Lluís Llach: "En cuestiones de sexo soy totalmente amoral"
El músico y escritor presenta la novela 'El libro dorado' en el recinto modernista del Hospital de Sant Pau

BarcelonaYa hace más de una década que Lluís Llach se reinventó como novelista, y desde que publicó Memoria de unos ojos pintados (Empúries, 2012), miles de lectores le han acompañado fielmente libro a libro. "Pare, pare, no exagere desde el principio", ha pedido Llach, mientras el público le ovacionaba nada más aparecer en la gran sala del recinto modernista del Hospital de Sant Pau donde se ha presentado su nueva novela, El libro dorado, en un acto organizado por el ARA y la editorial Universo.
"Con Jaque al destino quedé harto de la Edad Media, pero al final de la escritura de esa novela leí un documento en el que decía que la Inquisición de la Corona catalanoaragonesa no había matado a ninguna bruja, y eso me chocó, porque a mí me habían educado con la idea de que la de mí lo demuestra de las mujeres. ser perseguidas a partir del siglo XIII, cuando la medicina tomó impulso en la universidad "Las mujeres de mi novela son firmes, decididas y hacen su revuelta particular", ha dicho Llach a Antoni Bassas, moderador del acto. El hombre necesita afianzarse y someterse. El péndulo va hacia delante y hacia atrás. Vamos preparando, niñas, que el mundo de ahora va hacia atrás".
Llach ha hecho memoria de cómo, en la Edad Media, la medicina árabe y musulmana estaba mucho más avanzada que "la de los bárbaros del norte". "Eran infinitamente superiores a nosotros –ha dicho–. Mahoma decía que la medicina era un acercamiento a Dios, a diferencia de los cristianos, que la veían como peligro. Mientras aquí curábamos con sanguijuelas, allí ya se operaban de cataratas".
"¿De dónde sacas el tiempo para investigar todas estas cosas y para escribir?", le pidió Bassas. "No lo sé, pero lo saco", respondió Llach con una sonrisa.El libro dorado es leedor y también hay sexo —añadió Bassas—. Sexo heterosexual y también sexo homosexual y lésbico". "En cuestiones de sexo soy totalmente amoral —afirmó Llach—. Somos animales sexuados y la naturaleza reparte cómo quiere las preferencias. He venido gran parte de la vida intentando luchar para que la homosexualidad se acepte. Cada vez que escribo tenéis que tragar a un personaje que tiene la titulada desviada". "En la novela lo haces de forma más refistolada: dices que a un personaje «le ganean los bajos»", ha dicho Bassas. "Me gusta utilizar todas las posibilidades del lenguaje. En lugar de escribir suavizar, prefiero asuavir. Y un personaje mío, en lugar de decir vine tiene la costumbre de decir vino —ha continuado—. Soy así, y no sé si estoy a tiempo de cambiar".
Durante el acto, Llach también ha mostrado su indignación para que las mujeres no pudieran estudiar medicina hasta el siglo XIX y por la involución que estamos viviendo a causa del autoritarismo de Donald Trump. "Su cerebro no tiene nada de inteligencia, ílvia Bel leyera una elección de fragmentos de la novela.