Banca

Opa en el Sabadell: un mes después, la bolsa dice que no

Los títulos del banco catalán rozan máximos de nueve años un mes después de que se conociera el interés del BBVA

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Carlos Cuerpo y Josep Oliu en las jornadas del círculo de economía de Barcelona.

En el umbral del 9%. Un mes después, esto es lo que han subido las acciones del Banc Sabadell una vez se ha sabido el interés del BBVA por la entidad catalana con sede en Alicante. En millones de euros de valoración, la escalada alcanza los 750 millones, con lo que el banco que preside Josep Oliu saltó de los 9.400 a los 10.300 millones de euros de valoración bursátil. Al cierre de la jornada del miércoles, el Sabadell tenía la acción a 1,90 euros, por encima de los 1,74 con los que estaba el lunes, 28 de abril, por la noche, justo antes de que al día siguiente trascendiera que BBVA quería comprar la entidad. Es un valor que roza los máximos de 2015.

El reverso de la moneda es para el BBVA. Como es habitual en estos casos, la empresa objeto de deseo se revaloriza, mientras que la empresa que debe comprar pierde parte del valor, como ocurre. La acción del banco de origen vizcaíno valía 10,90 euros hace un mes y ahora está en 9,77 euros, lo que supone una caída del 10%. En valoración en bolsa, la entidad ha perdido 6.600 millones de euros.

Durante este mes tormentoso en el que el Sabadell ha dicho que no a la oferta del BBVA y después ha tenido que coordinar la respuesta a la primera opa hostil en más de tres décadas en la banca española, la acción ha ido subiendo , aunque en los últimos días se ha estabilizado en torno a 1,90 euros. "La opa es un freno a la dinámica que llevamos en los últimos meses", lamentaba esta semana un directivo del Banc Sabadell. Desde enero, la entidad es el valor que más ha subido en el Ibex 35, con un 73%.

Esta subida del precio de la acción tiene un efecto directo en la opa: la seguridad del BBVA en la que la oferta a los accionistas del Sabadell convencerá a más del 50% del capital se basa en que ofrece comprar las acciones a 2,26 euros, lo que supone una prima del 30% si se tiene en cuenta el precio de la acción del 29 de abril. El problema para BBVA es que la memoria de los accionistas es corta y si a finales de año, cuando se prevé que se decida la trascendental opa, el banco catalán cotiza a 2 euros, esa prima del 30% sería sólo del 13% respecto al valor del momento.

Es por eso que, a pesar del optimismo que muestran en Sabadell y BBVA (los primeros, convencidos de que la opa no prosperará; los segundos, seguros de que sí saldrá adelante), otros banqueros de primer nivel explican que es demasiado temprano para saberlo. Según explican, será fundamental ver en los próximos meses cómo evoluciona el ritmo de la economía mundial, con factores que son una incógnita como la esperada bajada de tipos y aspectos geográficos de la situación que puedan vivir México, Turquía o Reino Unido, mercados donde BBVA y Sabadell tienen negocios. "Aún pueden pasar demasiadas cosas para saber cómo irá", explica un banquero veterano. "Cualquier fondo que diga que ya ha tomado una decisión miente", añade otra fuente conocedora del sector.

Los soportes del Sabadell

Banco Sabadell justifica el optimismo en tres factores. En primer lugar, cree que su acción trae una evolución tan positiva (hay que recordar que al cierre de 2020 valía 30 céntimos) que la oferta no es suficientemente generosa. En segundo lugar, como ha recordado esta semana por carta Josep Oliu a los accionistas, su plan para pagar 2.400 millones de euros en dos años en dividendos es mucho más rentable para los accionistas que la opción de entrar en BBVA, que no detalla qué dividendos daría a los accionistas.

El optimismo económico del banco ha recibido este mismo miércoles el apoyo de Fitch: la agencia de calificación ha mejorado de BBB- en BBB la nota del Sabadell, de estable a positivo, por la mejora de su rentabilidad y solvencia.

Y, finalmente, está el factor social: la fusión sería dolorosa para los trabajadores –se especula con recortes de personal de 5.000 personas– y para la competencia, lo que ha llevado a la práctica totalidad de partidos y administraciones a manifestar que rechazan la opa.

Este mismo miércoles, el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, insistía en el rechazo del gobierno a la fusión que quiere hacer el BBVA tras la opa. Cuerpo recordó que la posición del ejecutivo es "muy clara" y que no tiene necesidad de esperar a lo que diga Competencia sobre la operación.

Hay un último factor que en el banco catalán con sede en la Comunidad Valenciana apelan con especial satisfacción: desde que se supo el interés del BBVA por el Sabadell, el valor conjunto de ambos bancos ha descendido de forma clara. El 29 de abril, ambas entidades valían 73.000 millones de euros. Un mes después, valen 67.400 millones; por el camino han desaparecido 5.600 millones de valor potencial. ¿La conclusión? Que el mercado cree que BBVA y Sabadell valen más separados que juntos.

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