Las dos caras del límite salarial positivo del Barça

BarcelonaUna vez ha revisado todos los números a final de mercado, la Liga ha publicado este viernes la mesa de los límites salariales de los 20 equipos de Primera División. El club con la cifra más alta es el Real Madrid, con 683 millones de euros, seguido del Barça, que abandona los números rojos (partía de los 27 millones negativos a principios del verano) y sitúa su tope en 656 millones. El Espanyol eleva su límite hasta los 72 millones, mientras que el Girona lo deja en 42, la misma cantidad que el Elche, con quien comparte la cola en este particular ranking.

Los números que da la Liga no corresponden a la masa salarial de cada plantilla profesional, sino que establecen un techo a la factura que pueden asumir los clubes en materia deportiva teniendo en cuenta sus ingresos y descontando los gastos de gestión y las pérdidas acumuladas. Si el límite se respeta, el famoso fair play financiero tiene buena salud y el club en cuestión puede operar con total normalidad. Si no, el fair play está excedido y sufre la penalización de inscribir nuevas fichas solo por valor de un cuarto o un tercio de lo que previamente se libera.

Las cifras que ha publicado la Liga eran las que esperaban en los despachos del Camp Nou después de un verano marcado por la venta de patrimonio. Las célebres palancas han servido para revertir las estrecheces en un puñado de semanas y sin necesitar grandes ahorros en materia salarial, puesto que casi todos los grandes contratos heredados de la junta de Bartomeu continúan en vigor y sin recortes.

La primera venta de derechos audiovisuales (un 10% durante 25 años) a la empresa Sixth Street por 207 millones permitió cerrar el ejercicio 21/22 con ganancias. La segunda venta, de un 15% durante el mismo tiempo y al mismo fondo de inversión, permitió arreglar el patrimonio neto negativo e invertir más de 150 millones en los fichajes de Raphinha Dias, Robert Lewandowski, Jules Kounde y Pablo Torre (Andreas Christensen, Franck Kessie, Marcos Alonso y Héctor Bellerín han llegado libres de traspaso).

La idea original del Barça era tirar de las dos primeras palancas para poder proceder también a la inscripción de todas las caras nuevas, pero la Liga de Javier Tebas no aceptó las plusvalías presentadas por el club en relación a las dos operaciones. Por lo tanto, urgido por el inicio del curso oficial, y con las salidas bloqueadas, Laporta tuvo que vender casi la mitad de Barça Studios por 200 millones para subir el límite salarial y hacer el registro de todos los jugadores excepto Kounde antes del Barça-Rayo de la primera jornada. El francés pudo entrar en el tercer partido gracias a un aval personal de 11 millones del presidente y del tesorero azulgrana, Ferran Olivé, mientras que Marcos Alonso y Bellerín fueron inscritos gracias a la marcha sobre la bocina de Pierre Aubameyang al Chelsea. El trabajo entre los ejecutivos del área deportiva y el área económica en este verano de infarto ha sido ingente.

Tebas avisa de que la situación es extraordinaria

El resumen facilitado por la Liga muestra a un Barça saneado a efectos de fair play financiero gracias a las cuatro palancas activadas. 800 millones de euros de ingresos extraordinarios han permitido fichar y registrar futbolistas que hace un verano eran inabarcables. Pero la patronal avisa de que el maná no será para siempre jamás e insta al club a controlar el gasto para no tener problemas en futuras ventanas FIFA. "El Barça nunca ha estado en riesgo de quiebra, pero tendría que rebajar su masa salarial hasta unos 400 millones, porque no podrá mantener este límite salarial". La teoría es clara. De hecho, el vicepresidente económico azulgrana, Eduard Romeu, ya la explicó hace unos meses. En la práctica, sin embargo, la plantilla actual del Barça supone más de 600 millones de gasto anual porque no ha habido ahorros de salario considerables y han llegado fichas altas como la de Lewandowski, que, según informó la Cadena SER, cobrará 20 millones brutos.

Por lo tanto, el horizonte a corto plazo del Barça pasa por renovar a Pablo Gavi de una vez y normalizar la situación de Ronald Araujo, pero sobre todo por adelgazar, ahora sí, la masa salarial. En este contexto se recoge el aviso de un posible delito en los contratos vigentes de Marc-André ter Stegen o Frenkie de Jong, así como los esfuerzos por recortar la enorme mochila de sueldo y diferimientos (130 millones) que suman entre Piqué, Busquets y Jordi Alba. Y atención: solo Busquets acaba contrate el verano que viene.