Finanzas personales

Turismo sin sustos: ¿es necesario un seguro de viaje?

La asistencia sanitaria en el extranjero o la repatriación pueden costar miles de euros

Chinatown en Nueva York
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BarcelonaEn 2023 las compañías de seguros españolas cubrieron un siniestro sanitario con un coste de 74.000 euros en Israel, otro de 56.000 euros en Canadá y uno de 48.000 euros en Estados Unidos, por decir tres. Son datos de la patronal de los seguros Unespa del año 2023 publicados el pasado año. Porque hacer de turista tiene su riesgo y ya lo dice el dicho: mejor prevenir que curar. Los datos de Unespa demuestran que contratar un seguro de viaje no es una mala idea, sobre todo para algunos destinos.

Causa dels sinistres atesos per les assegurances de viatge
Dades del 2023, en percentatge

Antes, los viajes se contrataban mucho en paquetes, a través de agencias de viajes, y normalmente el seguro ya estaba incluido en el precio. Pero en el momento actual, en el que normalmente los viajes se planifican y contratan por uno mismo a través de internet, esto no es así. "Se necesitan plataformas digitales que hagan fácil la contratación de la póliza y, sobre todo, la demanda de asistencia si hay un siniestro", explica María Prieto, directora de marketing de la plataforma especializada en seguros de viaje Heymondo, que el año pasado tramitó primas de seguros de viaje por valor de casi 40 millones de euros.

¿Qué se debe asegurar cuando se sale de viaje? Hay distintas respuestas. Depende del destino. Por ejemplo, la asistencia sanitaria es prácticamente imprescindible en algunos países como Estados Unidos, Japón o Tailandia, no porque sea mala en estos destinos, sino porque es muy cara. En otros casos, como podría ser Marruecos, la asistencia sanitaria no es tan cara, en principio, pero si uno quiere una atención con los estándares europeos, la factura puede dispararse.

En otros países puede ser más interesante asegurar la repatriación o, según el grado de inseguridad, el equipaje. De hecho, según los datos de la patronal Unespa, los siniestros que requieren una repatriación, por ejemplo por casos de accidente o enfermedad, son pocos, un 1,8% del total, pero el coste es elevado, de media 1.205 euros, pero en el caso más extremo, ocurrido en Islandia, devolver un español costó 1500.

Normalmente, el seguro ya da cobertura a varios posibles siniestros. Pero debe tenerse en cuenta el grado de cobertura. En Estados Unidos es aconsejable una cobertura sanitaria de un millón de dólares, explica Prieto, quien también matiza que cuando se viaja por Europa se cree que la tarjeta sanitaria europea es suficiente, pero hay que tener en cuenta que la cobertura no es igual en todas partes, sino que es la que da la Seguridad Social de cada país.

Las cifras de la patronal demuestran que la asistencia sanitaria (enfermedad u hospitalización) encabeza los siniestros atendidos por las aseguradoras en los viajes: un 57,7%. El accidente es la segunda causa (12,3%), la anulación del viaje la tercera (6,8%), y ya con porcentajes menores existen otras causas como la demora del viaje, la cancelación, la repatriación o el regreso anticipado.

Tener seguro puede salvar al turista de un buen bache económico. Según Unespa, el coste medio de un traslado fue de casi 1.600 euros y la repatriación costó de media 1.205 euros. De hecho, el coste medio de los siniestros cubiertos por las aseguradoras a viajeros fue de 434 euros, una cantidad superior a lo que se paga de prima por contratar el seguro. De hecho, el coste de la póliza varía según la cobertura, pero entre 2 y 4 euros por día de viaje se puede tener un buen seguro de viaje y, dependiendo de dónde se vaya, se convierte en un coste pequeño junto a los precios de los vuelos o del alojamiento.

Rànquing dels països amb els sinistres més greus

Casi un 80% de viajeros la contratan

De hecho, el seguro de viaje se está convirtiendo en un imprescindible para el turista. Heymondo ha realizado un estudio que indica que un 78% de los viajeros que van fuera de la Unión Europea contratan este tipo de seguro. Y aunque parezca que sea un producto más bien destinado a las personas mayores, normalmente más temerosa frente a los imprevistos y más conservadora, el hecho es que se ha detectado un crecimiento de la seguridad en el punto de destino como motivo de la contratación en la franja de los 25 a los 34 años (los viajeros jóvenes). "Probablemente es porque los jóvenes viajan a lugares que podríamos calificar de más inseguros", indica Prieto.

El estudio explica qué valoran más los turistas de su seguro: asistencia las 24 horas (48%), buena relación calidad-precio (47%), transparencia (37%), flexibilidad (36%) y confianza en la compañía aseguradora (36%). El estudio también registra por qué no contratan un seguro a los viajeros: piensan que para el destino no es necesario (34%), no ven una buena relación calidad-precio (31%), falta de confianza en las aseguradoras (17%) y falta de transparencia (13%).

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