El Barça necesita que la UEFA le haga un favor
El club, que jugará contra el Getafe en el Johan Cruyff, ve difícil jugar el primer partido de Champions en el Camp Nou
BarcelonaPor tercera vez, el primer equipo masculino del Barça jugará en el Johan Cruyff. Después de jugar en el Gamper y en el partido de Liga ante el Valencia, el club confirmaba que el domingo volvería a enfrentarse al Getafe. Y podría no ser la última vez, en función de si obtiene los permisos para reabrir las puertas del Camp Nou de cara al siguiente partido, el domingo 28, en la visita de la Real Sociedad. La ambición de la directiva de Joan Laporta por empezar la temporada en casa ha chocado con los retrasos en la construcción y la burocracia. Nada es seguro y el optimismo o el pesimismo depende exclusivamente de la persona a la que se hace la pregunta. A la hora de cerrar esta edición, el grueso de las fuentes consultadas se inclinaba por pensar que se jugará contra los donostiarras en el Camp Nou. Por el contrario, se ve muy complicado llegar a tiempo para el duelo de Champions con el París Saint-Germain.
El hecho es que el permiso de primera ocupación está a punto de caramelo. El club dispone del certificado de final de obras, que una vez validado por el Colegio de Arquitectos (COAC) se enviará al Ayuntamiento. Si se tratara de una construcción convencional, el proceso tardaría meses. Pero al ser el Camp Nou, y dado que ya hace semanas que los técnicos del consistorio están haciendo un seguimiento de la reforma, se podría tener el visto bueno definitivo esta misma semana oa principios de la siguiente. Por tanto, hay confianza de cara al día 28. El problema es que se autorizaría la fase 1A, que sólo incluye la tribuna y el gol sur, con capacidad para 27.000 espectadores. Para la Liga es suficiente. En cambio, la Champions exige que el lateral –fase 1B– esté también disponible.
Las fuentes consultadas aseguran que el lateral –subiría el aforo hasta los 45.000 espectadores– está "para abrirse". De todos modos, es necesario realizar los últimos retoques de seguridad y tramitar todo el papeleo correspondiente. El tiempo se echa encima y parece imposible tenerlo todo listo para el día 1 de octubre. Además, la UEFA exige que se informe del estadio con mayor antelación. Con todos estos condicionantes, lo más probable es que se acabe optando por regresar a Montjuïc, aunque sea de forma provisional. Las fuentes oficiales del club sostienen que todavía no hay nada decidido y que van a agotar todos los cartuchos antes de tomar la decisión.
De momento, el Barça acordó con Barcelona Serveis Municipals (BSM) el alquiler de Lluís Companys hasta enero, por si no se llegaba a tiempo de reabrir el Camp Nou. Eso sí, habrá que instalar el césped, un proceso que necesita entre 10 y 15 días. Teniendo en cuenta que el Barça-PSG es el día 1, la decisión debe ser inminente. Pese a que el club decidió guardar el terreno de juego y enviarlo a la guardería de Garden Tona, si finalmente hay que volver a colocar el césped en Montjuïc no se reutilizaría el de la pasada temporada sino que sería nuevo de trinca. Lo positivo es que garantiza un campo en perfectas condiciones. La negativa, el coste, que ronda los 600.000 euros.
En condiciones normales, si el Barça empezara la Champions en Montjuïc, debería disputar todos los partidos de la fase de grupos. Pero el club, que ha tejido puentes con la UEFA en los últimos meses, confía en agarrarse a una excepción de la normativa y poder hacer el cambio de estadio. La decisión, eso sí, está en manos del ente que preside Aleksander Ceferin. En cuanto al aforo, no habría grandes diferencias, pero jugando en casa el club se ahorraría el alquiler y podría empezar a explotar el nuevo estadio, empezando por la gran oferta de asientos vip. Además, los partidos de Champions, que tienen día y hora concretados con mucha antelación, suelen ser una garantía para vender prácticamente todas las entradas disponibles. Así, se generarían unos ingresos que son muy esperados por Goldman Sachs, la financiera a la que en enero hay que devolver un buen pellizco del crédito de construcción del estadio.
Pese a que públicamente el Barça se ha encargado de tener buenas palabras hacia el Ayuntamiento, de puertas adentro hay voces críticas con la "fiscalización excesiva" de los técnicos. "El Bernabéu abrió con unas condiciones más precarias y nadie dijo nada. Aquí todo lo miran con lupa", lamenta una persona vinculada al Espai Barça. Desde el consistorio se rebate alegando "motivos de seguridad" y recordando que, en comparación con otros proyectos, el Camp Nou ha gozado de mucha celeridad en los trámites.
Los abonados que no pudieron ver al Barça-Valencia en el campo tendrán prioridad
Por el momento, no se llega a tiempo para el Barça-Getafe. En realidad, en el club ya se lo veían a venir, por lo que habían movido piezas para que el Barça Atlètic - Castellón de Segunda RFEF de este fin de semana, que también se jugará en el Johan Cruyff, se jugara el lunes para evitar coincidir con el duelo del primer equipo. El aforo volverá a ser de 6.000 espectadores, una cifra por debajo del mínimo que permite el reglamento liguero, que volverá a hacer una excepción al tratarse de un caso excepcional.
"De los 16.151 socios y socias con pase para las temporadas 2023-2024 y 2024-2025 íntegros en Montjuïc, tendrán preferencia quienes no pudieron asistir al pasado partido de la jornada 4 de Liga, ante el Valencia CF", explica el Barça en un comunicado. "De esta manera, aquellos que no resultaron agraciados al sorteo de entradas y no pudieron comprarlos en el período posterior de venta tendrán preferencia de 24 horas [a partir del miércoles 17 a las 10 h] para comprar las entradas al partido. Pasadas las 24 horas de preventa para este grupo de socios y socios socias que tuvieron pase las dos temporadas íntegras en el Estadi Olímpic Lluís Companys y que no han sido agraciados con una entrada".