Florentino arremete contra la renovación arbitral que él mismo impulsó
El Real Madrid aprieta el cerco contra los árbitros y prepara un informe para la FIFA
BarcelonaLa expulsión de Dean Huijsen en Anoeta ha destapado la caja de los truenos. Era el minuto 30 de partido cuando el defensa madridista sujetó a Oyarzábal y le derribó al suelo. Jesús Gil Manzano se puso la mano en el bolsillo y sacó la tarjeta roja. Una decisión muy polémica, ya que el reglamento establece que, por considerar una acción como ocasión manifiesta de gol, deben valorarse varios factores: el número y la posición de los defensores, la distancia de la falta respecto a la portería, la probabilidad de control del balón y la dirección del juego. En este caso, la mayoría de estos condicionantes no se cumplían. Sin embargo, el VAR decidió no intervenir y acabó avalando el error de GilMan.
Xabi Alonso, entrenador del equipo blanco, ya expresó su malestar y admitió que las explicaciones del árbitro no le habían convencido. Pocos minutos después, Real Madrid TV anunciaba que el club estaba preparando un informe para enviar a la FIFA, en el que recogería todos los errores que, a su entender, han perjudicado a los intereses del Madrid durante la temporada 2024/25 y en las cuatro jornadas disputadas de la actual campaña.
Florentino, principal impulsor de los cambios que se han hecho en el CTA este verano, ha activado el misil contra el colectivo arbitral nada más empezar, pese a que el Madrid cuenta sus partidos de Liga por victorias y que la mayoría de decisiones arbitrales controvertidas le han favorecido. Sin ir más lejos, superó a Osasuna gracias a un penalti dudoso sobre Mbappé y encarriló el triunfo en el campo del Oviedo después de que el colegiado considerase que Tchouaméni no había cometido falta al inicio de la jugada. En cuanto al gol anulado a Arda Güler ante el Mallorca, pese a generar controversia en el Bernabéu, no existía margen para el debate desde el punto de vista arbitral.
La asociación de los árbitros se plantea mover ficha
Este verano los árbitros profesionales decidieron constituirse en asociación para defenderse jurídicamente de cualquier persona o entidad que atentase contra su honor. La decisión se gestó a raíz del comunicado del Real Madrid, tras perder en el campo del Espanyol, en el que criticaba con dureza el estamento arbitral y reclamaba unos cambios que han acabado produciéndose.
Los colegiados optaron por una tregua para dar margen de maniobra a los nuevos dirigentes, pero la declaración de intenciones de Florentino ha encendido las alarmas dentro del colectivo, que es consciente de que tendrá que actuar si no quiere volver a ser pisado. La polémica ha llegado demasiado temprano, justo al inicio de la competición, y son conscientes de que si no toman cartas al asunto, la liga puede hacerse muy larga.
Una plantilla de VAR desprestigiada
Uno de los grandes anhelos de la Liga y la Federación Española era la creación de una plantilla de árbitros de VAR que se especializaran en esta función sin pisar el terreno de juego. Fran Soto, el flamante presidente del CTA, tuvo que asumir el encargo y reclutó a 15 colegiados para cubrir todos los partidos de Primera y Segunda División.
El principal handicap es que los escogidos eran árbitros recientemente retirados o descendidos. Los mejor considerados por la UEFA –Juan Martínez Munuera, Alejandro Hernández Hernández y Ricardo de Burgos Bengoetxea– se vieron forzados a renunciar a su plaza en la sala VOR y actualmente se limitan a actuar como asistentes de VAR.
El nuevo responsable del videoarbitraje, Eduardo Prieto Iglesias, ha dado instrucciones explícitas de reducir el uso del VAR de forma drástica, lo que implicaría permitir la intervención sólo en errores claros y manifiestos. El resultado es que el número de revisiones se ha reducido a la mitad respecto a las últimas tres temporadas, pero, sin embargo, la polémica ha ido en aumento.