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El Barça, de la celebración al lamento con Messi en 48 horas

Según la Liga, Reverter convenció a Laporta para que rechazara la inyección económica de CVC, clave para inscribir al argentino

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Leo Messi y Joan Laporta hablando después de que el equipo azulgrana  ganara la final de la Copa.

BarcelonaHasta que no firme con cualquiera otro equipo, Leo Messi es agente libre y, por lo tanto, el Barça todavía estaría a tiempo de incorporarle para la temporada que está a punto de empezar. El presidente azulgrana, Joan Laporta, ha puesto palabras este viernes a la renuncia de la entidad a hacer posible la continuidad de su mejor futbolista. Una renuncia que, según el abogado barcelonés, ha sido a regañadientes de todas las partes y solo está fundamentada en la dificultad para meter el nuevo contrato en los límites del fair play financiero que exige la Liga.

El impedimento es plenamente vigente y Messi, a juzgar por la posición pública y oficial de su ya exclub, está fuera de órbita. Aún así, el mercado de fichajes tiene tres semanas largas por delante y tanto Laporta como sus ejecutivos de cabecera, con el calendario en la mano, podrían seguir trabajando para rebajar fichas y liberar masa salarial para poder inscribir el nuevo contrato del 10, cosa que hasta hace un día era el objetivo número uno de la junta. De hecho, hasta jueves al mediodía, la mayoría de los directivos y varios trabajadores de la institución habían hecho espacio en sus agendas para asistir al acto de la firma que esperaban que se celebrara viernes.

En lugar de una fiesta por la renovación de Messi, el acto que acogió el Auditorio 1899 fue un lamento oficiado por Laporta, que basó su argumentario para explicar el no acuerdo con el argentino en dos grandes aspectos: la "nefasta herencia recibida" –de Bartomeu– y las dificultades planteadas por la Liga en materia salarial. El primer factor rae, entre otras cosas, en la sobredimensión de los contratos de la plantilla, un lastre que, según el presidente, no se puede solucionar por culpa del segundo factor. Ni siquiera la solución financiera propuesta por el líder de la patronal, Javier Tebas, convence al Barça para ampliar el margen que se necesita para inscribir al 10.

Laporta aduce que la inversión del fondo CVC compromete los derechos de televisión de la entidad durante 50 años, un punto de vista que también defiende el Real Madrid. Lo que no ha reconocido el mandatario es que aceptar este dinero (270 millones en un crédito blando) también implica una renuncia formal al proyecto de la Superliga. Tebas ha reflejado en la letra pequeña del acuerdo esta vez escondido después de haberse comprometido con el club a flexibilizar la ley del fair play. El presidente de la Liga garantizó el qué, pero camufló el cómo.

Tal como explicó el ARA, Tebas estaba en el barco de Laporta y Alemany para facilitar el tema salarial, hasta el punto que estaba en contacto diario con los dos para ayudar el milagro. Aun así, la solución no gusta en el Camp Nou. Fuentes de la patronal aseguran a este diario que el CEO azulgrana, Ferran Reverter, ha sido la figura clave para desaprobar una operación que tampoco secunda el presidente del Madrid, Florentino Pérez, y que ahora mismo está en el aire porque los inversores necesitan los dos grandes del fútbol estatal de cara para participar en el negocio de la Liga.

Busquets, el primero en despedirse

Que el Barça y la patronal estaban en sintonía también lo ha asegurado el administrador único de Mediapro, Jaume Roures, que participó en el aval de la junta de Laporta. En declaraciones a RAC1, el empresario barcelonés y productor audiovisual del torneo estatal ha dicho que la inscripción de Messi "estaba totalmente acordada y pactada desde hace días" y que "una otra cosa es lo que afectaba a otros jugadores". Roures, por lo tanto, le saca responsabilidad a Tebas y observa un desacuerdo con el argentino basado en "la planificación deportiva". Es decir, apunta a la primera plantilla, en que todavía sobreviven grandes fichas de jugadores que no cuentan para Ronald Koeman.

Mientras tanto, en el vestuario del Barça, pocas voces se han levantado después de la noticia del adiós de Messi y de las palabras que Laporta ha dedicado a los jugadores este viernes. Solo Ansu Fati y Sergio Busquets, que heredará el brazalete de capitán si no hay otro giro de los acontecimientos, han escrito una despedida al 10, que a través de su entorno transmite tristeza por la situación actual y niega contactos con otros clubes a pesar de las informaciones que ya han empezado a salir sobre el sempiterno interés del PSG en ficharle. De hecho, fuentes próximas a Messi aseguran al ARA que, hoy por hoy, notan mucho más pesimismo en Laporta y la junta de cara a una hipotética solución del asunto que no por parte suya.

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