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La lucha contra reloj del Barça para evitar el exilio del exilio

Hace más de un año que el Barça sabe que va con retraso, pero hasta ahora no ha admitido que no podrá volver al Camp Nou al menos hasta mayo

Estado de las obras de remodelación del Camp Nou, en enero de 2025
20/01/2025
5 min
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BarcelonaEs indiscutible que el futuro Camp Nou será el gran legado del segundo mandato de Joan Laporta. Un estadio de primer nivel y una gran fuente de ingresos para el club, que tranquilamente puede embolsarse más de 350 millones de euros por curso, contando los partidos de fútbol, ​​el museo, los tours, la restauración y demás productos que se pondrán a la venta en un recinto abierto al público los 365 días del año. Con el paso del tiempo, el Barça presumirá de instalaciones y dejará atrás los problemas de la fase de construcción. Si las cosas van bien, el cambio de proyecto, los 1.500 millones, el exilio en Montjuïc, los retrasos en la remodelación y las pérdidas económicas derivadas de todo ello quizás quedarán como una anécdota de las que se cuentan en los libros de historia . Pero esto no quiere decir que los imponderables y cambios de guión fueran menores en el día a día.

Hace 20 meses que comenzó la remodelación del estadio, que consta de dos fases: una primera con los partidos en Montjuïc, y una segunda con 62.000 localidades, compaginando obras y fútbol. Pero el Barça todavía no puede garantizar con seguridad cuando volverá a jugar en el Camp Nou. "Si alguien dice que lo sabe al 100%, miente", dicen categóricamente desde las oficinas azulgranas. La versión oficial primero decía que serían 18 meses, hasta el 28 de noviembre de 2024, para el 125 aniversario. Luego, a finales de año. Más adelante, en febrero. Y ahora, en mayo.

Ésta es la última comunicación oficial del club, que la semana pasada informaba a los socios del enésimo retraso, confirmando así la información que el ARA publicó en septiembre donde explicaba que el regreso no sería hasta después de Semana Santa. La cúpula del Espai Barça intentó esconder la realidad e incluso empezó el proceso para comercializar los abonos del Camp Nou para la segunda mitad de la temporada, prometiendo que se disputaría la segunda vuelta con normalidad. Eso sí, adjudicaron los pases pero no los cobraron. En su lugar, primero ampliaron la vigencia del pase de Montjuïc para los partidos de enero, y ahora lo han ampliado hasta Sant Jordi. Esta semana empezarán a pasar los recibos a los abonados para que paguen la parte proporcional. En el Camp Nou, si finalmente se vuelve en mayo, tan sólo se pagaría por los tres partidos restantes. Uno de ellos, el clásico frente al Real Madrid.

El Barça tuvo que confesar a BSM que las obras iban con retraso

Hace tiempo que el Barça sabe que va con retraso, aunque hasta ahora se había negado a admitirlo públicamente. Y también lo sabía Barcelona de Serveis Municipals (BSM), la empresa de titularidad municipal que gestiona, entre otros, el Estadi Olímpic. Se enteraron a finales del 2023. El club –representado por Joan Sentelles, jefe de compras– y BSM –con la directora de el Anillo Olímpico, Carme Lanuza, que recientemente ha dejado el cargo– se reunían casi semanalmente para hablar de la estancia azulgrana en Montjuïc. Fue en uno de estos encuentros que Sentelles advirtió de que las cosas iban mal. Inicialmente era un retraso de semanas y en BSM no le dieron mucha importancia. la empresa negoció las prórrogas del contrato estableciendo cláusulas de penalización y compensación. “En condiciones normales, en septiembre deberíamos haber estado organizando la salida del Barça, pero nadie confirmaba nada. sospechar que era un tema serio", apunta una de las fuentes consultadas, de BSM. "Nos sorprendió que en octubre dijeran en público que todo iba on time, porque nosotros sabíamos que no era así. Había muchos nervios en el área de ticketing". ¿Nervios? ¿Por qué?

Porque con la sucesión de retrasos se condicionaba la actividad normal en Montjuïc, que básicamente es la de acoger conciertos. Un negocio que puede suponer unos ingresos que rondan los 7 millones anuales, tal y como acreditan las cuentas de BSM. A la empresa se le había dicho que el Barça habría vuelto del exilio a finales del 2024, y por eso hace más de un año alquilaron el estadio para mayo del 2025, tal y como avanzó este diario. Faltaba saber a quién. Por último, serán los Rolling Stones, según han publicado varios medios especializados.

¿Pero y si resulta que se llega en mayo y el Barça todavía no ha vuelto al Camp Nou? Ésta es la gran inquietud que hay en BSM. "Suspender un concierto de estas características porque el recinto resulta que está alquilado a otro, aparte de ser un caso sin precedentes, haría mucho daño a BSM ya Barcelona", sostienen desde la empresa, donde no esconden un cierto descontento con el Barça, al que reprochan haber escondido información. No fue hasta octubre del 2024 cuando el Barça pidió alargar su estancia hasta marzo del 2025. Y la petición formal para prorrogar el contrato hasta Sant Jordi no llegó hasta diciembre.

"O jugamos en el Camp Nou o jugamos en Montjuïc"

Mientras, en el Barça reina el optimismo y se marca el clásico Barça-Madrid, previsto para el fin de semana del 10 y 11 de mayo, como fecha de la reinauguración del Camp Nou. A efectos prácticos supone un retraso de casi seis meses respecto al calendario inicial. Pero el club, bien asesorado por el equipo de comunicación, aprovechó el empuje del triunfo en el caso Olmo y la manivela al Madrid en la Supercopa para que la noticia tuviera un mejor recibimiento. Aunque en las oficinas no todo el mundo tiene tan claro que se cumplan los plazos. Los trabajadores tampoco.

"Tal y como avanzan las obras, es realista pensar que se puede volver en mayo, pero vistos los precedentes no se puede poner la mano en el fuego", dicen desde los despachos nobles del Barça. Con Montjuïc ocupado y con el estadio en obras, podría darse la situación catastrófica de que el Barça tuviera que irse al exilio del exilio. ¿Alguien imagina un clásico de Liga entre Barça y Madrid en el campo del Espanyol? ¿O en Montilivi? ¿O en Mestalla? Una hipótesis que en el club niegan taxativamente. "Jugaremos en el Camp Nou. Y si no, seguiremos en Montjuïc", dicen en el ARA dos miembros de peso de la directiva culé.

En la Liga también confían en la palabra del Barça. De hecho, el ente que preside Javier Tebas tiene mucho interés en que el Barça vuelva a casa lo antes posible. Sobre todo porque existen más entradas a la venta y eso supone inflar el negocio global del fútbol. Además, a nivel de marca, reinaugurar un estadio –aunque sea con parte de las obras para acabar– con un clásico sería un buen golpe de efecto. Por otra parte, la UEFA aceptaría también un cambio de escenario a media temporada. El ente europeo no deja que la fase regular de la Champions se dispute en dos estadios distintos, para que todos los rivales jueguen en igualdad de condiciones. Pero en las eliminatorias no existen restricciones. Así se lo aseguró al Barça cuando el club realizó la consulta.

Si se llega en mayo y las obras no están terminadas, cancelar el concierto supondría una multa elevadísima para BSM, que debería abonar o bien el Ayuntamiento o el Barça. En el consistorio existe el compromiso de no dejar tirado al conjunto azulgrana y que en caso de conflicto de fechas habría fútbol antes que una actuación musical. Pero confían en que no sea necesario escoger. Y mientras en el Camp Nou apresuran a los operarios para cumplir los plazos, en el Ayuntamiento avanzan trabajo para agilizar la tramitación de los permisos. Una tarea burocrática que normalmente dura meses pero que se intentará resolver con la mayor brevedad posible. También adelantan trabajo a los bomberos, que hace unas semanas trazaron la hoja de ruta que debía seguir el Barça en materia de seguridad para que a última hora sólo haya que tener que validar que todo está hecho. Todo el mundo va a contrarreloj.

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