Música

El regreso de la banda Supersubmarina, ocho años después del accidente que lo truncó todo

Los músicos quedaron muy malheridos en un choque frontal con el coche y desaparecieron totalmente de la escena pública

ARA
3 min
Presentación libro 'Algo que sirva como luz'

BarcelonaEn verano de 2016, la banda andaluza de pop-rock Supersubmarina volvían a casa después de un concierto. Cuando circulaban por la carretera, en Úbeda, a pocos kilómetros de Baeza (Andalucía), donde vivían, sufrieron un terrible accidente. Todos los miembros de la banda, José Marín, Chino; Juan Carlos Gómez, Juanca; Antonio Cabrera, Pope, y Jaime Gandía, salieron muy maltrechos. Su carrera quedó truncada y desaparecieron como grupo hasta hace pocas semanas.

Supersubmarina han decidido romper el silencio y contar su historia en el libro Algo que sirva como luz (Aguilar), que firma el periodista Fernando Navarro, y que hoy jueves se ha presentado en el teatro Pavón de Madrid. Más de un centenar de personas han acompañado a la banda. Los cuatro músicos sufrieron larguísimos procesos de rehabilitación tras ese choque frontal en Úbeda y en todos estos ocho años no habían concedido ninguna entrevista. Desaparecieron no sólo de los escenarios sino también de la vida pública. Con el libro, la banda ha presentadoLa maqueta (Sony Music), que recoge las primeras canciones que grabaron, y que saldrá a la venta el 12 de abril. En enero volvieron a abrir su cuenta en X y ahora están escalando posiciones en Spotify.

En la rueda de prensa, los miembros del grupo han relatado cómo ese 2016, antes del accidente, estaban haciendo realidad el sueño de toda una vida. Los cuatro eran vecinos de Baeza y se conocían desde pequeños. Aquel verano llenaban escenarios y eran muy conocidos en todo el estado español. Habían logrado triunfar haciendo lo que más les gustaba, pero ese accidente tuvo graves consecuencias. No sólo físicas. Cuando años después intentaron volver a tocar juntos no podían. Les costaba comunicarse entre ellos y tenían dificultades para rehacer sus vidas. Jaime Gandía sufrió una depresión terrible y tuvieron que hacerle hasta 40 intervenciones en la pierna, y Antonio Cabrera se resignó a trabajar en el campo con su familia, un trabajo que detestaba.

José Marín, cantante, guitarrista y compositor, pasó un año en la clínica San Vicente de Madrid, especializada en daños cerebrales. Tuvo que aprenderlo todo de nuevo: a andar ya hablar bien. No recuerda a los años previos del accidente ni al éxito del grupo. En la rueda de prensa explicaba que había preguntado a sus compañeros si tocaban bien y riendo explicaba que le habían respondido que no. José está convencido de que volverán a tocar juntos. El resto de sus compañeros también quieren intentarlo de nuevo. "La música es lo que nos gusta, lo que nos mueve. La música es aquello por lo que luchamos, nos gustaría poder volver a tocar, pero no será como antes. Será desde otra perspectiva porque la vida es cambio. Tampoco sabemos dónde nos llevará", ha asegurado Gandía.

Gómez, el batería del grupo, ha agradecido el acompañamiento de hoy: "Un concierto es más fácil que eso. Creo que es algo que nos merecíamos, recibir ese apoyo del público y celebrarlo". Marín era uno de los más optimistas: "Son mis amigos, mi pasión", aseguró. Cabrera aún arrastra el sentimiento de culpa porque él era el que conducía: "Mi secuela principal es que conducía. Aún oigo el silbato que oí al chocar". Sus compañeros no le han dejado terminado: "No tuviste la culpa de nada, pasó y ya está, podríamos haber conducido a cualquiera de nosotros", ha asegurado Gandía.

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