Economía

Diez días clave para desatascar los presupuestos con los comunes

El Gobierno ha aprobado las cuentas este miércoles y ahora comienzan su tramitación en el Parlament

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BarcelonaPese a no tener los apoyos necesarios, Pere Aragonès ha decidido acelerar los pasos para que los presupuestos de 2024 vean la luz a mediados de abril. Tras el acuerdo con el PSC, este miércoles el Gobierno ha aprobado las cuentas en un consejo ejecutivo extraordinario y ahora el proyecto de ley ya está en el Parlamento donde esta misma semana comienza la tramitación de los presupuestos. Un camino que el Ejecutivo hará en paralelo con las negociaciones con los comunes, de quienes aspiran a arrancar su apoyo. De hecho, los próximos diez días serán clave para saber si las cuentas saldrán o no adelante: es el plazo que tienen los grupos para presentar enmiendas a la totalidad. Diez días, por tanto, para que el Gobierno intente convencer al grupo de Jéssica Albiach, que sigue instalado en el no mientras el ejecutivo mantenga al Hard Rock en marcha.

La propia Albiach amenazó el martes con levantarse de la mesa de negociación si el Gobierno no revocaba ese macroproyecto y, de hecho, advirtió de que podrían presentar una enmienda a la totalidad. Las posiciones están enrocadas, pero de momento ambos han reanudado este miércoles las conversaciones y los equipos negociadores se han sentado por primera vez después del acuerdo con los socialistas. Los comunes piden al Govern que aplique una moratoria sobre el Hard Rock mientras dure la emergencia por falta de agua –una propuesta que recibió el apoyo de Esquerra en el pleno monográfico de la sequía–. Fuentes del Govern explican que se han limitado a "escuchar". Según fuentes consultadas por el ARA, el grupo ofreció a Aragonés la posibilidad de aplazar el macroproyecto hasta las próximas elecciones –previstas en febrero de 2025–, pero el presidente no se comprometió con él. Esta opción, apuntan las mismas fuentes, pudo desbloquear la aprobación de los presupuestos.

En un comunicado tras la reunión, los comunes han lamentado que el ejecutivo no se haya mostrado "receptivo" a sus propuestas. Además de la del Hard Rock, defienden recuperar la sexta hora, incrementar las partidas de vivienda en 1.000 millones y subir la tasa turística a cruceristas de corta estancia. Pese a las diferencias, ambas partes acordaron continuar con las conversaciones. De hecho, el Gobierno asegura que a partir de hoy "se van a intensificar" los contactos.

Argumentos contrapuestos

"Nadie que tenga la voluntad real de avanzar puede oponerse a unos presupuestos que ponen recursos para mejorar la vida de la ciudadanía", ha defendido el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, en la comparecencia que ha hecho por la mañana antes del consejo ejecutivo. El jefe del ejecutivo ha querido volver a desvincular al Hard Rock de las cuentas públicas: ha reiterado que los presupuestos no contemplan ninguna partida y ha confirmado una vez más que el Govern mantendrá vivo el macroproyecto. Esto quiere decir que no van a detener el Plan Director Urbanístico del Hard Rock, tal y como piden los comunes: "Este procedimiento sigue sus calendarios. Es de una alta complejidad técnica". El macroproyecto, ha asegurado, "no depende del Govern, sino de impulsores de ámbito privado que participan". Hace unos días, el viceconsejero de Comunicación, Sergi Sabrià, incluso citó una indemnización que debería pagar el Govern si renuncia al proyecto, aunque no dio cifras. "No deberían sacrificarse los presupuestos por otros debates legítimos y que no guardan relación con ellos", ha añadido Aragonès. La consellera de Economia, Natàlia Mas, se ha pronunciado en la misma línea y ha pedido "responsabilidad" a todas las formaciones.

Los comunes, sin embargo, mantienen su veto en el Hard Rock. "No es sólo lo que es, sino lo que representa", ha dicho el negociador de los comunes, Joan Carles Gallego, en una entrevista en la SER. Gallego ha pedido al Govern que les enseñe el informe ambiental sobre el Hard Rock, antesala de la aprobación del plan director urbanístico. "Hago un llamamiento a todos los grupos parlamentarios que de una u otra forma han participado en los últimos años en la aprobación de presupuestos para que apoyen también este proyecto", ha insistido Aragonès, en referencia a los comunes, pero también en Junts. El Govern, de hecho, mantiene las negociaciones con los junteros y con la CUP, aunque con pocas esperanzas de que fructifiquen. Hasta ahora, los comunes han aprobado las tres cuentas del Gobierno de Pere Aragonès.

El calendario

Esta semana y la siguiente serán clave para ver si Gobierno y comunes encuentran al desarreglo. La prueba de si las conversaciones van por buen camino será el 11 de marzo, último día para presentar la enmienda de regreso: si los comunes lo hacen, significará que el acuerdo no ha llegado y los presupuestos peligran. Si no lo acaban presentando, el gesto puede querer decir dos cosas: que ha habido pacto o que los comunes dan algo más de margen al Gobierno para intentar llegar a un entendimiento hasta el pleno –cualquier partida pactada debería incorporar vía enmiendas–. Que no la presenten no significa que en el debate final puedan acabar votando contra las cuentas.

El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, junto a la consellera de Economía, Natàlia Mas, este miércoles antes del consejo ejecutivo extraordinario.

De momento, los presupuestos ya han comenzado su andadura en el Parlament. El primer paso son las comparecencias de todos los consejeros en comisión para explicar el presupuesto de cada departamento, que se alargarán hasta el próximo martes. La cámara catalana ha fijado para los días 13 y 14 de marzo el primer debate en el pleno, donde deben rechazarse o aceptarse las enmiendas a la totalidad que presentarán algunos grupos. Si las cuentas superan ese trámite, se abrirá el debate en comisión a partir del 18 de marzo. El pleno para la aprobación final de las cuentas está previsto para los días 9, 10 y 11 de abril.

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