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China insta a Trump a reconocer el error de los aranceles

El asesor comercial de la Casa Blanca dice que la guerra comercial avanza según los planes previstos

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, este domingo antes de dirigirse a los medios de comunicación a bordo del Air Force One camino de West Palm Beach, Florida.
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BarcelonaEstados Unidos y China continúan con las espadas hacia arriba y manteniendo el pulso en su guerra comercial. Pero el hecho de que la administración del presidente Donald Trump decidiera retirar los aranceles recíprocos a algunos productos tecnológicos, incluso a los de fabricación china, ha llevado a lecturas contrarias en ambos lados. Para los chinos es una cesión en toda regla por parte de la administración Trump. Para la Casa Blanca todo forma parte de un plan que se está cumpliendo tal y como se había previsto.

El sábado se supo que la administración norteamericana había enviado una instrucción al servicio de Aduanas en la que se decía que quedaban exentos de los aranceles recíprocos, incluso para los productos chinos, una serie de bienes tecnológicos como chips, smartphones, ordenadores, pantallas planas o tarjetas de memoria. En pleno fin de semana, poca información había salido de la Casa Blanca sobre este retroceso.

Pero la administración china no ha dudado en ver en esta instrucción de Aduanas de Estados Unidos una rectificación en toda regla y pone presión a la administración Trump para que se abra a negociar. El gobierno de Pekín ha respondido este domingo que la supresión de aranceles a productos tecnológicos es un "pequeño paso" a la hora de corregir una decisión errónea, pero ha pedido al presidente de Estados Unidos que reconozca el "error" que ha cometido y anule completamente los gravámenes adicionales que ordenó el pasado 2 de abril.

El ministerio de Comercio de China indicó que en estos momentos "está evaluando la relevancia del impacto" de las exenciones, pero estimó de todos modos que "se trata de un pequeño paso para corregir la práctica errónea que representan los aranceles recíprocos". Pekín considera que, desde el estallido de la guerra arancelaria, "Estados Unidos no sólo no ha logrado resolver ningún problema interno, sino que ha socavado gravemente el orden económico y comercial internacional, interfiriendo seriamente en la producción y funcionamiento normales de las empresas y la vida y el consumo de las personas, y han perjudicado a otros".

En este sentido, el gobierno chino insta a Estados Unidos a "escuchar las voces racionales" tanto dentro como fuera de sus fronteras ya dar continuidad a esta decisión con "un gran paso para corregir sus errores, y eliminar completamente esta práctica" para "volver al camino del respeto mutuo y de la resolución de diferencias a través del diálogo en términos iguales".

En Estados Unidos, sin embargo, la lectura es totalmente la contraria. El asesor comercial de la Casa Blanca, Peter Navarro –principal valedor de la política arancelaria–, ha eludido referirse a las exenciones a los aranceles introducidos este fin de semana por EEUU en productos electrónicos y ha tendido la mano a China para poner fin a la guerra comercial. Eso sí, con condiciones: siempre que el gigante asiático estimule el consumo interno y deje de comportarse como un "depredador" a expensas de los estadounidenses.

En una entrevista con la cadena NBC, Navarro no quiso referirse específicamente a las exenciones y se limitó a asegurar que cualquier decisión futura dependerá de los resultados de la investigación que el secretario de Comercio, Howard Lutnick, está llevando a cabo sobre las cadenas de suministro de esta clase de productos. "Pronto veremos medidas", indicó Navarro durante la entrevista en la cadena, en la que defendió la estrategia comercial adoptada por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ante las críticas que tachan de erráticas sus decisiones.

Plan previsto

"Esto se está desarrollando exactamente como esperábamos. El mundo nos engaña. Nos ha estado engañando durante décadas. Nos engañan con aranceles. Pero aún más importante, nos engañan con las llamadas barreras no arancelarias, como el IVA", ha asegurado Navarro. "En esta estrategia, el presidente dice: cobraremos a esa gente lo mismo que nos cobran", ha simplificado Navarro, antes de insistir en la complejidad de la cuestión. "Es fácil calcular el diferencial arancelario, pero las barreras no arancelarias son mucho mayores, y eso [subir aranceles] lo hicimos sabiendo perfectamente que muchos países vendrían directamente a nosotros para sentarse a negociar", indicó.

El asesor de Trump no ha confirmado si ahora mismo hay contactos abiertos con China. "Hemos extendido una invitación", se limitó a afirmar, aunque aseguró que el presidente de Estados Unidos mantiene una "muy buena relación" con su homólogo chino, Xi Jinping. "Estamos atravesando un periodo en el que esperamos poder superar esto", indicó Navarro antes de justificar la necesidad de imponer aranceles añadidos a China, a quien acusó de facilitar el tráfico de la droga fentanilo, de arrebatar "más de cinco millones de empleos al sector manufacturero" y de ejecutar ataques informáticos. "Debemos ser claros al respecto. Dicho esto, sería bueno que China hiciera lo que debe hacer, que es avanzar hacia una economía más impulsada por el consumo interno, y dejar de ser el depredador del mundo", concluyó.

Por su parte, Howard Lutnick ha matizado este domingo en una entrevista con la cadena de televisión ABC de que la decisión de aplicar las exenciones a los aranceles a una serie de productos electrónicos es "sólo temporal". Según ha anunciado Lutnick, estos productos estarán sujetos a unos nuevos "aranceles de semiconductores", que serían aprobados "en uno o dos meses".

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