Literatura

"El peor mal de los catalanes es el autoodio"

El historiador de la filosofía, traductor y profesor Pere Lluís Font recibe el Premio de Honor de las Letras Catalanas en el Palau de la Música

Por Lluís Font, Premio de Honor de las Letras Catalanas, con Xavier Antich, presidente de Òmnium Cultural, en el Palau de la Música.
02/06/2025
4 min

BarcelonaA lo largo de casi seis décadas de palmarés, el Premio de Honor de las Letras Catalanas ha distinguido a narradores, poetas, lingüistas, cantautores e historiadores, pero hasta ahora no había reconocido a nadie que hubiera dedicado su vida a la filosofía como Pere Lluís Font. La aportación intelectual de Lluís se ha desplegado, a grandes rasgos, en cuatro niveles: la docencia universitaria, la traducción, la edición y la escritura. "Pensar es repensar". "Cataluña y la filosofía han sido mis dos pasiones". "Somos monolingües, pero nos conviene ser políglotas". Éstas han sido tres de las divisas del galardonado a lo largo de toda su extensa y fructífera trayectoria.

A los 91 años, Pere Lluís Font ha recibido el 57º Premio de Honor en un Palacio de la Música lleno de amigos y admiradores de su labor, entre ellos editores como Ernest Folch y Xavier Mallafrè; el presidente de la Generalitat, Salvador Illa; la consejera de Cultura, Sònia Hernández Almodóvar, y el expresidente Jordi Pujol, que ha entrado en el recinto con una sonrisa de alegría grabada en el rostro. El primero en intervenir ha sido Jaume Casals, ex rector de la Universidad Pompeu Fabra y antiguo alumno del galardonado. "Somos multitud, los alumnos candidatos a pintar al profesor Pere Lluís Font —ha empezado—. Mis colores son los de una severidad inicial, los de una invitación a un respeto casi paternal y los del reconocimiento de un cariño y de un calor inesperados". Casals ha destacado, por encima de todo, "el humor corto, controlado e irónico", de Lluís, "un tono preciso que resuena a veces en quien le lee o escucha, un humor con una pizca de erudición". La obra "ingente" del Premio de Honor, cultivada "durante siete décadas, de momento", ha señalado Casals, es una hábil combinación de "sabiduría, paciencia y arte".

Elegia para la cultura general

Fue Pere Lluís Font uno de los impulsores de la colección Textos filosóficos en 1981, casi un centenar de títulos que incluyen libros fundamentales de Kant, Schopenhauer, Hume, Hegel, Kierkegaard, Fichte y Descartes, algunos disponibles por primera vez en catalán. En paralelo a la labor como editor y como profesor de historia de la filosofía —primero en la Universidad de Barcelona, ​​más adelante en la Autónoma—, Lluís ha traducido obras clave del pensamiento moderno como Discurso del método, de René Descartes (Ediciones 62, 1996) y ha editado Crítica de la razón práctica, deImmanuel Kant (Ediciones 62, 2003). Una de sus últimas grandes traducciones ha sido Pensamientos y opúsculos, de Blaise Pascal (Adesiara, 2021), que recibió el Premio Nacional a la mejor Traducción, a la que hay que añadir los Poemas esenciales de San Juan de la Cruz (Fragmenta, 2025).

Pere Lluís Font ha tenido "dos manías", como profesor. La primera: "La calidad expresiva, oral y escrita, especialmente en nuestra lengua, que es la más maltratada". La segunda: "El intento de hacer valorar la cultura general". "Sé que tiene poco prestigio —añadió—. A un médico se le puede morir un paciente, pero una carencia cultural no mata a nadie. Una de las herencias terribles de nuestra época será la pérdida de la cultura general". El Premio de Honor ha sido generoso a la hora de describir el valor de la lectura: "Digo en los libros todo lo que soy. Leer ha sido mi patria: es aquí donde encuentro a los santos filosóficos de mi devoción".

Enseñar a labrar el espíritu

Durante el acto de recepción del Premio de Honor, Marina Rossell y Xavi Lloses han interpretado Canto espiritual y se han podido sentir poemas como Ensayo de cántico en el templo, de Salvador Espriu, y Ahora mismo, de Miquel Martí i Pol. También una segunda glosa, a cargo de David Jou, catedrático de física, traductor y poeta, que ha definido a Lluís Font como "piedra, luz y fuente transmutadas en pasión, lucidez y fecundidad". Xavier Antich, presidente de Òmnium Cultural -entidad que convoca el premio anualmente- ha recordado que "Pere Lluís Font ha estado estudiando y hablando de los demás durante décadas: es por este motivo que se resiste a ser llamado como filósofo". "La cultura no nos protege de todos los males: sin embargo, sin cultura ni filosofía somos más frágiles y vulnerables -advirtió Antich-. Somos de los que creen que en el fondo del filosofar se alza la libertad".

Pere Lluís Font ha cerrado el acto con una serena y emotiva intervención. "Estudiar y enseñar filosofía es una manera de enseñar a labrar el propio espíritu -ha dicho Lluís, que ha centrado la intervención en la lengua y la filosofía-. Si somos una nación es porque tenemos una lengua propia. En cada lengua traspunta el fondo de la personalidad de sus hablantes de una manera diferente". Lluís ha recordado también que, en relación a la poca conciencia lingüística del país, "el peor daño de los catalanes es el autoodio". "La más difícil de las revoluciones es la mental —añadió—. La servidumbre resulta cómoda cuando va acompañada de panem et circenses".

El 57º Premio de Honor ha terminado el discurso elogiando la filosofía, al tiempo que pedía que se le liberara de "cierta solemnidad". "La mayoría de filósofos catalanohablantes han sido durante mucho tiempo castellanoescribientes —continuó—. Es por eso que con Josep Calsamiglia y Josep Ramoneda pusimos en marcha la colección Textos filosóficos". Cuatro décadas después, el pensamiento en catalán florece a través de libros de autores del país y de traducciones. Y Pere Lluís Font está a punto de añadir un nuevo título a la bibliografía, La filosofía en el natural, "un ensayo de distribución inminente" que habrá que leer, porque quiere ser una síntesis de toda una vida dedicada a pensar y repensar.

Pere Lluís Font en el Palau de la Música, antes de recibir el Premio de Honor de las Letras Catalanas.
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