Macroeconomía

Baja el ritmo de crecimiento de precios en junio a pesar del alza de la electricidad y carburantes

Sin tener en cuenta la energía, la inflación fue solo del 0,2%

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El precio de los combustibles ha moderado el ritmo de crecimiento este junio.

BarcelonaEl coste de la energía, en particular el aumento del precio de la electricidad y el elevado coste de los carburantes, ha mantenido este mes la tendencia al alza de los precios de bienes y servicios de consumo en España, según datos avanzados del índice de precios al consumo (IPC) publicados este martes por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

Concretamente, los precios han aumentado un 2,6% en comparación con el mismo mes de 2020, una décima menos que el incremento interanual registrado en mayo. En comparación con el mes anterior, la subida ha sido del 0,4% en todo el Estado.

Los datos avanzados –que no están segregados por comunidades autónomas– muestran, pues, una ligera moderación en la subida de precios, que a pesar de todo siguen subiendo. La razón principal de la subida sigue siendo el creciente coste de la energía. Hay que tener en cuenta, por ejemplo, que el día 1 de junio entró en vigor el nuevo sistema tarifario de la electricidad, que ha representado aumentos de los precios que han situado el recibo de la luz a máximos históricos.

El INE destaca, sin embargo, que en el caso de los carburantes y combustibles este mes se ha registrado un frenazo en el crecimiento del precio que explica por qué el IPC ha aumentado a un ritmo algo más bajo que en mayo.

Además, también hay que tener en cuenta que el mes de junio del año pasado la economía española y mundial apenas empezaba a retomar la actividad después de meses de fuertes restricciones y cierres debido a la pandemia que provocaron una rebaja considerable de los precios que se prolongó durante el verano y el otoño. Esto hace que los precios estuvieran a niveles muy bajos y que con la recuperación actual se produzcan incrementos de precios a un ritmo más rápido de lo que es habitual en un contexto económico normal.

La inflación subyacente sigue baja

A pesar de las subidas, sin embargo, los datos muestran que los incrementos se centran sobre todo en el coste de la energía, pero que una vez descontado, los precios se mantienen casi planos. El IPC subyacente, que descuenta los precios de la energía y otros elementos muy volátiles, como la alimentación, ha crecido un 0,2% este junio en relación con un año atrás, la misma tasa que la registrada en mayo. Es decir, el coste del resto de productos que no son electricidad, carburantes y alimentación se mantuvo cerca del 0%.

Los datos concuerdan, de momento, con los análisis del Banco Central Europeo, el organismo encargado de mantener los precios bajo control en la zona euro. El organismo presidido por Christine Lagarde ha previsto que este año el coste de la energía y la escasez puntual de primeras materias –provocada por un exceso de demanda– puedan ocasionar picos puntuales de la inflación, a pesar de que en general los precios se mantendrán a niveles bajos debido a varios factores.

El primero es la elevada desocupación que todavía hay en Europa y España. El segundo, relacionado, es el bajo ritmo de crecimiento de los sueldos en la zona euro. Y el tercero es que todavía hay sectores con mucho peso en la economía que están funcionando a medio gas o están parados por culpa de las restricciones contra el covid-19, como por ejemplo el turismo, el ocio o la restauración.

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