Memoria histórica

Así vivieron los vecinos de Llers la voladura de su pueblo

Maria Escalas reconstruye el drama a partir del testimonio de quienes lo perdieron todo

Llares después de la voladura del pueblo
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BarcelonaEl 8 de febrero de 1939 el pueblo de Llers (Alt Empordà) desapareció del mapa. El ejército republicano, con la guerra casi perdida, hizo estallar el polvorín en la iglesia y sólo quedaron escombros. Los vecinos habían sido alertados, pero no esperaban esa destrucción. Cuando volvieron, ya no encontraron su casa, ni las sábanas ni la vajilla que habían escondido. "No quedó nada. Los vecinos de Llers lo perdieron absolutamente todo, ni siquiera les quedaron los recuerdos. Habían vivido tres años de guerra y el último día su pueblo voló por los aires", explica. María Escalas (Palma, 1969), que en el libro No quedó nada (Ara Llibres) recoge cómo aquella pérdida impactó en sus habitantes.

Escalas va desengranando la historia a través del testimonio de sus habitantes: un soldado republicano que desierta cuando la guerra ya está perdida y, cuando vuelve al pueblo buscando refugio, se encuentra que ya no está; una profesora republicana llena de entusiasmo; un herrero que pierde a su mujer ya sus hijos por culpa de una enfermedad; una difunta que intenta descansar en el cementerio; el general Enrique Líster, que decide hacer estallar el polvorín; un alcalde asesinado; un niño de la posguerra; la nieta que escucha cómo los abuelos le dicen que no se implique en ninguna lucha política y explica cómo multaron a su abuelo por desenterrar la barandilla de su casa...

"Para contar el drama de la desaparición de un pueblo, escogí hacer fotografías de pequeños dramas, como la madre que sufre porque ya no tiene su madre –explica Escalas–. He intentado explicar qué se añora cuando no queda nada”.

Una historia poco conocida

En opinión de la escritora, la historia de Llers no es muy conocida. "Llers se conoce por las historias de brujas y por las cerezas, pero no por la explosión del polvorín", dice. Fue el ejército republicano quien decidió hacerle volar por los aires para dificultar el avance de las tropas franquistas. Llers, entre Figueres y La Jonquera, era un lugar de paso y tuvo un papel relevante en la resistencia y evacuación de las últimas unidades militares republicanas. "En Llers había vecinos con distintas ideologías, pero dominaba un sentimiento republicano, y debió de ser bastante doloroso que los que consideras de tu bando hagan volar a tu pueblo. Supongo que por eso no se ha hablado mucho", opina Escalas. "Franco hizo un discurso diciendo que adoptaba el pueblo, pero eran solo palabras, porque no hubo ninguna ayuda económica ni excepción fiscal. Los que decidieron seguir viviendo en el pueblo tuvieron que construirse una casa nueva y pagarla", añade la autora, que con los testigos intercala documentación oficial e histórica.

El pueblo nunca volvió a ser el mismo. Donde estaba el Ayuntamiento ahora hay una plaza, y donde estaba la iglesia ahora hay un descampado. Quedó tan sólo alguna pared, y algunos de sus habitantes tuvieron que vivir entre escombros antes de poder tener una casa con techo. Tampoco volvieron todos los habitantes, y la población descendió de forma considerable. Según Escalas, existe cierta desmemoria. "Un día paseando por el pueblo me encontré a un chico y me dijo que era llersense de toda la vida, pero no me supo decir dónde había estado la iglesia", explica.

María Escalas

"Una de las cosas que más me han fascinado es la resiliencia de los habitantes, como salieron a pesar de todo. Por ejemplo, estaba prohibidísimo celebrar el Carnaval durante la posguerra, pero ellos lo siguieron", dice. "No quería hacer nada épico, ni utilizar palabras grandilocuentes. Hay un dicho africano que explica que cuando los elefantes se pelean lo pagan las hormigas. A mí me interesaba hablar de las hormigas", añade.

Escalas se ha nutrido de toda la documentación que ha ido acumulando en otros libros, como Antes de que tu recuerdo vuelva ceniza (Amsterdam, 2016), una historia de la Guerra Civil ubicada en un pueblo de Mallorca, y sobre todo del documental que produjo el Ayuntamiento de Llers, con el apoyo del Memorial Democrático, sobre la explosión de la iglesia que puede verse en Llerscultura.cat. En el documental aparece, por ejemplo, el testimonio de Joaquima Oliva, que la escritora recoge en el libro. Oliva recuerda que la familia era republicana pero que los soldados republicanos detuvieron a su padre, el abuelo y el tío por una trifulca con una mula y los encarcelaron en la iglesia llena de dinamita. Escalas recoge los angustiosos momentos de los tres hombres, que, afortunadamente, pudieron desatarse y pudieron apagar la mecha a tiempo.

Lechos reconstruido.
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