El coleccionista de cromos que comanda el nuevo Espanyol

BarcelonaCuando era pequeño y hacía sus primeros goles en el campo de arena del Cubelles, Edu Expósito soñaba con jugar en Primera División. Sus profesores le decían que no llegaría, que se centrara en los estudios porque no le había captado ninguna gran cantera y con 15 años todavía estaba en el club del pueblo. Es por eso que cuando debutó con el Deportivo de A Coruña, a los 20, empezó a hacerse las colecciones completas de los cromos de la Liga en las que él aparecía para recordarse cómo le había costado estar. Tras más de 130 partidos en la élite, sigue comprando sobres en el quiosco y ya tiene un buen puñado de cromos suyos para enseñarles a su hijo; los últimos, con la camiseta del Espanyol, que le fichó del Eibar en el 2022.

La resurrección de Edu Expósito

Expósito tiene ahora 29 años y se siente mejor que nunca. Nadie lo hubiera imaginado hace doce meses, cuando el centrocampista blanquiazul se estaba recuperando de una rotura de ligamentos que se hizo con el equipo en Segunda División y que le dejó fuera de los terrenos de juego durante casi un año entero. Siempre se ha preocupado mucho por la salud mental y en el proceso fue clave la ayuda de su coach personal, con quien llevaba tiempo trabajando. La caída a los infiernos le ha hecho valorar más el éxito alcanzado, y disfruta de cada entrenamiento y partido como no había disfrutado hasta ahora.

En la reintroducción competitiva, también le ayudó mucho Manolo González, con quien aún no había podido debutar, y que le entregó las claves del equipo en cuanto lo vio a punto. Acertó de lleno porque su progresivo resurgimiento –tuvo minutos por primera vez el diciembre de 2024– coincidió con el del Espanyol, que, con un par de actuaciones brillantes de Expósito el pasado abril, en el campo del Rayo Vallecano y el Celta de Vigo, encarriló la salvación en Primera División. Es gracias a la permanencia que el de Cubelles, un enfermo del fútbol que como su entrenador se pasa los fines de semana viendo partidos en televisión, sigue coleccionando los cromos de la Liga y se puede fichar a sí mismo al Biwenger en sus diversas ligas con sus amigos.

Capitán y estilete de Manolo González

En verano, Manolo González y sus compañeros le otorgaron aún más galones, y le eligieron como uno de los capitanes del equipo. De facto, ya ejercía como tal; hace tiempo que hace de policía en el vestuario, cobrando las multas, y de puertas afuera cuando es necesario, levanta la voz contra quien falta al respeto al club. "Es feo el gesto que ha hecho, debe recordar cuál fue el primer equipo que le dio comida", reprobó públicamente el pasado domingo al experiquito Pau López, que se dirigió a la grada tras parar el penalti definitivo a Javi Puado.

Pero ni la derrota ante el Betis ni los cuatro partidos consecutivos sin ganar inquietan al equipo, que llevaba años sin jugar tan bien y sabe que va por el buen camino. De hecho, perfectamente podría haber acumulado un nueve de nuevo porque en las últimas tres jornadas el conjunto blanquiazul ha rematado 55 veces, prueba inequívoca de la evolución ofensiva de los de Manolo González, que con mejores piezas ha sublimado su propuesta futbolística. La contribución de Expósito ha sido primordial.

El Espanyol es un equipo de autor, de lo más intenso y vertical, que necesita muy pocos pases para expandirse y acercarse al gol. Y como el garrafenc, con madera de entrenador –ya se ha sacado el primer nivel y quiere probarse en los banquillos cuando cuelgue las botas–, tiene el fútbol en la cabeza y, según su técnico "es el futbolista con mayor capacidad de pase del equipo, sobre todo para poner balones en el espacio", interpreta y desarrolla mejor que nadie el libreto de Manolo Gon.

Por tanto, no es casualidad que este curso casi el 20% de las ocasiones de los pericos nazcan de sus botas, ni que se esté haciendo un harto de recuperar balones a campo contrario. Tampoco que los tres últimos goles blanquiazules hayan surgido de una acción a balón parado ejecutado con precisión quirúrgica por parte de Edu Expósito –es el jugador de toda la Liga que más centros ha marcado este curso–, el cromo estrella de un Espanyol con una envidiable salud futbolística.