El viaje de cannabis sativa de Szczesny: los apuntes en caliente del Benfica-Barça

BarcelonaVictoria loquísima del Barça en el campo del Benfica. Un gol de Raphinha en el último segundo sirvió la euforia a Da Luz (4-5). A continuación, unos apuntes en caliente.

Triunfo inverosímil del Barça en el último segundo en una locura de partido en Lisboa

Pura dinamita. La remontada azulgrana en Lisboa durará semanas y será recordada sobre todo si el proyecto actual acaba dando títulos en plural. Perdía 4-2 al Barça ante el Benfica, pero la fe de los de Flick no se apagó en ningún momento, tampoco bajo la intensa lluvia portuguesa. Es en estos momentos en los que aparecen los grandes jugadores. En este punto, y pese a que la empresa no estaba de vida o muerte porque la clasificación ya estaba en el zurrón, el equipo supo mezclar el espíritu cartesiano de Pedri, que puso un caramelo para el 4-4 de Eric Garcia, con la capacidad competitiva de Raphinha, autor de un doblete marca de la casa: el primero por pesado en la presión y el segundo por no negar ni un esfuerzo en el espacio. El brasileño no es ya un extremo con buen pie. Ahora es un demonio infalible cuando tiene autopista por correr. Imparable.

Minimizar los efectos de la cara B. El Barça es el equipo más divertido de la Liga y, con el permiso del Liverpool, también es el más atractivo de la Champions. Ninguno de sus rivales ha marcado más goles esta temporada y su tridente ofensivo es el más prolífico de Europa. Mérito de Flick, que ha convertido al Barça "en construcción" de Xavi en una apisonadora ofensiva capaz de golear dos veces al Real Madrid en media temporada mientras genera dudas en la Liga. La osadía de este equipo es un motor de ilusión indiscutible. Sin embargo, como todo, cuando el riesgo es un estilo de vida, el espacio a espaldas de los defensas, la falta de acierto en ataque y la falta de desequilibrio en estático más allá de Lamine Yamal y Pedri son malas compañeras de viaje . Si compramos este Barça, lo compramos también con sus contrapartidas. Incluso cuando sale cara, como ocurrió en Lisboa.

¿Sativa o indica, Tek? No es ninguna mentira si decimos que la primera titularidad de Szczęsny en un duelo de Champions con el Barça tuvo un impacto pésimo de entrada. Ni rastro, desde el principio, de la seguridad que se le presupone. De hecho, de los tres goles que recibió antes del descanso, en dos tuvo responsabilidad directa. Especialmente grave es la temeridad encarnada en el 2-1, en la que calculó mal la salida, casi inutiliza a Balde y dejó desguarnecida la portería. También cometió el penalti del 3-1. A cambio, en el límite del final, salvó el 5-4 in extremis en un mano a mano con Di María en los minutos más calientes. Más tarde, Raphinha serviría la locura. Un estreno, en definitiva, más propio de un consumidor habitual de cannabis sativa que de un fumador esporádico de tabaco industrial (como es el caso). Su papel es la mejor forma de explicar el éxtasis culé en Da Luz.

¿Pecado de juventud o dejadez? Nos decantamos por la primera opción. No, no es necesario hacer sangre. Y tampoco es muy coherente que un día inundemos al adolescente Lamine Yamal de elogios por sus trucos de magia y por la barra que gasta y al día siguiente le pegamos un palo consistente para no seguir a su lateral en la primera jugada de ataque del contrincante (con la mala suerte de que ésta acaba en gol). Como el de Rocafonda es joven para todo, también tiene derecho a entrar medio dormido en un partido. Ahora bien, debe ser consciente de los buenos hábitos que ha adquirido primero a las órdenes de Xavi y ahora con Flick. Porque además de ser un atacante temible, si se ha hecho tan grande en este Barça es porque sin pelota se ha acostumbrado a currar como un galgo. Defender y presionar también define a los mejores delanteros.

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