Fútbol - Supercopa

El Barça destroza al Real Madrid en la final de la Supercopa

El equipo de Hansi Flick, liderado por su tridente ofensivo, golea a los blancos y gana el primer título de la temporada

Rafinha celebra un gol
12/01/2025
4 min

BarcelonaEl Barça jugó como los ángeles y volvió a golear al Real Madrid. importar que los blancos llegaran a la cita enchufados y el Barça inmerso en batallas de despachos para conseguir las inscripciones de Dani Olmo y Pau Víctor. césped, quien manda es Hansi Flick y sus jugadores, que obsequiaron a la afición azulgrana con un nuevo triunfo balsámico contra el eterno rival. , ya tiene su primer título en el bolsillo.

Hasta la expulsión de Szczesny por una falta clara en Mbappé, poco antes de la hora de juego, el partido fue todo del Barça, que dio un recital. Los azulgranas fueron los que pusieron el fútbol y los goles, aunque quien empezó marcando fue el conjunto de Carlo Ancelotti. En la primera oportunidad que pudieron correr, los blancos tuvieron la fortuna de que los azulgranas no habían tenido antes en dos ocasiones prácticamente consecutivas. En la primera, cuando aún no habían pasado ni dos minutos, Lamine Yamal ya hizo lucirse a Courtois, que detuvo su latigazo con una mano imposible. Acto seguido, remate de cabeza de Raphinha, que volvió a detener al guardameta belga. De lo posible 0-2, se pasó al 1-0, obra de Mbappé. Medio genialidad del francés, medio regalo del Barça. Casadó se deja mangar un balón en la frontal por Vinícius, que desemboca en un contragolpe fatídico culminado por una gran acción del francés, que supera a un Balde blando y Szczesny con calidad.

El gol blanco fue solo un pequeño oasis para los madridistas porque el Barça no dejó intimidarse, sino todo lo contrario. Guiados por un Pedri danzando indetectable entre líneas, los de Flick contestaron con otras dos ocasiones claras. En la primera Raphinha disparó potente, pero demasiado cruzado y, en la segunda, la defensa desvió el disparo de un Pedri que se había colado en el área a base de recortes que recordaban al mejor Iniesta.

Obra de arte de Lamine Yamal

El balón y el relato del partido eran del Barça, pero el marcador del Madrid, empezado por un Mbappé que tuvo problemas en el tobillo y tuvo que seguir jugando con una venda. Pese a su buen inicio, el francés se fue apagando ante la superioridad evidente de un Barça que inició la remontada con una genialidad de Lamine Yamal. Diagonal de la banda hacia adentro y definición suave, que fue un homenaje a Leo Messi.

Con el empate se hacía justicia y, aunque los blancos volvieron a rondar el área azulgrana con un buen remate de Tchouaméni que se halló un paro aún mejor de Szczesny. Quien merecía romper la igualdad era el Barça. Por momentos, el partido se rompió, convirtiéndose en un pasacalle endemoniado donde, por suerte para el Barça, brillaban más las travesuras del Lamine Yamal que las de Vinícius. El brasileño, además, se reencontraría con su kriptonita: Ronald Araujo tuvo que saltar al césped porque Iñigo Martínez se lesionó. Con un ritmo de juego altísimo y, pese a que los blancos suelen moverse como pez en el agua en este tipo de escenarios, lo que pasó es que los azulgranas les espetaron un auténtico correctivo.

El Barça era el amo y señor del balón y el Madrid no sabía cómo defenderse; perseguía sombras, ante la movilidad eléctrica de su rival. Gavi no sólo no renunciaba a los esfuerzos defensivos a los que nos tiene acostumbrados, sino que también pisaba área, todo fe, corazón, entrando desde segunda línea. Así, provocó un penalti clarísimo de Camavinga que Lewandowski transformó en el segundo tanto. El polaco ajustó al palo un potente remate que Courtois, pese a adivinarle las intenciones, acabó recogiendo el balón del fondo de la red.

Raphinha, en estado de gracia

Con el 1-2, el arrebato del Barça continuó. Con un remate de cabeza de cine, tras un centro magnífico de Kounde, Raphinha ampliaba distancias. Los azulgranas estaban disfrutando y convirtieron al eterno rival en un juguete. Después de hacer el tercero, Raphinha se vistió de asistente para servir un centro muy bueno en el primer palo que por poco Lewandowski no convirtió en el cuarto.

El invitado sorpresa en la fiesta del tridente azulgrana fue un Balde que, justo a las puertas del descanso, culminó un contragolpe tras un córner muy mal servido por los blancos. El Barça castigaba al Madrid con fútbol y también haciéndose suyas las mejores armas de los madridistas, como son los contragolpes.

En la segunda parte, los blancos empezaron enchufados, aunque tenían un marcador durísimo de 1-4 delante. Rodrygo envió un disparo muy potente a la cruceta que Raphinha no tardaría en aguar completando una manivela que era un puñal directo en el corazón del madridismo. Gran pase de Casadó y gran definición del brasileño.

Expulsión de Szczesny

Poco después, el partido entraría en otra dimensión, en la que del arrebato se pasaría a un esfuerzo defensivo. En el minuto 55, los de Flick se quedaron con diez por la expulsión de Szczesny, que hizo una falta clara en la frontal en Mbappé. Rodrygo, de los mejores de su equipo, acortó distancias ante un Iñaki Peña que acababa de entrar en el partido y que pudo hacer algo más en el gol, aunque el brasileño conectó un potente cacao. El valenciano se resarciría en los minutos finales, con un gran parón en Mbappé.

Para rehacer al equipo, Flick sacrificó a Lamine Yamal y Gavi, y dio entrada a Olmo y Peña. Con diez, el Barça dejó de dominar, pero hizo un gran ejercicio defensivo colectivo ante un Madrid sin ideas que solo hizo sufrir a los azulgranas al final pese a que jugó más de media hora con un futbolista más. Vinícius, a quien Gil Manzano perdonó la segunda amarilla aunque pisó Koundé, acabó siendo sustituido. El brasileño del Real Madrid, que sueña con ser el mejor jugador del mundo, solo fue una sombra ante el Barça de Hansi Flick y de un tridente por ilusionarse.

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