el libro en el sofá, como si acabara de encontrar un insecto repulsivo. Gracias a esta novela entendí el inmenso poder de la ficción y qué auténtica que podía llegar a ser", explica Mariana Enriquez, que en 2016 se convirtió en referente de la nueva literatura de terror con Las cosas que perdimos en el fuego (Anagrama).

Cuando publicó Cementerio de animales en 1983, Stephen King ya era un autor superventas y arrastraba múltiples adicciones, entre las que destacaban la cocaína y el alcohol, que estuvieron a punto de destruirlo. Fue con su debut, Carrie publicado el 5 de abril de 1974 en Doubleday–, que la vida de aquel profesor de literatura de un pequeño pueblo de Maine dio un vuelco. "Si no hubiera leído Carrie, mi adolescencia habría sido mucho más dura –admite Laura Fernández, que muchos años después de descubrir la novela se inspiró para escribir La chica zombie (Seix Barral, 2013)–. Para una chica, leer Carrie es una experiencia importante, porque te enseña a sobrevivir en el instituto, aprendes a hacer frente al bullying de los compañeros". En Carrie, King tuvo el acierto de relacionar dos ideas aparentemente inconexas, la crueldad de los adolescentes y la telequinesis –el poder de mover objetos con la mente–, pero después de escribir las tres primeras páginas de la historia le parecieron malas y las tiró a la basura. Fue Tabitha King, la pareja del autor, quien, tras recuperarlas y leerlas, le pidió cómo continuaba la historia. Así acabó naciendo una de las novelas que desquiciaron el género del terror en los años 70. "Se lo dio una pátina realista que antes nunca había tenido", admite Mariana Enriquez. Tres años después de su publicación, en parte gracias a la adaptación cinematográfica dirigida por Brian de Palma, Carrie superaba los cuatro millones de ejemplares vendidos.

El escritor Stephen King

Laertes, editorial pionera

Los primeros editores de Carrie en el Estado fueron Círculo de Lectores, en 1978, editorial que junto a Plaza & Janés y Edicions B popularizaron a partir de entonces –sobre todo en los años 80 y 90– las novelas más emblemáticas del autor estadounidense , entre ellas El resplandor (1977), La zona muerta (1983), It (1986) y La tienda (1991). Fue una pequeña editorial barcelonesa, Laertes, quien se atrevió a publicar Carrie en catalán en 1988. "El profesor y traductor Alfred Sargatal llevaba en aquella época la colección L'Arcà con mi padre y se lo recomendó", recuerda Jacob Suárez, actualmente al frente de la editorial. Entre sus méritos está el de haber reavivado L'Arcà, pionera en la publicación de literatura fantástica en catalán, que durante los últimos cinco años ha ido recuperando referentes como HP Lovecraft, Richard Matheson, Clive Barker y Robert E. Howard. "No hicimos más novelas de Stephen King porque no se vendía mucho: competir con ediciones de bolsillo en castellano es muy complicado –explica el editor–. Más adelante me interesé por publicar Salem's Lot [1975], uno de los libros que más miedo me ha dado, pero el agente literario me intentó vender también El resplandor". Jacob Suárez habría publicado las dos. Entonces, el agente añadió una tercera petición: "Pretendía que también hiciéramos The Stand [que aquí se tradujo como La danza de la muerte y Apocalipsis]. Tiene más de un millar de páginas. Somos una editorial pequeña y nos habríamos arruinado".

Aunque las cifras globales de ventas de los libros de Stephen King sean estratosféricas –más de 500 millones de ejemplares vendidos en todo el mundo–, en catalán el autor nunca ha tenido mucha suerte: "Es un agravio que hemos heredado los editores más jóvenes", explica Ramon Mas, de Males Hierbas, que en 2018 publicó el volumen de relatos Turno de noche (1978) y en 2020 insistió con la novela La gran caminata (1979). "Durante muchos años se pensó que si los libros ya habían salido en castellano no era necesario publicarlos en catalán. Esta mentalidad por suerte ha cambiado, pero nos hemos encontrado con que King está tan amortizado que cuesta venderlo", añade. Desde Males Herbes se han planteado continuar publicándolo con alguna de sus novelas emblemáticas, como por ejemplo It. "Estamos locos lo suficientes para hacer un libro de 1.200 páginas –admite–. El problema es que el agente siempre nos pide que contratemos varios libros a la vez y es un riesgo demasiado grande".

Una imagen de la adaptación cinematográfica que Stanley Kubrick hizo de 'El resplandor'

Entre el trauma y la fascinación

Los dos libros de Males Herbes han sido, junto con Escribir (L'Otra, 2018) –un volumen de memorias y manual de escritura deslumbrantes–, el último intento de hacer hablar en catalán al escritor estadounidense. "Es una pena que hayamos tenido que leerla casi siempre en castellano –dice Ramon Mas–. Si nos hubiera llegado también en catalán habríamos creado una generación de lectores más popular y no tan exquisita. King ha tenido una influencia enorme, no sólo literariamente, sino también en el cine y en la televisión". Uno de los novelistas catalanes que considera King una de sus influencias principales es Marco Pastor, autor de El año de la plaga (La Granada, 2010), Bioko (Amsterdam, 2013) y la reciente Río de zafiros (Ediciones 62, 2024). "Mi primer contacto con King fue traumático. Fue leyendo La danza de la muerte –recuerda–. Quise leerla cuando todavía era muy pequeño y la abandoné porque me causaba muchas pesadillas". No mucho después, cuando apenas tenía 13 años, devoró Misery. "Me flipó, es un libro que sigue siendo referencial para mí. King me pareció un autor que sabía cómo influir en las emociones del lector de una manera poderosa: a mí me gustaría llegar a hacer lo mismo algún día. He leído muchos libros, como por ejemplo Las cuatro después de medianoche [1990] y El móvil [2006], que me decepcionó. La última novela de King que me pareció buenísima fue 22/11/63 [2011], una historia de viajes en el tiempo con el trasfondo de la muerte de Kennedy. Desde hace un par de años leo uno o dos capítulos deIt de vez en cuando, cuando me apetece, como si fuera un snack prohibido".

Laura Fernández se declara "tan fan" de King que cada año lee alguna novela: "Dejé a medias Fairy Tale [2022], sin embargo, me atrapó Holly [2023]. Cuando encuentra un buen protagonista, usted no puede parar de leer. Es un autor que ha sabido construir personajes memorables. De hecho, a mí me ha hecho llorar mucho. Más aún que asustarme". La novela preferida de Fernández es Misery, "que cuenta la historia de una fan que ama tanto a su autor preferido [un novelista romántico] que le secuestra y le obliga a escribir tal como ella quiere, aunque él haya decidido cambiar y hacer otra cosa" .

La popularidad de Misery, ligada en parte a la adaptación cinematográfica homónima, dirigida por Rob Reiner en 1990 y protagonizada por Kathy Bates y James Caan, espoleó la traducción catalana de Esteve Riambau, que publicó Columna en 1993, un año antes de Cementerio de animales (Proa/Columna). A finales de los 90, La Magrana recuperó la traducción que Andrew Langdon Davies había hecho de Carrie para Laertes. En esos momentos, las traducciones de King en catalán iban llegando con cuentagotas. Tras el intento de La Magrana, Edicions 62 publicó cuatro novedades estrictas en paralelo a las ediciones en castellano: El atrapasueños (2001), Todo es definitivo (2003), El móvil (2006) y La historia de Lisey (2007). "Lo hicimos porque King me parecía, y me sigue pareciendo, un buen autor, pero no debió de venderse lo suficiente y lo acabamos dejando correr –explica la editora Pilar Beltran–. Es un escritor que aquí ha hecho la carrera en castellano y, desgraciadamente, no hay muchos lectores que lo busquen en catalán. Esto demuestra que los imaginarios entre una lengua y otra no son siempre los mismos".

Esta penúltima probatura de resucitarlo llegó en una etapa creativa floja de King. El prestigio y las ventas remontaron con 22/11/63 y desde entonces ha combinado aciertos como Doctor Sueño (2013) con intentos de renovarse, como la trilogía de novelas de misterio que empezó con Mr. Mercedes (2014). En mayo, King publicará un nuevo libro de relatos, You like it darker. "Es incansable –admite Fernández–. Está tan conectado con su mundo que cada día es capaz de escribir diez páginas entre las nueve de la mañana y la una del mediodía. Si alguna vez pudiera entrevistarle, le pediría por todo lo que ha habido". de sacrificar: ha leído mucho y podría haber escrito libros muy distintos, pero ha tenido que seguir siendo Stephen King y ofrecer a los lectores lo que le piden".

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