Fiscalidad

Elon Musk presume de los impuestos que paga y reaviva el 'Tax the rich'

Acaba el 2021 tributando más de 11.000 millones de dólares, pero durante los últimos años ha pagado muy poco

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Elon Musk, fundador de Tesla, dejará la presidencia de la compañía.

FigueresEn plena polémica sobre si los superricos de los Estados Unidos pagan suficientes impuestos, el magnate de Tesla, Elon Musk, ha reavivado el movimiento Tax the rich al asegurar que este año será el estadounidense que hará el pago más alto de impuestos de la historia del país: más de 11.000 millones de dólares. Lo hizo público cuando, después de ser escogido Persona del año por la revista Time, la senadora demócrata Elizabeth Warren volvió a pedir un cambio de sistema fiscal para que "realmente pague los impuestos que tendría que pagar" y "deje de aprovecharse de los demás". La cifra, sin embargo, tiene trampa y más bien refuerza los argumentos de los partidarios de subir los impuestos a los ricos. "El anuncio ha sido más oportunista que oportuno", resume el profesor de derecho financiero y tributario de la UOC Benja Anglès.

En los Estados Unidos no hay impuesto de patrimonio y, durante los últimos años, Musk ha ido ampliando su fortuna. Pero no ha sido hasta ahora, que ha vendido acciones de la empresa, cuando ha tenido que tributarlo por el impuesto sobre la renta. "Aunque en 2021 tenga que pagar tanto, durante los últimos años ha ido pagando muy poco comparado con lo que realmente ha ido ganando", recuerda el catedrático de economía de la UB y director del área de fiscalidad de la IEB (Instituto de Economía de Barcelona), Alejandro Esteller. Además, tal como explica Anglès, "se estima que la fortuna de Musk supera los 315.000 millones de dólares, de forma que los impuestos sufragados en 2021 sobre su patrimonio significarían poco más del 3%".

Según una investigación de ProPublica publicada en junio, el magnate de Tesla, entre el 2014 y 2018, ganó 14.000 millones de dólares, pero solo pagó 455 millones. "Ha diferido el pago de impuestos. Los superricos o los grandes rentistas tienen la ventaja de tener mucha más capacidad para hacerlo, porque tienen suficiente renta como para no tener la necesidad de tener que vender, por ejemplo, ninguna participación o dividendo. Esto los beneficia, puesto que durante los cinco o diez años que tardan en dar este dinero al estado, los invierten y sacan rendimiento", destaca Esteller. Además de Musk, ProPublica también hizo público que los 25 estadounidenses más ricos –Jeff Bezos, Bill Gates, Marck Zuckerberg, Michael Bloomberg, George Soros o Warren Buffett, entre ellos– pagan menos del 3% de su riqueza.

Así, una de las opciones que estudia la administración de Joe Biden para hacer pasar un poco por caja a los magnates es la implementación de un impuesto de patrimonio que afecte sólo a los superricos (y no mucho). Hace tiempo que Biden repite que "es la hora de que las grandes empresas y el 1% más rico del país paguen lo que es justo". Otros líderes demócratas, como Elizabeth Warren, Bernie Sanders o Alexandria Ocasio-Cortez, también presionan a favor del lema Tax the rich.

Más allá de los Estados Unidos, la voluntad de grabar más a las grandes empresas y los ricos también se esparce. De hecho, en el último año 136 países de todo el mundo han llegado a un principio de acuerdo para aplicar una tasa mínima del 15% a las multinacionales. "Es el camino a seguir. En una economía global, hace falta una fiscalidad global", dice el asesor fiscal y profesor de la UPF Albert Sagués. En esta línea, Estellés apunta que el paso siguiente sería la creación de un impuesto de patrimonio global. "Quizás es ser un poco iluso, pero bien que, hace unos años, el impuesto a las multinacionales también era impensable". Además, remarcan que habría que evitar la competición entre administraciones. "Musk ha dejado California para ir a Texas, por el mismo motivo que aquí muchos optan por ir a Madrid. Estás generando riqueza a expensas de los demás y beneficias a los más ricos. Pan para hoy, hambre para mañana", dice Esteller.

"Una solución todavía más ideal –continúa Esteller– es hacer ver a los ricos la necesidad de pagar impuestos para tener una sociedad cohesionada, segura y sin partidos populistas". A diferencia de Musk, sin embargo, sí hay varios superricis estadounidenses que piden que les suban impuestos. Warren Buffet, por ejemplo, ya en 2007, en una de las entrevistas más citadas por los partidarios de Tax the rich, denunció públicamente que él pagaba un tipo más bajo que su secretaria.

Los ricos pagan mucho menos en los EE.UU. que en Catalunya

La primera diferencia entre las dos fiscalidades es que en los Estados Unidos no tienen impuesto de patrimonio. "España es el único país de la Unión Europea que lo tiene, pero con muchas excepciones, y como siempre, hecha la ley, hecha la trampa. Es defectuoso: a los ricos quizás les toca pagar más, pero los superricos, con un poco de ingeniería fiscal, encuentran rendijas", dice el catedrático de Economía de la UB y director del área de fiscalidad del Instituto de Economía de Barcelona, Alejandro Esteller.

Por otro lado, tal como apunta la experta en fiscalidad y profesora de la UB Eva Andrés, en los EE.UU. el impuesto sobre la renta es más bajo que aquí. Según expone, mientras que el tipo impositivo en Catalunya a partir de más de 175.000 euros es del 48%, en los Estados Unidos a partir del medio millón de dólares en adelante es solo del 37%. Hay que decir, sin embargo, que muchos estados federales cargan más impuestos –un 6% más de media– sobre la renta de los que se cobran en todo el Estado. Con todo, Andrés subraya que en los Estados Unidos hay muchas más exenciones y que la diferencia con Catalunya es "abismal".

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