Fútbol

Irregularidades en el VAR: una sala invisible abre la caja de pandora

La sala VOR, donde se analizan las jugadas polémicas, se comunica con otro espacio, algo que va contra el reglamento internacional

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César Soto Grado consultando el VAR

BarcelonaDesde la temporada 2021-22 hasta la actualidad, el Comité Técnico de Árbitros (CTA) tiene activada una sala adicional a la VOR –donde se escudriñan las decisiones susceptibles de ser revisadas por el árbitro de campo– para apoyar a los tres profesionales que confeccionan el equipo del VAR. Los árbitros la conocen como la sala de operaciones. Este espacio está ubicado en la ciudad deportiva de la RFEF en Las Rozas, al igual que la VOR. Es otra habitación con muchos monitores para visualizar todos los tiros de cámara y que está dirigida por una figura denominada director de operaciones, que tiene la responsabilidad de revisar todo el procedimiento que llevan a cabo los árbitros en la sala VOR y, desde hace unos meses, comunicarse con ellos si detecta algún error.

El CTA oculta esta función porque está prohibida. El protocolo VAR, elaborado por la International Board, que es el órgano que rige la normativa del fútbol, determina en su apartado número 3 que “únicamente las personas autorizadas podrán entrar en la sala de vídeo o comunicarse con el árbitro del VAR, el AVAR (ayudante de VAR) o el técnico de repeticiones”. Las personas autorizadas son las que han sido previamente designadas para formar parte del equipo arbitral, el del terreno de juego y el de la sala VOR.

¿Quién ejerce de director de operaciones?

La primera temporada que se llevó a cabo esta función fue la 21-22 y los directores de operaciones eran Clos Gómez y Undiano Mallenco. Ambos exárbitros formaban parte del equipo directivo de Medina Cantalejo, pero se limitaban a supervisar las decisiones del VAR sin tener ningún tipo de comunicación. Debido a la alta carga de trabajo que suponía estar todas las jornadas cubriendo todos los partidos, delegaron esta responsabilidad y, durante la 22-23, los designados para estar en la sala de operaciones fueron los árbitros del cuerpo específico de VAR. A diferencia de Clos y Undiano, los árbitros sí tenían indicaciones de ponerse en contacto con sus compañeros de la sala VOR si consideraban que se estaba cometiendo algún error. Una instrucción que atenta contra las reglas del videoarbitraje, pues pueden condicionar la decisión final del responsable del VAR.

Durante el primer tramo de la temporada 2022-23, los árbitros VAR hacían 2 partidos en la sala VOR y lo compaginaban con la sala de operaciones. Hasta que en febrero las cosas se torcieron: la denuncia del colegiado catalán Xavier Estrada Fernández por el caso Negreira hizo enfadar mucho a la cúpula arbitral, que decidió multiplicar el trabajo a los árbitros del cuerpo específico. Aparte del leridano, los perjudicados fueron Iglesias Villanueva, Medié Jiménez, Jaime Latre y González González, que fueron apartados de su puesto de trabajo en la jornada 37 después del caso Vinícius en Mestalla. Luego, presentaron las pertinentes denuncias por despido improcedente. El caso está pendiente de resolución.

Este año, el director de operaciones ha cambiado de nomenclatura y se llama VAR reserva.

Una tarea sin remuneración económica

Los árbitros no han percibido remuneración alguna para desarrollar la tarea de director de operaciones. El CTA les obliga a realizar esta función y, hoy en día, siguen obedeciendo estas instrucciones. Muchos de ellos no están de acuerdo en pasar por el aro sin contraprestación económica, pero también saben que levantar la voz les podría acarrear un descenso de categoría.

El diario ARA se ha puesto en contacto con Clos Gómez, el responsable del VAR en el fútbol español, pero ha declinado hacer declaraciones. Por su parte, fuentes de la Liga aseguran que saben que existe esa sala, pero desconocen qué es lo que allí sucede en su totalidad.

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