Un desconocido al frente de los árbitros de fútbol
La RFEF anuncia a Fran Soto Balirac como nuevo responsable de los colegiados
SabadellUn abogado de 45 años afincado en Vigo será el responsable de los árbitros de fútbol después de que la Federación Española de Rafael Louzán fulminara hace unos días la cúpula arbitral que dirigían Luis Medina Cantalejo y Carlos Cloz Gómez. Fran Soto Balirac, que nunca ha pitado en categorías del fútbol profesional español, será el nuevo presidente del Comité Técnico de Árbitros (CTA), un colectivo que está en el ojo del huracán cuando la pelota de fútbol rueda y que Florentino Pérez ha luchado por girar a favor de sus intereses desde hace años.
Soto deja una carrera de más de veinte años como abogado, hasta llegar a ser socio del despacho Garrigues. Es licenciado en derecho y especialista en asesoramiento tributario de empresas (entre ellas algunas cotizadas en el BME), lo que le ha llevado a asesorar a empresas y deportistas sobre cuestiones relacionadas con su especialización.
Más conocido por sus compañeros como Balirac (su segundo apellido), asume el cargo por pura vocación arbitral y no por motivación económica, ya que su vertiente profesional le aporta más beneficios que liderar el CTA. Ha iniciado "la nueva etapa" desmarcándose del pasado más reciente del comité y de Negreira y regateando la pregunta en relación a los polémicos vídeos de Real Madrid TV. No quiere estar en el centro de la polémica e incluso se ha borrado su cuenta personal en X antes de tomar posesión.
Compaginando su actividad profesional, Soto desarrolló su vocación arbitral como colegiado de fútbol entre 2002 y 2015 en Tercera Autonómica, Segunda Autonómica, Primera Autonómica y Preferente (8 temporadas), como asistente a 2ª B, y en fútbol base. Esta pasión por el arbitraje le llevó a ejercer de vocal en la junta de gobierno del Comité Gallego de Árbitros de Fútbol ya asumir el puesto de delegado en el mismo comité en 2015 y posteriormente desde 2020 hasta asumir su nuevo cargo como presidente del CTA de la RFEF.
Soto asegura estar "empapado del fútbol base y amateur", lo que le permite tener una visión amplia del colectivo. Los colegiados que han compartido tiempo con él le definen como un "trabajador incansable que prioriza el trabajo en equipo al autoritarismo", y también como "un gran compañero que siempre está dispuesto a echar una mano".
Aparte de agradecer el trabajo a sus predecesores, Soto también ha guiñado un ojo a sus nuevos subordinados afirmando categóricamente que "los árbitros españoles son los mejores a escala mundial y tienen un nivel estratosférico". Conoce de primera mano todos los episodios que han sufrido los colegiados con el mandato de Medina y ha querido marcar un punto de inflexión para distanciarse del antiguo gobierno: "Me pelearé con quien haga falta para defenderos", ha dicho. Una declaración de intenciones que busca acercarse a un colectivo maltratado que se ha visto obligado a crear su propia asociación para proteger sus intereses.
La IA, clave en el nuevo arbitraje
Fran Soto sabe de qué pie se duele el arbitraje nacional y prometió un sistema en el que se premie "la meritocracia, la independencia, la transparencia, la objetividad y la uniformidad de criterio".
Lo más destacable es la aplicación de la inteligencia artificial para "intentar objetivar todos los parámetros posibles". Esta área estará dirigida por un responsable que trabajará para que la tecnología pueda incidir en las designaciones y en el sistema de evaluación de los árbitros. Una tarea ciertamente complicada dado que las actuaciones arbitrales suelen valorarse desde un criterio muy subjetivo y que virtudes como la gestión del partido, la credibilidad, la confianza o la autoridad son difíciles de calibrar.
Por otra parte, Soto ha creado una comisión de unificación de criterios en la que también participarán ex jugadores y ex entrenadores. El objetivo es que el debate sobre cómo resolver jugadas no se haga sólo a nivel interno, sino que el mundo del fútbol también pueda ofrecer su punto de vista, aunque a la hora de la verdad serán los profesionales del arbitraje quienes tomarán la última decisión. Los primeros temas que estarán sobre la mesa serán el criterio en relación con las manos y el uso del VAR. En relación al videoarbitraje, el abogado gallego ha cerrado la puerta a la posibilidad de que personas que no sean árbitros formen parte de la sala VOR.
El organigrama también contará con un responsable de relaciones institucionales. Un cargo que será ocupado por un exárbitro que atenderá a los medios de comunicación y hará de enlace entre el colectivo y el propio presidente. Esta figura tendrá un papel representativo y no tendrá ninguna incidencia en la toma de decisiones dentro del CTA.