Macroeconomía

Más de 100.000 M€: nuevo récord histórico de exportaciones catalanas

La caída de los precios energéticos alivia el déficit comercial español

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Imagen de contenedores de mercancías en el puerto de Barcelona.

Madrid / BarcelonaNuevo récord absoluto de las exportaciones catalanas en el 2023. Las ventas en el extranjero de las empresas del Principado crecieron un 6,1% el pasado año, hasta situarse en los 100.684 millones de euros, la cifra más alta de la serie histórica. Así lo ha explicado este lunes el consejero de Empresa y Trabajo, Roger Torrent, según los cálculos de la agencia para la competitividad de la empresa de la Generalitat, Acció, a partir de las estadísticas publicadas hoy mismo por el ministerio de Industria español. Estos registros están un punto porcentual por encima de las previsiones que había elaborado el Govern el pasado octubre.

De nuevo las ventas de Cataluña en el extranjero lideran el conjunto de las exportaciones españolas, con el 26,2% del total, y ganan peso, ya que mientras las exportaciones catalanas crecen, las del conjunto del Estado han descendido un 1%. También se ha logrado el mejor dato de empresas exportadoras regulares (es decir, aquellas que han exportado de forma consecutiva durante los últimos cuatro años), hasta situarse en 17.757 compañías, un 1,6% más que el año anterior. Torrent ha destacado cómo el crecimiento del comercio exterior catalán ha sido superior al conjunto global, que la Organización Mundial del Comercio (OMC) fijaba en el 0,8%. También que este empuje en el Principado contrasta con la caída que han sufrido tanto el Estado (-1,4%) como la eurozona (-3,4%).

Otro dato destacado es la balanza comercial catalana de 2023: dado que las importaciones se redujeron un 1,6% hasta los 109.995 millones de euros, esto se ha traducido en una reducción del déficit comercial del 44,8 % y ahora éste es de 9.312 millones. El conseller de Empresa i Treball ha remarcado que estas cifras demuestran la "capacidad de resiliencia de la economía catalana", ya que el sector exterior ha sido capaz de adaptarse en momentos de incertidumbre. De cara al 2024, sin embargo, en el Govern son tanto optimistas como prudentes: "Hay un contexto de retos y se suman otros nuevos, tenemos que ver cómo evoluciona", ha dicho Torrent.

Descenso de las exportaciones al Estado

El respiro que han dado los precios energéticos, en particular el precio del gas, ha tenido un impacto directo en la balanza comercial española del año 2023. A pesar del déficit de ésta (el año pasado se importó más que exportar ), la caída de los precios energéticos ha permitido aliviar el saldo negativo con el que cerró el ejercicio: 40.560 millones de euros, es decir, 31.044 millones menos que el déficit comercial registrado en 2022, que ascendió a 71.604 millones de euros. En concreto, en 2023 el componente energético supuso 33.080 millones de euros del saldo negativo total, esto significa una caída de casi la mitad del peso de la energía (52.616 millones) en el déficit comercial de 2022, según datos de la secretaría de estado de Comercio publicadas este lunes. Hay que tener en cuenta que en 2022 la guerra en Ucrania situó los precios energéticos por las nubes. Sin embargo, el componente energético todavía tiene el protagonismo del déficit comercial. Los 7.479 millones de euros restantes del saldo negativo de 2023 se explican por productos y servicios no energéticos.

Si se observan exportaciones e importaciones por separado, el año pasado fue el primer año después de la pandemia del cóvid-19 en el que las ventas de España hacia el exterior cayeron. De hecho, si se excluye en 2020 (primer año de pandemia), se rompe con el crecimiento consecutivo que las exportaciones estaban registrando desde 2014. En concreto, en 2023 éstas se situaron en 383.689 millones de euros, una cifra ligeramente por debajo (-1%) de los 387.599 millones del año 2022.

Los precios energéticos explican parte de la caída (al igual que España compra la energía a un precio más bajo, también la vende a un precio más bajo), pero no es el único motivo. Desde la secretaría de estado de Comercio destacan el hecho de que ya no se exportaron vacunas por el cóvid-19, pero también señalan la ralentización económica global, marcada por las subidas de los tipos de interés por parte de los bancos centrales para frenar la inflación, así como la continuidad del conflicto bélico en Ucrania, el estallido de la guerra en Gaza y las recientes tensiones en el mar Rojo. Por su parte, las importaciones españolas ascendieron a 424.000 millones de euros, una cifra también ligeramente inferior a la registrada en 2022 (459.203 millones).

"Todo enfría las relaciones comerciales", ha asumido la secretaria de estado de Comercio, Xiana Méndez, en rueda de prensa. Méndez, sin embargo, ha apuntado que las cifras demuestran que el sector exterior sigue siendo uno de los "principales motores" de la economía española, que no sólo "aguanta" el pulso sino que "las previsiones para los próximos años son buenas", ha afirmado. Lo cierto es que el hecho de que la economía española haya resistido mejor en 2023 –es una de las economías que más crecieron–, le ha permitido salvar los muebles en lo que se refiere a las exportaciones en comparación con otros países del entorno, como es el caso de Alemania o Francia.

Automóvil a la cabeza

En clave catalana, Torrent ha argumentado que esta solidez en las exportaciones es mérito tanto de las empresas como del apoyo institucional por parte de la Generalitat. Las oficinas de Acció gestionaron un 36% más de proyectos para facilitar la internacionalización de las compañías catalanas hasta un total de 2.695. Por otra parte, el presupuesto para ayudas directas para reforzar las exportaciones creció un 60% el pasado año y se destinaron 7,2 millones de euros.

Los récords exportadores del año pasado en Catalunya se explican principalmente por el fuerte impulso a la automoción, que mejoró sus ventas en el extranjero en un 39,1%. Entre los sectores más exportadores destacaron también los bienes de equipo (5,5%), la alimentación (4,3%) y los productos químicos (3,8%). El contexto geopolítico propició que estos intercambios comerciales se centraran más en la Unión Europea (7,6%) y el continente americano (16,8%). Las exportaciones aumentaron en todas las demarcaciones catalanas y Torrent también ha recordado que en los últimos diez años éstas han crecido de forma ininterrumpida, con un salto del 70, 8%.

A escala estatal, el saldo comercial sigue estando liderado por la alimentación, el sector del automóvil y las semimanufacturas no químicas (metales, hierro y acero, papel, productos cerámicos, entre otros productos). La Unión Europea sigue siendo el principal destino de las exportaciones españolas (el 62,7% del total), mientras que el 37,3% corresponden a terceros destinos con Oceanía y América Latina a la cabeza. Por el contrario, las ventas en África cayeron un 5,9% y también en Asia (-8,4%). En cuanto a las importaciones y, por tanto, lo que acaba decantando el déficit de la balanza comercial, destacan los bienes de equipo, los productos químicos y los energéticos.

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