PRIMERA DIVISIÓN

Los quebraderos de cabeza del Girona para crear una plantilla de Champions

Quique Cárcel tendrá que volver a acertar y Míchel se preocupa por posibles bajas importantes

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Delfín Geli, Míchel Sánchez y Quique Cárcel, en Montilivi.

GIRONA"Me preocupa mucho que el equipo se debilite la próxima temporada". La frase es de Míchel Sánchez, el entrenador de un Girona que tendrá quebraderos de cabeza para confeccionar una plantilla que tenga el don de afrontar tres competiciones: la Liga, la Copa del Rey y la Champions League. Este viernes los gerundenses se despiden del mejor curso de su historia, en el que acabarán terceros de Primera, recibiendo al Granada (21 horas, Gol). Montilivi será una fiesta, como lo serán el domingo las calles de la ciudad con el desfile programado para celebrar el hito de disputar competición europea por primera vez.

"Quiero que la mayor parte de la plantilla se quede con nosotros el próximo año en la Champions. Y no sólo eso, lo más importante del próximo curso es la Liga. Habrá que estar al pie del cañón porque en el ' élite, si juegas tres competiciones y te olvidas de la más importante, hay muchos equipos que han sufrido mucho. No será un año fácil para nosotros, podemos tener un problema", resume el madrileño. La mayoría de integrantes de su vestuario están en el escaparate, después de un curso brillante.

Costará retener Miguel Gutiérrez, por quien el Madrid tiene una cláusula de compra por ocho millones que puede hacer efectiva; Aleix Garcia, que despierta el interés del Bayer Leverkusen; Iván Martín, a quien el Athletic tantea, o Artem Dovbyk, en las agendas de los grandes clubs europeos. Míchel también perderá a Eric Garcia, a quien querrá recuperar; Yan Couto, que el City podría vender porque acaba contrato el próximo verano, y Savinho, del que esperará el regreso en un viaje a Manchester que debería ser de vuelta una vez los dos clubs oficialicen que la empresa matriz, el City Football Group cambia el reparto de poder en Girona para poder jugar la Champions.

Quique Cárcel, pues, tendrá que volver a acertar vendiendo bien y comprando aún mejor. En primer lugar, para mantener el listón lo más elevado posible, sustituyendo las piezas importantes; y, en segundo lugar, para añadir riqueza y profundidad de plantilla a un vestuario sobre el que rodeará una exigencia altísima. El aumento del presupuesto ayudará, claro: pasará de los 60 millones actuales a las tres cifras, porque subirá a los 100 millones.

Comprar por un millón y vender por tres

Pero ¿cuál es el modelo de negocio que utilizan los rojiblancos para fichar a jugadores? "No podemos luchar contra los grandes clubs, pero sí podemos buscar futbolistas de un paso intermedio, que al cabo de un tiempo pueden ser relevantes en el fútbol profesional, y ser su plataforma. Aquí apostamos por la gente joven, tenemos un entrenador que les hace jugar y Girona es un buen entorno para que crezcan. Aquí es donde debemos saber vendernos", argumenta Quique Cárcel en el programa de Itnig sobre el Girona que se puede encontrar en YouTube.

"Debemos tener una idea clara en la inversión de qué tipo de jugador queremos", continúa, y sitúa el foco en aquel "que pasa una mala etapa y es buen momento para ficharlo y que se revalore para una futura venta": "Nosotros, cuando llevamos a un jugador por un millón, lo hacemos pensando que pueda tener un crecimiento futbolístico en el que lo podamos vender por tres y por eso hay que tener nariz, intuición".

Las incorporaciones, en Montilivi, se consensúan no solo con la parte deportiva (Quique Cárcel y Míchel Sánchez) sino con la financiera, con Ignasi Mas-Bagà, CEO del club, que también da su punto de vista. "Estamos bien organizados. Quique comienza las negociaciones con los agentes y el jugador, obviamente. Cuando la cosa llega a escala de club, porque hay un traspaso, es cuando me meto y nos dividimos el trabajo. Allí tenemos una primera cata. por dónde se moverá la transacción". Entonces, se organiza una ficha personal y una especie de DAFO, con un esquema de trabajo en el que se señalan las debilidades, amenazas, fortalezas y oportunidad de cada operación. "Si tenemos que invertir, nos hacemos muchas preguntas. ¿Cuál será el año adecuado para venderlo? ¿Cuánto esperamos sacar? ¿A qué nivel llegará el futbolista?".

El Girona tiene un equipo que organiza proyecciones bajo parámetros y variables básicos. Desde cuántos partidos jugará el futbolista en cuestión hasta cuántos goles marcará, pasando por la parte médica, con el correspondiente historial de lesiones, y acabando con el impacto que tendrá, de qué forma consume el límite salarial y cómo afectará a futuras operaciones. "Lo que esperamos, como mínimo, es doblar la inversión; pero después los planes cambian en función de las necesidades. Y de los ciclos, porque hay cosas que hoy tienen un precio y otro mañana. También es verdad que hace unos años que construimos parte del presupuesto basándonos en las ventas, nos preguntamos qué futbolistas son los vendibles. El riesgo les ha llevado a la Champions.

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