Fútbol

"Casi ni pestañeábamos": los primeros alumnos de Pep Guardiola, 15 años después

Se cumplen tres lustros del debut en los banquillos del entrenador de Santpedor, convertido hoy en referencia mundial del fútbol

Arnau Segura
4 min
Pep Guardiola, en su presentación como entrenador del Barça B.

TorellóRecuerda bien el día del primer entrenamiento con Pep Guardiola como técnico del Barça B, el 23 de julio del 2007. "Sentado en una pelota, cogió césped, lo olió y nos dijo que teníamos que sentir amor por eso. Por el verde. Por el olor del césped acabado de cortar. Por el juego", revive Víctor Sánchez, ex del Barça, el Espanyol y el Girona. "Se me puso la piel de gallina", dice Víctor Vázquez, ahora en el Los Angeles Galaxy. El Barça B acababa de bajar a Tercera y Joan Laporta dio las llaves del filial a Guardiola, para vivir su primera experiencia en los banquillos. El descenso del B comportó la desaparición del C y un exceso de jugadores. "Él se iba reuniendo uno por uno con nosotros. Íbamos al despacho como quien va a recoger la nota de un examen. Y además era Guardiola, no uno cualquiera", rememora Sánchez, volviendo a los 19 años.

Continúa Daniel Toribio, hasta ahora jugador del Lleida: "Temblábamos yendo a las reuniones individuales, aquel verano. Yo tenía muchos nervios, muchos, porque era muy joven y no quería cagarla. En el primer encuentro me dijo: «estás fuera del club. No, es broma». «La madre que te parió, cabrón», pensé. Me lo dijo para quitarme los nervios". También recuerda la primera reunión Sito Riera: "Debo de ser de los únicos futbolistas de todo el mundo que le han dicho que no. Tengo el recuerdo de decirme: «Sito, tú quédate aquí conmigo y el año que viene estarás en el primer equipo ganando una cantidad de dinero importante y a mi lado». Y no me lo creí. No me lo creí". Por una parte, siempre se ha arrepentido: "Con los años lo ves con perspectiva y dices «hostia, quizás sí que hubiera podido jugar en el primer equipo, aunque fuera un año, o un partido»". Sí, habría podido ser Busquets o Pedro. "Pero nunca se sabe. Me la quise jugar y pienso que la vida es esto: tomar decisiones. A veces te sale mejor y a veces te sale peor, pero cuando tienes una idea clara tienes que tirar para adelante", matiza Riera, que desde el 2008 ha jugado en Grecia, Ucrania, Kazajistán, Polonia y Chipre. Ahora tiene 35 años.

Dudando, se marchó al Espanyol B porque era una opción "más fiable y más factible para jugar en el primer equipo" y para compartir vestidor con su hermano, Albert Riera, pero antes de dejar atrás el Miniestadi marcó el gol del primer triunfo de Guardiola como entrenador, en un amistoso contra la Gramenet B disputado el 27 de julio del 2007 ante 600 personas. El duelo, del cual hace 15 años, empezó con un minuto de silencio por la muerte del padre de Joan Laporta y acabó con una diana de Riera (87'), asistido por un Thiago Alcántara de 16 años. "Recuerdo decir: «Hostia, este niño es muy bueno»", dice Riera, zambulléndose en un mar de recuerdos y anécdotas. Aquella tarde el tridente ofensivo lo formaban Víctor Vázquez, Gai Assulin y Pedrito, que más adelante sería Pedro.

Pep Guardiola, en el banquillo del Miniestadi, el día de su debut como entrenador.

"Que haya contacto, que se toquen"

Riera elogia las charlas colectivas de Guardiola: "A veces, depende del entrenador, de golpe desconectas y dejas de escuchar. A él todo el mundo lo escuchaba, fuera el rato que fuera". "Era como ir a la escuela. Tiene una visión que lo hace único y una inteligencia y un feeling con el fútbol que lo sitúa por encima de los otros. Te da una confianza que te hace jugar libre, feliz, contento", añade Vázquez. "Casi ni pestañeábamos. El primer día, cuando entró en el vestuario, ya vimos a un ganador", completa Toribio. Haciendo memoria, el preparador físico Aureli Altimira explica, riendo, que "un día en La Masia, antes de empezar la temporada, me dijo que en la jornada 10 ya seríamos campeones. O que llevaríamos diez puntos más que los segundos". El ex del Barça habla con el ordenador delante, revisando datos de aquel año que acabó con el regreso del filial a Segunda B. "De vez en cuando lo repaso. El primer día hice un ejercicio de estos que se agrupan y se abrazan y me dijo: «Esto me gusta, que haya contacto. Que se toquen». El mismo día del partido entrenamos por la mañana. Trabajamos movimientos ofensivos, salida de balón, estrategia y córners defensivos. Lo tengo apuntado aquí", explica Altimira.

Guardiola, el 2008.

Víctor Sánchez enfatiza el carácter ganador y la seguridad del técnico con un ejemplo del curso siguiente, ya con Guardiola en el primer equipo. "Después de empezar la Liga perdiendo con el Numancia y empatando con el Racing de Santander, recuerdo estar en el gimnasio del vestuario del primer equipo con Puyol, Xavi y no sé quién más. Me decía: «Víctor, diles que al final acabaremos siendo campeones, que con mi idea de juego iremos hacia arriba, que no se preocupen». «Irá bien, tranquilos. Hemos empezado mal: por eso, por eso, por eso. Pero irá bien», repetía", recuerda Sánchez. Debutó con el primer equipo todavía con Frank Rijkaard (2007-2008) y jugó más de un partido en el Camp Nou con Guardiola, como Vázquez. Tanto Sánchez y Vázquez como Toribio y Riera hablan de Guardiola como "un genio" y un visionario: "Durante la semana decía: «Pasará esto», y en el partido pasaba". Y como uno de los entrenadores que más los han marcado. "Buf, aquella temporada, todo aquello no se olvida", reconoce Toribio. "Buf, fue una cosa muy grande", suspira Riera. "No recordaba aquel gol contra la Grama. Ya hace muchos años. Ahora lo he recordado y me ha dado alegría. Me hace mucha ilusión", dice, feliz. Y ríe.

stats