El futuro incierto de 200.000 toneladas de purines en Cataluña
El sector pide una prórroga para seguir tratando deyecciones en Alcarràs y en Les Masies de Voltregà
BarcelonaCataluña es líder en producción de cerdos, pero esto provoca una gran externalidad: las deyecciones ganaderas, los purines. problema se agravará el próximo año porque 200.000 toneladas de purines se quedarán sin una planta de tratamiento donde llevarlas.
La clave está en las primas que reciben las plantas de tratamientos de purines basadas en la cogeneración. Dos de estas plantas, la de Alcarràs, en el Segrià, y la de las Masies de Voltregà, en Osona, cumplen sus 25 años de vida útil y, por tanto, dejarán de recibir estas subvenciones, lo que, según los suyos propietarios, las hace absolutamente inviables económicamente y se verán abocadas a cerrar a partir del próximo mes de enero. Cada una de estas plantas trata unas 100.000 toneladas anuales de purines en dos de las zonas de Cataluña con mayor cabaña porcina. Además, otras cuatro plantas tendrán que cerrar el 2026, cuando cumplan los 25 años de vida útil.
Todas las partes implicadas –los propietarios de las plantas, los ganaderos, la patronal de la descontaminación de los purines y la patronal de la cogeneración– se han conjurado para pedir al ministerio una prórroga de dos años para que estas dos plantas, y las demás que tendrán que ir cerrando en los próximos años, se vayan adaptando a los nuevos sistemas más eficientes, como la producción de biometano a partir de las deyecciones ganaderas, que no necesitan primas para su funcionamiento y su rentabilidad.
Todo el sector, representado por la Asociación para el Desimpacto Ambiental de los Purinos (ADAP), los sindicatos agrarios Asaja, Coag y UPA, la Asociación Nacional de Productores de Porcino (Anprogapor), la Interprofesional del Porcino (Interporc) , y las cooperativas agroalimentarias de España, además del Ayuntamiento de Alcarràs, han firmado dos cartas remesas a los ministerios de Agricultura y al de la Transición Ecológica pidiendo la prórroga de dos años para reconvertir las plantas.
El presidente de la ADAP, Josep Capdevila, explica al ARA que si cierras las dos plantas habrá ganaderos de estas zonas que tendrán que plegar, porque será inviable llevar los purines que generan a sus granjas a otros plantas de tratamiento. Según Capdevila, hay unos 200 ganaderos que llevan los purines a estas plantas que ahora tendrán que cerrar y, por tanto, deberán transportarlos a un precio que hace insostenible su actividad ganadera o almacenarlos en unas bases que, en caso de tenerlas, acabarán llenándose, y lo único que harán es solucionar el problema durante unos meses. "Es un momento crítico", indica Capdevila, quien sentencia: "La opción de contaminar no es posible".
Además, recientemente, el sector se reunió en Barcelona y se analizaron las posibles soluciones. existe en el Estado y la capacidad de tratamiento de purines será un 62% inferior en 2030 y nula el 2034, lo que afectaría especialmente a las comunidades con gran producción como Aragón, Cataluña y Castilla y León. Por eso propuso el tráfico a un nuevo modelo de instalación, porque el sector porcino todavía tiene perspectivas de crecimiento en los próximos años. .
El socio de consultoría y energía de PwC en España, Alberto Martín García, presentó un estudio con una propuesta para dar continuidad a las plantas de tratamiento de purines en colaboración con plantas de biometano, que permitiría optimizar el modelo retributivo, solucionar el problema ambiental y social de los purines, y, al mismo tiempo, la producción de biometano solucionaría el exceso de nitratos.
Un sector líder
El sector porcino es clave para la economía y España es el primer exportador europeo de cerdo y cuarto productor del mundo. Según José Antonio Monclús, de la SAT Alcarràs, este sector genera 415.000 empleos en el Estado, de los que 142.600 son directos, con un 40% de empleo femenino. La cabaña porcina española ha aumentado un 30% en la última década, y más del 52% se sitúa en Cataluña y Aragón. Esta cabaña genera unos 70 millones de toneladas anuales de purines, la mitad entre Catalunya y Aragón.
Según el estudio presentado por PwC, mientras que la capacidad de las plantas de tratamiento disminuirá por el fin de su vida útil durante los próximos años, la producción de purines podría aumentar un 5% en los próximos 10 años. En estas circunstancias, en los próximos 12 años se producirían más de 7,9 millones de toneladas de purines excedentarios que no recibirían tratamiento, y además en zonas consideradas vulnerables por la contaminación por nitratos.