La esperanza del Barça en caso de un nuevo regreso frustrado en el Camp Nou
Se atasca el certificado de obra acabada de la tribuna y el gol sur, las partes más avanzadas del estadio
BarcelonaEl futuro Camp Nou echa humo. Cientos de operarios de distintos países del mundo trabajan estos días de cuenta atrás en el estadio del Barça. Los turnos de trabajo se encadenan las 24 horas con el objetivo de reabrir parcialmente el recinto a mediados de septiembre, coincidiendo con el partido de Liga ante el Valencia. Éste es el plan que se mantiene en los despachos de la entidad y de Limak desde el desencanto asociado al trofeo Joan Gamper, que finalmente tuvo que jugarse en el Estadio Johan Cruyff por el retraso de las obras.
Después de ese duro golpe de realidad, tanto el club como la constructora se han propuesto avanzar con pasos más prudentes que ambiciosos. Ahora se trabaja por reestrenar el Camp Nou con un máximo de 27.000 aficionados, cuando la idea inicial era hacerlo con más de 60.000. Ahora será un éxito habilitar primero a la tribuna –con los famosos asientos vip– y el gol sur, y después el lateral y el gol norte, cuando lo previsto estaba abrirlo todo de golpe. Pero ni siquiera ese plan más realista se ajusta al calendario que ha tenido que rediseñarse sobre la marcha.
Según los cálculos del Barça y de Limak a los que ha tenido acceso el ARA, para esta primera fase de reapertura (1A), la idea era entregar el certificado de final de obra (CFO) el 11 de agosto para que se pudiera obtener el permiso de primera ocupación por parte del Ayuntamiento de Barcelona la primera semana de septiembre, con tiempo suficiente para preparar la reapertura para el partido del Valencia con 27.000 seguidores y –muy importante– la ya para notificar fase de liga de la Champions.
Sin embargo, ha pasado más de una semana de esta fecha subrayada en el calendario y todavía no se ha podido extender el certificado de final de obra, paso imprescindible para que después las autoridades puedan acreditar que el recinto es seguro para acoger a miles de personas. Según informó RAC1, tanto el club como las distintas constructoras e ingenierías implicadas en la reforma del Camp Nou detectan "zonas precarias" en la tribuna y el gol sur, lo que obliga a una renegociación de los tempos con el Ayuntamiento para entregar el CFO y tener aún tiempo para aspirar a reabrir a mediados de septiembre. "No tenemos fecha límite como tal, pero necesitamos el CFO lo antes posible para tramitar la licencia de primera ocupación", admiten con cierto nerviosismo desde las oficinas de Aristides Maillol.
De los Rolling Stones a Post Malone
Volver al Camp Nou a mediados de septiembre no sólo es prioritario para la economía de la entidad y para no alargar más el exilio de la masa social, sino porque porque para el caso concreto del Barça-Valencia la alternativa de Montjuïc no está nada clara. En BSM, la empresa que gestiona el Estadio Olímpico Lluís Companys, a finales de julio se daba por hecho que el club azulgrana no volvería a alquilarlo para esta temporada. "Hemos perdido un buen cliente", bromeaban en la compañía municipal. Ahora, sin embargo, teniendo en cuenta los nuevos retrasos en las obras del Camp Nou, en BSM muestran preocupación por la coincidencia del desmontaje de concierto de Post Malone –viernes 12 de septiembre– con un hipotético partido de Liga contra el Valencia, que sería a lo sumo el domingo 14 a las 21 h.
Como Johan Cruyff no llega al mínimo de aforo exigido en Primera y tiene una agenda bastante apretada con el filial y el femenino, en el Barça piensa en Montjuïc en caso de que el ansiado regreso al Camp Nou tenga que volver a posponerse. En principio, la alternativa valdría para todo el tercer cuatrimestre del 2025 tanto en la Liga como en la Champions... con el asterisco del duelo con el Valencia. Pero con esta cita en concreto también existe una posible solución sobre la marcha: que la venta de entradas de Post Malone no remonte y el concierto deba trasladarse al Palau Sant Jordi, más pequeño y gestionado también por BSM. El ARA ha consultado a la empresa municipal, que informa que esta posibilidad está en manos de la promotora. Este diario también ha contactado con Live Nation pero no ha habido respuesta.
Si el rapero estadounidense finalmente cambiara de escenario, el Barça podría cantar una pequeña victoria. Similar, aunque a menor escala, a la asociada a la cancelación del inicio de gira de los Rolling Stones en Barcelona la pasada primavera, gracias a la cual el primer equipo azulgrana pudo jugar el final de la temporada íntegramente en Lluís Companys. Sea como fuere, ya pesar de los últimos retrasos, el objetivo del club sigue siendo reabrir el Camp Nou con un máximo de 27.000 personas a mediados de septiembre y, a medida que avance el otoño, pasar a una segunda fase con 45.000 asientos habilitados ya una tercera con 62.000. De hecho, en paralelo a los tira y aflojas para extender el CFO, unos emisarios de la Liga han hecho este martes, tal y como estaba previsto desde el principio, una inspección de asientos en el nuevo Camp Nou. Brotes verdes que se combinan con correderas para volver a casa.