Novedad editorial

"Todas las mujeres que viven un proceso de fecundación 'in vitro' están sufriendo"

Keum Suk Gendry-Kim relata el proceso para quedarse embarazada en el cómic autobiográfico 'Mañana será otro día'

Keum Suk Gendry-Kim fotografiada en Barcelona
3 min

BarcelonaLa escritora surcoreana Keum Suk Gendry-Kim (Goheung, 1971) cumplió 30 años con la idea de ser madre. Desde pequeña le habían inculcado que las mujeres se realizan a través de la maternidad y que su deber era tener hijos. Lo intentó durante años, primero de forma natural y después mediante un proceso de fecundación. in vitro, pero no lo consiguió. Y lo sufrió mucho, hasta el punto de que era incapaz de hablar de ello. Hierba y La espera (Reservoir Books, 2024) ha necesitado dos décadas para poner distancia y convertir esa experiencia en una novela gráfica, Mañana será otro día (también en Reservoir Books), que se publicó en noviembre con traducción de Joo Hasun.

Interior de una página de la novela gráfica 'Mañana será otro día'

"Lo viví con mucha culpa. Me preguntaba: «¿Qué hay de malo en mí? ¿Qué estoy haciendo mal?». Perdí la confianza en mí misma, todo eran inseguridades que experimentaba en solitario, sin hablar siquiera de ello. con mi marido", recuerda Gendry-Kim. En el cómic, Bada se cierra en sí misma y se obsesiona por embarazarse, hasta el punto de que busca constantemente información por internet, no quiere tomar café y vive cada menstruación como un fracaso. La presión de los padres y los suegros aún le hunde más en el pozo de la frustración. "La sociedad coreana da por hecho que todas las mujeres deben ser madres y que es su responsabilidad conseguirlo sea como sea", explica la autora.

Sacrificar la salud para tener un hijo

Cuando Bada y su marido, San, comienzan a buscar un hijo, ella recuerda la experiencia de Haeja, su hermana, que murió muy joven tras ser madre de un niño y que se inspira en experiencia de Gendry-Kim: "Mi hermana tenía una enfermedad crónica. Sacrificó su vista y su salud para quedarse embarazada y cuando mi sobrino tenía cuatro años, ella murió". La protagonista tiene muy presente a Haeja y no quiere pasar por lo mismo, pero al mismo tiempo el entorno le empuja a probar todas las posibilidades antes de renunciar a la maternidad. "Recuerdo que al final estaba muy confundida. ¿El deseo de ser madre era real o sólo quería satisfacerle porque me lo había impuesto la sociedad?", dice la autora.

La historia de la Bada avanza en paralelo a las estaciones del año, y la autora establece una dualidad entre la primera nevada del invierno y el anuncio de la infertilidad de la pareja. Es entonces cuando deciden sacar adelante un proceso de fecundación in vitro que va a durar tres años y que Gendry-Kim ilustra con crudeza pero también con sensibilidad. "Tenía que pincharme cada día, y esas inyecciones cambiaron mi cuerpo física y psicológicamente. Es una experiencia muy dolorosa. Todas las mujeres que viven un proceso de fecundación in vitro están sufriendo, y no lo tenemos suficientemente en cuenta", subraya la escritora.

Interior de una página de la novela gráfica 'Mañana será otro día'

En el libro también da voz a San, en parte por reconocer la experiencia de su marido. "Cuando yo lo viví no pensé en cómo estaba mi hombre; en mi cabeza no había espacio para él. Pero mientras escribía la novela me di cuenta de que él también lo había pasado mal, y que lo había vivido en silencio porque estaba volcado en mí, al transmitirme confianza y esperanza", afirma Gendry-Kim.

La novela gráfica ha llegado a Cataluña en un momento feliz por la literatura coreana, que acaba de celebrar el premio Nobel en Han Kang. "De repente las librerías estaban llenas de lectores buscando libros de Kang. En Corea lo vivimos todo así. De repente una buena noticia explota y todo el mundo habla a todas horas –explica Gendry-Kim–. Ahora nos alegramos, pero será cuestión de ver si el premio sirve para potenciar las obras de las escritoras coreanas y para llevar la literatura coreana a todo el mundo.

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