Vuelta ciclista a Cataluña

La Vuelta a Cataluña: de estorbar a ser una de las carreras ciclistas de moda

La Volta presenta un gran cartel pese a la baja de Vingegaard, con un final de etapa en Montserrat y otro en el santuario de Queralt

La Vuelta ciclista a Cataluña tendrá una etapa con final en Montserrat
24/03/2025
4 min
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BarcelonaLos aficionados del ciclismo se ponen el babero cuando llega la Vuelta Ciclista a Catalunya. La prueba centenaria, una de las tres más antiguas del mundo, vive una época dulce que ha permitido ver estos últimos años a los mejores ciclistas en las carretas catalanas. Si en 2024 se impuso el tricampeón del Tour de Francia Tadej Pogacar (UAE), con exhibiciones que serán recordadas varios años, este 2025 debía ser el del debut del danés Jonas Vingegaard (Team Visma). Pero el doble campeón del Tour finalmente será baja por culpa de la caída que le obligó a abandonar la París-Niza hace algo más de una semana.

La 104ª edición de la prueba, que se disputará del 24 al 30 de marzo, presenta igualmente un cartel de lujo donde destacan nombres como el esloveno Primoz Roglic (Red Bull), ganador de cuatro Vueltas en España y un Giro, además de la Volta catalana, el star), el británico Adam Yates (UAE), el vasco Mikel Landa (Soudal Quick-Step), el mallorquín Enric Mas (Movistar) y el ciclista nacido en Barcelona Juan Ayuso (UAE). Sin Vingegaard, la lucha por ser campeón queda más abierta, con Roglic como rival a batir.

"Veremos una edición con un gran nivel, como está pasando en las últimas temporadas", explica el director de la Volta, Rubèn Peris. El presidente de la Volta, un hombre incansable, ha conseguido que esta carrera que organiza la Unión Ciclista de Sants pase de vivir años complicados durante los 90 a tener un lugar destacado en el calendario internacional, entrando en la órbita de ASO, la empresa francesa que controla el Tour. La Volta ha ido sumando socios estratégicos, mejorando el cartel, creando diálogo con autoridades y aprovechando el buen nivel del ciclismo en casa para hacer vía. Las audiencias mejoran, cada vez más gente le sigue y diferentes territorios quieren recibir una carrera que goza de buena salud. Y que vivirá la segunda edición de su Volta femenina más adelante, en junio. Hace unos años costaba hallar ayuntamientos interesados. Ahora muchos han entendido que tener la Vuelta a casa es un activo, como Sant Feliu de Guíxols, inicio y salida de la primera etapa.

El recorrido de este año presenta tres finales en subida espectaculares. Uno será el puerto de primera categoría de la estación de esquí de La Molina, en la tercera etapa. Y los otros dos tienen un toque divino, porque tocará subir a rendir honores a la Moreneta en la cuarta etapa, porque con motivo del milenario de la fundación del monasterio de Montserrat acabará aquí. Y de la Moreneta a la Virgen de Queralt, porque su santuario será por segundo año consecutivo final de etapa. Tras el rotundo éxito de la pasada edición en el Berguedà, este espacio repite como final del penúltimo día. "Vivimos una gran época de ciclismo profesional con grandes iconos mediáticos que ofrecen un espectáculo de primer nivel. Y, en Cataluña, disfrutamos de un territorio de lujo para practicar ciclismo", afirma Peris.

Será especialmente emotiva la cuarta etapa en Montserrat. Aunque la Volta ha pasado otras veces, será apenas la tercera vez que el final de etapa esté en lo alto del monasterio. La primera vez fue un lejano 1960, en una cronoescalada que unió Monistrol de Montserrat con el monasterio y que ganó al mallorquín Antonio Karmany, uno de los mejores escaladores de la época. La Volta la ganó ese año el legendario Miquel Poblet. La segunda vez fue en 1995, con una etapa con salida en Manlleu. El ganador fue el ciclista francés Laurent Jalabert, que logró ese día el liderazgo de la prueba y ya no abandonó hasta el final. "Para la organización de la Volta, más allá del simbolismo que representa la montaña, se trata de un reto logístico importante porque hablamos de una prueba UCI World Tour que mueve un tejido humano de 800 personas y numerosos vehículos de organización, autobuses de equipos, etc. Lo que tenemos claro es que las imágenes que nos dejarán darán la vuelta al mundo".

El recorrido, con una última etapa recortada

La prueba empezará en Sant Feliu de Guíxols (Baix Empordà), que acogerá la salida por cuarto año consecutivo, con un recorrido exigente y circular por las carreteras de la Costa Brava (178,6 km) que incluirá los puertos del collado de Begur y el alto de Santa Pellaia, ambos de tercera categoría. La segunda etapa saldrá de Banyoles (Pla de l'Estany) y se dirigirá a Figueres (Alt Empordà) con un recorrido de 177 kilómetros con el collado del Pení (3a) y el collado de Sant Pere de Rodes (1a) como los dos principales arrecifes de una jornada que apunta al sprint masivo.

Los ciclistas subirán a los Pirineos en la tercera etapa de 218,6 kilómetros, la más larga de la prueba desde 2006, con salida en Viladecans (Baix Llobregat), a nivel de mar, y final en la Molina (Cerdanya), de primera categoría, tras ascender los puertos del coll exigente collado de la Creueta (especial). Después de la etapa pirenaica, los ciclistas pedalearán por las carreteras que rodean la montaña de Montserrat. Tras salir de Sant Vicenç de Castellet (Bages), el piloto subirá la colina del Puig antes de culminar los 188,7 kilómetros de un recorrido de media montaña con la subida al puerto de primera categoría donde se sitúa el monasterio, que volverá a acoger un final de etapa de la ronda catalana treinta años después.

La Volta dará una pequeña tregua en la quinta etapa entre las localidades de Paüls y Amposta, de 172 kilómetros y un único escollo puntuable en los primeros compases, el collado de la Font, por lo que se prevé una jornada ideal para los velocistas. El sábado llegará la etapa reina (159 km), con salida en Berga (Berguedà) y final en el puerto de Queralt (1a), después de superar antes el collado de la Batallola (3a), el collado de Pradell (especial) y el collado de Sant Isidre (1a) en una jornada que promete ser una fiesta del pasado reteras que animaban al piloto.

Como ya es tradicional, la Volta se acabará el domingo con una etapa con salida y llegada en Barcelona, ​​etapa que ha visto el recorrido recortado por culpa del horario del partido de fútbol entre el Barça y el Girona, el mismo domingo a las 16.15 h en el estadio de Montjuïc, cerca de la llegada de la carrera. La Volta tendrá que terminar alrededor de la una del mediodía para facilitar la llegada de espectadores al fútbol, ​​lo que implica recortarla: pasa de tener un recorrido de 136 kilómetros a 88 y elimina el paso del piloto por Molins de Rei, el alto de Corbera y Sant Vicenç dels Horts, entre más lugares.

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