Von der Leyen amenaza a Trump con castigar a las 'big tech' de EEUU
Los socios europeos cierran filas con Bruselas y también ven la tregua arancelaria como una oportunidad para negociar


BruselasEstados Unidos y la Unión Europea se han dado una tregua, pero la guerra comercial entre las dos grandes potencias está muy lejos de terminarse. El comisario europeo de Comercio, Maroš Šefčovič, volverá a viajar el próximo lunes hasta Washington para reunirse con las autoridades estadounidenses e intentar llegar a una solución acordada, pero Ursula von der Leyen ha advertido a Donald Trump de que si las negociaciones fracasan la Comisión Europea sigue estando dispuesta a contraatacar con todo tipo de medidas. Y, por primera vez, ha puesto abiertamente en la diana a las grandes tecnológicas estadounidenses que tienen una posición dominante en el mercado europeo, como Meta –matriz de Facebook, WhatsApp e Instagram–, X, Google y Apple.
La presidenta de la Comisión Europea ya había avisado de que la UE tiene un mecanismo legal bautizado con el nombre deanticoacción que permite responder a una ofensiva comercial con medidas extraordinarias y por una vía legal exprés. Sin embargo, en una entrevista del diario Financial Times, la dirigente alemana ha ido un paso más allá y ha concretado que el bloque europeo podría castigar a las big tech subiéndoles los impuestos de los grandes beneficios que obtienen en el mercado comunitario. "Podemos aplicar una tasa en los ingresos que tienen a través de la publicidad de los servicios digitales", concretó la jefa del ejecutivo comunitario.
El primer estado miembro planteó esta opción de contramedida fue Francia y la gran mayoría de socios europeos insisten en que la UE debe estar dispuesta a utilizar todas las herramientas que tiene sobre la mesa. Además, podría aprobarse sin unanimidad –solo se necesita mayoría cualificada– y, por tanto, Hungría de Viktor Orbán no podría vetarla, tal y como ha hecho con otras iniciativas que tienen un apoyo casi absoluto dentro del blog. Más allá del país magiar, el único estado miembro que se ha mostrado reacio ha sido Alemania.
Por el contrario, Von der Leyen sigue teniendo la mano en la administración de Trump y se muestra abierta a flexibilizar la normativa europea para llegar a un acuerdo comercial con Estados Unidos, que es una de las peticiones de la Casa Blanca. "Estoy abierta a mirar cómo podemos alinear nuestras normas y estándares para facilitar los negocios", respondió la presidenta de la Comisión Europea. En este sentido, el portavoz comunitario de Comercio, Olof Gill, aseguró que Bruselas acude a Washington la próxima semana con la "intención de firmar acuerdos". "Estamos concentrados en esto y todas las opciones están sobre la mesa", ha añadido el portavoz.
Una oportunidad para negociar
En el encuentro ministerial de Economía de la UE de este viernes en Varsovia la gran mayoría de Estados miembros han cerrado filas con Bruselas y han validado la tregua que el jueves la Comisión Europea dio en Estados Unidos. Así pues, completamente alineados con el ejecutivo comunitario, los titulares de Finanzas europeos han convenido en que el aplazamiento parcial de los aranceles generales de Trump supone una oportunidad para negociar con Washington y evitar una escalada en la guerra comercial. "Supone un primer paso para avanzar hacia una solución negociada", ha señalado el ministro de Economía español, Carlos Cuerpo.
En todo caso, el comisario europeo de Economía, Valdis Dombrovskis, ha asegurado que la escalada arancelaria perjudicará más a la economía estadounidense que a la europea. Concretamente, Bruselas calcula que la aplicación de los aranceles anunciados por Trump de forma permanente tendría un impacto negativo para el crecimiento del producto interior bruto (PIB) de EE.UU. de entre el 0,8% y del 1,4% hasta 2027. En cambio, la economía de la UE sólo vería frenada su crecimiento en torno a. Y, en caso de que las potencias afectadas tomen represalias arancelarias contra EEUU, las consecuencias económicas serían aún más negativas: entre el 3,1% y el 3,3% para Estados Unidos, entre el 0,5% y 0,6% para la UE y el 1,2% para el PIB mundial.