CONSTRUCCIÓN

Las casas de madera llegan a la ciudad

La salida de la crisis ha provocado una eclosión de nuevos sistemas de construcción que dan prioridad a la industrialización y la sostenibilidad

Xavier Grau
3 min
Las casas de madera llegan a la ciudad

Las empresas constructoras fueron víctimas de una profunda crisis económica. Muchas han desaparecido, pero el sector vuelve a asomarse con un importante crecimiento y creación de empleo. Sin embargo, nada será ya igual, ni siquiera la forma de construir, por dos razones: por un lado, la necesidad de industrializar los procesos para ser rentables en un momento de precios aún contenidos; por otro, por las exigencias legislativas que cada vez piden más eficiencia y sostenibilidad en la edificación. Con estos condicionantes, algunas empresas catalanas han encontrado un nicho por crecer: la construcción con estructuras de madera.

Hasta ahora se hacían este tipo de hogares en zonas de vacaciones de segunda residencia o rurales y con edificios unifamiliares, pero ahora ya han llegado a la ciudad de Barcelona con edificios plurifamiliares en la trama urbana.

House Habitat levantó en el barrio del Coll, en el distrito de Gràcia, una casa unifamiliar de 346 metros cuadrados, de planta baja, altillo, dos pisos y azotea. Una primera experiencia de construcción con estructura de madera. Ahora la apuesta es mayor. En el barrio de Sants, en la calle Melchor de Palau, está construyendo un blog plurifamiliar. Habrá cuatro viviendas y se conservará la fachada de la casa preexistente que había en el solar, por estar catalogada.

Pero no es la única empresa que se ha atrevido. Arquima, de San Andrés de la Barca, ha construido un edificio plurifamiliar en el Poble-sec, en la calle Magalhães, también de madera. El proyecto, propiedad de Valuiz Invest y dirigido por el despacho de arquitectos Betarq Group, consta de un edificio esquinero -con dos fachadas y dos medianeras-, con un total de 450 metros cuadrados donde hay seis viviendas de entre 50 y 70 metros cuadrados y cuatro plantas en total. Incluso tiene ascensor. Un edificio hecho con estructura de madera, aunque se ha conservado la fachada de la planta baja del inmueble que existía anteriormente, de 1900. Este edificio cuenta con el certificado verde GBCe (Green Building Council de España) y obtiene un ahorro del 80% en la calefacción y reduce un 70% el impacto en el medio ambiente. La madera está presente en toda la construcción. Alerce -una conífera del norte de Europa- en la fachada, iroko en las ventanas, techos de abeto y pavimentos y escaleras de roble. De hecho, es un edificio hecho a base de módulos en la fábrica de Sant Andreu de la Barca y que, en una semana, se montó en el solar del Poble-sec.

"Es el futuro que está llegando", asegura José Antonio González, fundador y director general de Arquima. Entre las ventajas que destaca de este sistema de construcción se encuentran el ahorro futuro. González indica que la construcción en sí sale a un precio aproximado de 1.000 euros en el metro cuadrado, muy similar al precio de la construcción tradicional. Pero el ahorro durante la vida futura de la vivienda puede ser muy grande, puesto que el consumo de energía es de sólo el 20% de lo que tiene una vivienda tradicional.

Además, para grandes obras, también es un ahorro a la hora de levantar la construcción, porque los plazos son mucho más cortos. Construir un edificio de obra como el del Poble-sec puede llevar entre 12 y 18 meses. Hecho de madera, el plazo máximo desde que se inicia la fabricación hasta que queda terminado y en su lugar es de unos seis meses. La instalación, en este caso, costó una semana. El sistema, además, ahorra mucha agua, mano de obra, contratación de grúas y andamios y otros elementos de la construcción tradicional. Arquima ya tiene unos 30 trabajadores y su director prevé cerrar este año con una facturación de unos dos millones de euros, para doblarla el próximo año, teniendo en cuenta los proyectos que se están haciendo y los que hay en cartera, entre ellos el revestimiento de un edificio de investigación en el Hospital Germans Trias y Pujol de Badalona y un proyecto de hotel. Además, la compañía ya ha comenzado la expansión y está presente en Madrid, Andalucía y Galicia, además de participar en proyectos de Cabo Verde, Francia y Suiza.

José Antonio González ve un gran potencial de crecimiento en su negocio, ya que, aparte de la eficiencia energética, la construcción tiene una gran sostenibilidad. La huella de carbono, al utilizar madera, es incluso negativa. Según dice, los objetivos europeos 2020 están a su favor, ya que exigirá a los edificios un consumo energético prácticamente nulo, y ve potencial en la construcción de grandes equipamientos, porque el consumo prácticamente nulo será obligatorio para los edificios públicos a partir de 2018. Esto sí, hay una queja: España es el segundo país más boscoso de Europa, pero la madera debe importarla porque no hay industria de transformación.

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