La Fed insinúa una retirada de los estímulos a partir de noviembre

El banco central de EE.UU. admite que la subida de contagios por covid ha retrasado el crecimiento de los sectores afectados

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Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal.

La economía de Estados Unidos empieza a salir del pozo en el que todo el mundo cayó en marzo de 2020, con el estallido de la pandemia. Desde entonces, los bancos centrales han inyectado estímulos nunca vistos en la economía para evitar una catástrofe planetaria. Según el banco central de EE.UU., sin embargo, "pronto" quizás tocará empezar a retirar algunos de estos estímulos, en particular la compra masiva de deuda. Según su presidente, Jerome Powell, esta retirada se podría empezar en noviembre, cuando se celebre la próxima reunión de la institución.

Según ha explicado la Reserva Federal (que es como se llama el banco central de EE.UU.), "si el progreso [de la economía] sigue en términos generales como se prevé, el comité considera que una moderación en el ritmo de compras de activos podría estar justificada pronto". Así lo ha dicho en un comunicado que, posteriormente, su presidente ha completado. Powell ha dicho que esta retirada podría empezar en noviembre y que, a pesar de que no hay ningún calendario cerrado, se podrían ir reduciendo las compras progresivamente hasta acabarlas por completo a mediados del 2022, es decir, el próximo verano.

Actualmente, el banco central de EE.UU. está comprando 120.000 millones de deuda cada mes. En el pasado ya avisó que las compras se mantendrían hasta que hubiera un adelanto "substancial" que acercara EE.UU. a la estabilidad de la inflación y hacia el pleno empleo. A diferencia del Banco Central Europeo, que solo está obligado a fijarse en los precios, el mandato de la Fed también la fuerza a valorar el estado del mercado de trabajo.

El comunicado sostiene que, desde el diciembre pasado, la economía ha "progresado hacia estos objetivos" y que, por este motivo, si todo continúa igual, pronto tocará iniciar la retirada.

La evaluación de la Fed también incluye una modesta advertencia: "Los sectores más afectados por la pandemia han mejorado en los últimos meses, pero el aumento de casos de covid-19 ha retardado la recuperación", explica.

La inflación es el otro factor que preocupa a los bancos centrales: mientras en Europa ya ha llegado al 3% (el nivel más alto de los últimos diez años), en EE.UU. incluso supera el 5%. En condiciones normales esto provocaría una subida de tipo del banco central, para evitar que los precios sigan escalando con tanta rapidez. A pesar de reconocer que la inflación "es elevada", la Fed también le quita importancia y sostiene que se debe de a "factores transitorios".

Precisamente, a pesar de que en Europa la recuperación es más lenta que en Estados Unidos, el Banco Central Europeo ya anunció a principios de este mes que empezaba a reducir sus compras de deuda en vista de la escalada de la inflación.

Algunas voces (sobre todo provenientes de Alemania) han llegado a insinuar que el BCE empezara a subir los tipos de interés de aquí a dos años. El gobernador del Banco de España, sin embargo, lo negó la semana pasada considerando que "no se cumplen las condiciones" para que esto pase.

En EE.UU. también ven lejos una posible subida de los tipos de interés. Según dijo Powell, la retirada de las compras de deuda no indica nada respecto a un posible incremento de los tipos.

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