Barça

"Alguien alquiló un helicóptero para lanzar las cenizas de un familiar en el Camp Nou"

Francesc Aguilar y Roger Cruz publican dos libros donde utilizan los tesoros y las camisetas del Barça para cuidar la historia del club

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Los autores Paco Aguilar y Roger Cruz posando en Canaletes.

BarcelonaFrancesc Aguilar (Sant Vicenç de Montalt, 1954) conoce todos los rincones de un mundo que está cambiando, el Camp Nou. Caminando entre turistas y obreros de la construcción, entra en el Palau Blaugrana para almorzar en el bar del primer piso, un espacio destinado a desaparecer donde el tiempo se ha detenido. Trabajadores del club hacen un café a buen precio. Cuando llega Roger Cruz (Barcelona, 1982) se saludan cariñosamente. Por caminos distintos, ambos comparten la pasión por la historia del Barça. Este año han publicado casi a la vez dos libros de Barça Book, el sello creado por club y Planeta en el 2022. Dos libros de gran formato, convertidos en un tesoro para quien ama el pasado de la entidad. En el caso de Aguilar, Los tesoros del Barça es un viaje a la historia del club a través de los objetos más importantes que se conservan, ya sean fotografías, balones, entradas o un carné de socio de Joan Gamper. En el caso del libro de Cruz, Más que una camiseta, es un viaje a través de las camisetas porque son la gran manía de este coleccionista incansable, que mueve cielo y tierra para conseguir piezas donde esté.

David Figueras, el editor de Barça Books, fue el encargado de proponer el proyecto a Aguilar, que ya tenía varios libros en su historial, como las biografías de Stoichkov o Ronaldo. Periodista en medios como el desaparecido 4-2-4, El Periódico y Mundo Deportivo -donde llegaría a ser el encargado de dar el voto de España a los premios del Balón de Oro-, Aguilar aceptó y la sacó pulso de una agenda de contactos que valdría muchos euros, si las amistades se pudieran valorar en dinero: "He tenido la suerte de vivir un periodismo en el que tenías contacto directo con la gente, desayunas, cenabas, hacías el viaje con los jugadores. Yo era uno de los pocos que me llevaba bien con Núñez y con Cruyff. Tengo la suerte de "haber hecho amigos que me han ayudado en este libro. Y el club, también, que me abrió el museo a las 4 de la madrugada para poder hacer fotos, una a una, en todos los trofeos del club". El libro, de hecho, es una especie de "museo portátil del Barça", con detalles cuidados como incluir pósteres que pueden colgarse en la pared, carteles de partidos o entradas que se pueden sacar de un sobre.

"La idea del libro es que los jóvenes descubran cosas y que los mayores puedan recordar lo que vivieron. Conectar con quien guarda la entrada de un partido, un banderín... quien recuerda los triunfos, pero también las derrotas que marcaron, como la final de Berna, que fue un trauma. O la de Sevilla, que no viví en directo porque tuve un mal presentimiento. Debía de ser el único, pero escuché lo que decía Vicente Giménez, que había ido a ver la otra semifinal. Todos menospreciaban a un equipo que no habían visto jugar, en aquella época en que no se veían todos los partidos. Vicente afirmaba que Steaua era muy duro. Y decidí enviar a Santi Nolla a la final", recuerda. "A veces parece que nada hay antes de Rinus Michels, hay que reivindicar al Barça de las cinco copas, por ejemplo. Soy del Maresme y se explica que cuando el equipo de Kubala volvía de ganar la Copa Latina, baja del tren en Mataró para hacer el tramo final de viaje hasta Barcelona en bus y había un millón de personas en las calles. Esta es la fuerza del Barça. Conozco gente que ha sido enterrada con la camiseta o aquellos que, a escondidas, tiraban las cenizas de los familiares en el campo. Una leyenda dice que alguien alquiló un helicóptero para arrojar las cenizas". En este libro también existe un homenaje a generaciones de barcelonistas, como sus familiares. "Me crié en un ambiente de payés. El Barça solía venir a un hotel del Maresme a hacer estancias cuando yo era niño, recuerdo bajar a la playa y ver a los jugadores haciendo un vermut con berberechos". Otra época.

Más de 200 camisetas

Mientras Aguilar habla, Cruz va haciendo que sí con la cabeza. Él lleva al Barça a la sangre porque el tío de su padre era Miquel Gual, exjugador del club, de los que vivió la famosa gira por México en 1937. Convivir rodeado de viejos recuerdos le acabó convirtiendo en un coleccionista incansable. Tanto, que propuso realizar un libro solamente sobre las camisetas del club, basado en su propia colección. "¿La joya de la corona? La camiseta de la final perdida en Berna en 1961. Tengo la de Evaristo. La conseguí en una casa de subastas, costó, porque el brasileño la cambió con un jugador del Benfica. Y sus descendientes vendieron muchos recuerdos. Es una camiseta que, deportivamente hablando, es negativa, porque fue una derrota durísima, pero que simboliza la lucha del club por ser campeón de Europa. Tengo también la camiseta de un rival en el famoso partido de Kaiserslautern, Marcel Witeczek". En su libro, Cruz muestra las camisetas, mezclando fotografías de partidos con los ejemplares conservados y añadiendo información. Cada camiseta utilizada por el Barça, aunque fuera una tercera equipación olvidada.

"El Barça siempre ha sido un gran innovador con las camisetas a nivel estatal y casi europeo. Piensa que en los años 50 jugabas derbis con el Espanyol que todavía llevaba esas camisetas con botones, muy bonitas, pero el Barça ya las había abandonado los años 10 por camisetas más modernas, de tejido más cómodo", explica Cruz, que empezó a trabajar en el proyecto en el 2012. Una década en la que, con la ayuda de amigos coleccionistas, no ha parado hasta encontrar los más de 200 diseños que ha traído al Barça en toda su historia, recogidos en las 450 páginas de su obra.

Y muchas de estas camisetas, por supuesto, son blancas. "Forma parte de la historia del club. Se ha utilizado mucho, el blanco, no debería sorprender", dice Roger que, puestos a escoger, se queda con la primera camiseta fundacional, la de botones y colores azul y grana.

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