Refugios antiaéreos

Descubren un refugio antiaéreo bajo la estación de La Sagrera

Excepcionalmente bien conservado, fue construido por trabajadores ferroviarios

Una de las salas, con los bancos encofrados, del refugio
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BarcelonaEn el subsuelo de Barcelona hay censados ​​más de 1.322 refugios de la Guerra Civil, pero hay muchos más que no figuran en ninguna parte y cada año se descubren nuevos. El último ha salido a la luz durante las obras de la estación de La Sagrera y no figuraba en el censo de refugios de 1938. La estructura, vinculada a la antigua estación de mercancías, destaca por su tipología de bunker, y su estado de conservación es bastante espectacular. Iniciada en 1917, la estación de mercancías entró en funcionamiento a pleno rendimiento en 1923 y fue durante muchos años también aduana de productos que llegaban del exterior. Se desmanteló en la década de los noventa y está previsto que se derribe.

Según el Servicio de Arqueología, se trata de un refugio privado que daba servicio a la antigua estación de mercancías y ha permanecido oculto durante décadas. La CNT colectivizó durante la Guerra Civil el sector ferroviario y fueron los trabajadores quienes impulsaron y construyeron el refugio. "El elemento había quedado completamente oculto y sólo emergió con motivo de los movimientos de tierra que comporta el proyecto ferroviario actual y la futura reurbanización de este espacio", explica el Ayuntamiento de Barcelona en una nota de prensa. El trazado de este refugio conectaba los dos edificios que había a ambos lados de la entrada a la antigua terminal de mercancías. Uno de ellos ya fue derribado la década pasada, mientras que el segundo todavía se mantiene y acoge las oficinas de Adif.

Un bunker de hormigón armado

La estructura del refugio es bastante excepcional. Es del tipo bunker y fue excavada a cielo abierto y construida con hormigón armado, con una losa de cubierta de unos dos metros de grosor preparada para resistir el impacto de bombas de 100 kg. La estructura está ubicada a unos cuatro metros de profundidad y conserva dos entradas, una de las cuales ha podido ser documentada completamente.

En el interior, el refugio dispone de dos galerías principales –de 2,50 metros de altura por 1,20 de ancho– que unían los edificios gemelos de la estación de mercancías en dirección norte-sur. A lo largo del recorrido se han identificado cuatro salas de grandes dimensiones, cuatro letrinas y un espacio con las posibles funciones de almacén o enfermería. En total, la estructura tendría una longitud aproximada de 90 metros.

El refugio, donde todavía se pueden ver grafitis con las siglas de la CNT y la FAI, fue utilizado durante y después de la Guerra Civil, porque hay pintadas hechas alrededor de 1954. "A pesar de algunos desperfectos puntuales, el estado de conservación es excepcional y hace de este refugio un caso único por su tipo. fase de estudio y documentación mediante escáner láser", asegura el consistorio. Durante la Guerra Civil, La Sagrera era uno de los principales nodos logísticos de Barcelona y se convirtió en objetivo de dos bombardeos en 1937.

Los refugios no desaparecieron del todo en 1939. Las autoridades franquistas temían que sirvieran como escondrijo de personas, armamento o documentación. De hecho, se conservan muchas facturas que acreditan que se contrató a un número importante de empresas para que taparan sus entradas. Sin embargo, algunos refugios sobrevivieron. En 1962 el Ayuntamiento de Barcelona realizó un inventario de 153 refugios que todavía existían en ese momento y en dieciséis casos se hizo un estudio de conservación completo, de túneles y estancias, así como de la situación de las entradas y accesos. Tras la guerra, algunos refugios fueron incluso el techo de algunas familias sin recursos.

En enero de este año abrió al público uno otro refugio en la Torre de la Sagrera. Inaccesible durante más de 80 años, este refugio, el 0292, es como realizar un viaje al pasado. Lo más espectacular de la Torre de Sagrera son los cinco carteles. Todavía puede leerse perfectamente, con letras azules y un fondo blanco, las indicaciones que se daban a los que bajaban para protegerse de los intensos bombardeos.

[Estamos trabajando para ampliar la información]

Algunos de los grafitis de la CNT y la FAI
Galería con entrada al fondo
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