El Europa cambiará Gràcia por Nou Barris si el Nou Sardenya no se pone al día
El club escapulado elige Can Dragó como opción alternativa para jugar a partir del 16 de enero
Barcelona"No nos planteamos jugar en otro estadio". La postura del Club Deportivo Europa es clara: agotar las opciones de seguir jugando en el Nou Sardenya más allá del 16 de enero. Pero una situación que parece bastante complicada. La normativa de la RFEF está clara: "Es requisito para competir en Primera Federación disponer de un campo de césped natural para poder disputar todos los partidos oficiales". La postura de los otros clubs de la categoría, que no ven con buenos ojos un cambio de la normativa, también hace difícil que pueda haber modificación alguna del reglamento. Así pues, al club de Gràcia sólo le quedan dos opciones para jugar todo el año en casa: obtener una moratoria superior a los seis meses actuales (una solución complicada en estos momentos) o recurrir a la vía judicial.
La RFEF también obliga a los clubs a escoger un estadio alternativo en el momento de la inscripción. Y es aquí donde, en colaboración con el Ayuntamiento de Barcelona, ha presentado la opción de jugar en el complejo deportivo de Can Dragó, en el barrio de Porta, junto a la avenida Meridiana. El terreno de juego situado en Nou Barris es la vía que el club escapulado se plantea. Dispone de césped natural, pero debería adecuarse para cumplir todos los requisitos: debería tener una capacidad mínima de 3.000 espectadores y unas gradas perimetrales para todo el estadio y mejorar la iluminación. Para ello, el consistorio prevé realizar una inversión en torno al millón de euros, aunque los tiempos van a la contra. "Una obra de esta magnitud en seis meses es absolutamente imposible, vamos a arreglar de forma manual y artesanal las manchas de césped que hoy hay para que el estado del terreno de juego sea óptimo", ha asegurado el concejal de Deportes, David Escudé, que ha añadido que se pondrán a trabajar ya. "Como no se ha aceptado la moratoria de un año que nos hacía tener más oxígeno, deberá hacerse a partir de mañana".
Europa y el Ayuntamiento tendrán hasta el 16 de enero para hacer las modificaciones necesarias, aunque mientras tanto se continuará trabajando para jugar todo el año en el Nou Sardenya, tal y como ha explicado el presidente del club, Héctor Ibar. "En ningún caso nos rendiremos, y seguiremos luchando por poder acabar la temporada en nuestro campo. Es una de nuestras fortalezas y salir del Nou Sardenya es debilitarnos". En este sentido, el máximo dirigente ha asegurado que los entrenamientos estarán en el Nou Sardenya con la posibilidad de hacer uno a la semana en Can Dragó, siempre que el mantenimiento del césped lo permita.
Ambas entidades llevan semanas trabajando para encontrar la mejor solución posible. En junio viajaron a Madrid para exponer a los demás equipos de Primera Federación los argumentos para jugar en césped artificial. Entre los principales motivos se encuentran la reciente inversión realizada para renovar el césped artificial, la imposibilidad de albergar el fútbol base (que no podría jugar en Cerdeña) y el parking sótano, que aumentaría en exceso la inversión. Aquí existe una contradicción. La FIFA y la UEFA sí permiten jugar en campos de césped artificial homologados: "Exceptuando la final, que se jugará sobre césped natural, los partidos de la competición se podrán jugar sobre césped artificial de acuerdo a las regulaciones sobre infraestructuras de la UEFA, siempre que esté certificada por la FIFA". Una situación curiosa que permite ver semifinales de Europa League en campos de césped artificial (como es el caso del Bodo-Glimt en la última edición), pero no en Primera Federación, donde la exigencia es clara.
El campo del Águila, más problemas para Europa
Este año la licitación del campo del Àliga, un terreno de juego municipal en Gràcia, volvía a salir en convocatoria después de unos años en los que la gestión había corrido a cargo de la Peña Barcelonista Barcino. El Europa es uno de los clubs que se presentaron para intentar controlar de nuevo el campo y poder utilizarlo para los equipos de la base, un primer paso para poder plantearse un cambio de césped en el Nou Sardenya sin echar su fútbol base. Sin embargo, la licitación el Ayuntamiento la declaró desierta, algo muy criticado por Europa. La entidad presidida por Héctor Ibar mostró su "indignación y malestar" por la decisión y aseguran tener la sensación de "agravio del distrito de Gràcia hacia el club", como dicen en un comunicado en su página web.