Desde su creación en 1901, el Nobel de literatura –dotado con diez millones de coronas suecas, unos 980.000 euros– ha distinguido a 121 autores, de los que sólo 18 son mujeres, y en cuatro ocasiones el galardón ha sido compartido, la última vez en 1974. La lengua inglesa domina el palmarés con 3 francés, 15 en alemán y 11 en castellano. Entre los últimos ganadores del Nobel se encuentran la novelista surcoreana Han Kang , el noruego Jon Fosse, la francesa Annie Ernaux y Abdulrazak Gurnah, autor de Tanzania que vive en Inglaterra desde hace décadas.
Premio Nobel de literatura en el apocalíptico László Krasznahorkai
El "maestro contemporáneo del apocalipsis" es autor de novelas como 'Tango satánico' y 'Melancolía de la resistencia'
BarcelonaEl escritor húngaro László Krasznahorkai, autor de novelas como Tango satánico –disponible en catalán en Edicions del Cràter, traducida por Carles Dachs– acaba de ser proclamado ganador del premio Nobel de literatura 2025 por su "apasionante y visionaria obra, que en medio del terror apocalíptico, reafirma el poder del arte". Krasznahorkai, que ha sido alabado por la Academia Sueca este jueves como uno de los herederos "del absurdo burlesco que va de Franz Kafka a Thomas Bernhard", es uno de los cabezas de cartel del festival Kosmopolis y tiene previsto visitar Barcelona el 24 de octubre, donde conversará en el CCCB con Mique.
Nacido en Gyula, un pequeño pueblo del sudeste de Hungría, en 1954, Krasznahorkai debutó como escritor a mediados de la década de los 80 con Tango satánico, después de una temporada dedicándose a una de sus grandes pasiones, la música, de licenciarse en derecho y de moverse por varios lugares del país, haciendo trabajos de una gran diversidad, entre ellos la de "vigilante nocturno de vacas", tal y como recordó en una entrevista con el ARA hecha hace apenas un año en Marrakech con motivo de la concesión del premio Formentor. "Si me dan el Nobel, utilizaré el premio Formentor de escudo", afirmó entonces, con el sentido del humor pícaro que le caracteriza.
El mundo, un lugar sin esperanza
Tango satánico fue "el primer éxito internacional" del escritor, ha dicho Mats Malm, secretario de la Academia Sueca. A finales de la década de los 80, Susan Sontag describió a Krasznahorkai como "el maestro contemporáneo del apocalipsis". "La historia de Tango satánico a menudo se ha catalogado de distopía, pero no porque se sitúe en un futuro ni en una realidad lejana, sino porque envía al lector a un pequeño pueblo húngaro que vive en una especie de limbo, mientras espera a un personaje que debe ser un salvador y que, cuando llega, los manipula para que se trasladen al pueblo de al lado –dice Mariona Bosch, de Edicions del Crà Krasznahorkai, la primera que puede leerse en nuestra lengua–. El mundo que pinta es un lugar sin esperanza, donde la gente acaba confiando en alguien que les enreda y les toma el poco dinero que habían logrado acumular". El libro levantó polvareda al régimen comunista húngaro, e hizo que el autor no pudiera salir del país hasta 1987. Mientras tanto, continuó trabajando en la que sería su segunda novela Melancolía de la resistencia (1989, en castellano en Acantilado, traducida por Adan Kovacsics), y también en su primer guión cinematográfico.
"Sólo me dediqué al cine debido a Béla Tarr –recordó en Marrakech el año pasado–. Por lo general, el mundo del cine no me gusta mucho. Todo empezó el Lunes de Pascua de 1985. Mientras todavía dormía la mona, alguien picó en la puerta de casa violentamente. ¿Quién puede ser?, me pregunté. Fuera había un tipo con chaqueta de cuero y estrechos pantalones, como si fuera David Bowie. Me dijo que acababa de leer Tango satánico, que en aquellos momentos estaba prohibida, y que le había encantado. Quizá debería haberle cerrado la puerta a los morros, pero no lo hice, y él me invitó a ver sus películas, que eran geniales. Trabajamos juntos durante casi 25 años, hasta El caballo de Turín (2012), con la que se retiró". Entre los guiones de Krasznahorkai para Tarr destacan también los que escribió para las películas Las armonías de Werckmeister (2000) y El hombre de Londres (2007), la primera inspirada en Melancolía de la resistencia, y la segunda basada libremente en una novela de Georges Simenon.
Si Tango satánico está motivada por el regreso de dos personajes inquietantes a un pueblo en decadencia, Melancolía de la resistencia (1989) parte de la llegada de un circo fantasmagórico a una aldea de los Cárpatos que tiene como una de sus principales atracciones la exhibición del cuerpo de una ballena muerta. "La pugna entre el orden y el desorden es uno de los principales temas de la obra de Krasznahorkai. Otro es el contacto con Oriente, presente en títulos como Y Seiobo descendió en la Tierra [2008; en castellano en Acantilado], en el que defiende el valor del arte en un mundo donde predomina la ceguera y la banalidad –ha explicado Mats Malm desde la Academia Sueca–. En todos sus libros, el escritor las muestra a través de frases interminables que, aun así, se leen con fluidez y que están a menudo cargadas de belleza lírica". "Aunque Krasznahorkai haya afirmado que escribir sea, para él, algo tan enigmático como 'bailar en el misterio una vez a la misteriosa', a los lectores reconocía Sandra Ollo desde Acantilado, editorial que ha publicado ocho de los títulos del autor húngaro desde hace más de dos décadas.
"Las frases de Krasznahorkai son de una gran complejidad que tiene que ver, en parte, con la estructura de la lengua húngara: para traducir lo que en casa le decíamos Trance satánico me estuve medio año más de lo que teníamos previsto con Cráter –recuerda Carles Dachs, que empezó a leer el premio Nobel de literatura durante su estancia en Budapest como lector de catalán para la Universidad Eötvös Loránd entre 2017 y 2021–. Cuando vives en Hungría te das cuenta de que el mundo distópico y apocalíptico que desde fuera siempre se remarca es, en realidad, un reflejo de lo que ocurre en el país".
Si el fin del régimen soviético marcó las primeras novelas del escritor, las políticas conservadoras e iliberales de Viktor Orbán títulos más recientes, tales como El barón Wenckheim vuelve a casa (2016; en castellano en Acantilado) y Herscht 07769 (2021). "En ambos libros aparecen un grupo de jóvenes neonazis violentos –hacía memoria hace un año desde Marrakech–. Herscht 07769 está estructurada en una sola frase de 400 páginas, está ambientado en un pequeño pueblo de Turingia, la región alemana en la que la extrema derecha acaba de ganar las elecciones. Lo escribí hace ya unos años, pero parte de los acontecimientos que cuento han acabado siendo proféticos". El autor aseguraba también, en relación a la oscuridad de sus libros: "Yo no soy un canario dentro de una mina que quiera alertar a nadie del apocalipsis. Mi canto dice: «Es demasiado tarde para salvarnos, es demasiado tarde...». En relación a la Hungría actual podría decir lo mismo. Gracias a Dios, lo que todavía persiste es la lengua húngara. Si tengo una patria, es mi lengua".
El anuncio del Nobel ha coincidido con la inminente publicación de un nuevo libro de Krasznahorkai en su país. "Nos interesamos este verano, y es una novela de título largo y complicado que más o menos podríamos traducir como La seguridad de la nación húngara: cazando mariposas –adelanta Mariona Bosch–. Desde Cráter quisiéramos seguir publicando al autor. Las novedades y también libros emblemáticos como Melancolía de la resistencia y La guerra y la guerra. Todo dependerá de si podemos asumir el precio que nos soliciten".