Energía

Las gasolineras han subido precios aprovechando la subvención a los carburantes

Un estudio de Esade constata que han encarecido 0,7 céntimos el litro de gasolina y 3,52 céntimos el litro de diésel

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Un conductor llenando el depósito del coche con gasóleo en una gasolinera.

BarcelonaLas gasolineras se han quedado una parte de la subvención de veinte céntimos el litro de carburante decretada por el Gobierno español con motivo de la guerra de Ucrania. La medida entró en vigor el 1 de abril pasado y se ha alargado hasta el 31 de diciembre con dos finalidades claras: aligerar el impacto del coste de la energía en el bolsillo de los ciudadanos y las empresas y luchar contra la inflación desbocada, que ha superado el 10% en junio.

El estudio concluye que las gasolineras, de media, han capturado 0,7 céntimos por litro en el caso de la gasolina de 95 octanos y 3,52 céntimos por litro en el caso del diésel, que con la guerra se ha encarecido mucho más que la gasolina. El estudio analiza los precios de las más de 11.000 estaciones de servicio del Estado y llega a otra conclusión: las gasolineras que tenían los precios más bajos son las que han subido más los precios y las estaciones de servicio independientes se han quedado con más bonificación que las de las grandes redes. Hace solo un par de semanas, La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) aseguró que vigila en streaming la evolución del precio de las gasolineras y que solo un centenar de estaciones (menos del 1%) de servicio habían subido los márgenes.

Sobre el hecho de que las gasolineras independientes sean las que más hayan aumentado los precios, el estudio de Esade se atreve a aventurar la causa: como la subvención funciona con un sistema de anticipos que la administración tributaria avanza a los operadores, estas gasolineras más pequeñas y baratas han subido más los precios para garantizarse la liquidez, mientras que las estaciones de servicio que dependen de grandes corporaciones tienen más capacidad financiera para avanzar la subvención a sus clientes.

El estudio, elaborado por los profesores Manuel Hidalgo, Ángel Martínez y Natalia Collado, constata que la subida de precios desde la entrada en vigor de la subvención "no se puede explicar con la evolución que han seguido sus principales componentes, la cotización de productos petroleros y el tipo de cambio". Este estudio hace también un pequeño análisis más histórico, que indica que en la última década el margen bruto de la distribución –la diferencia entre el precio antes de impuestos y la cotización internacional de referencia– "no ha parado de aumentar". De hecho, se indica que una parte del aumento del margen obedece a factores estructurales, pero un 8% en el caso de la gasolina y un 5% en el del gasóleo no tiene explicación. Esta subida del margen no explicada subió hasta el 22% en 2020 (en plena pandemia), cuando los precios de las cotizaciones internacionales cayeron a niveles sin precedentes. Para los investigadores, el margen bruto actual "se sitúa muy por encima de los niveles prepandemia".

Contra la lógica

El estudio constata que las gasolineras independientes con los precios más baratos son las que más han subido los precios, lo que va contra la lógica, puesto que "en condiciones normales las instalaciones independientes ejercen una presión en la baja de los precios y son los operadores verticalmente integrados los que tienden a ejercer el poder del mercado".

¿Por qué ahora ha pasado lo contrario? El estudio apunta algunos factores. El primero, el diseño del mecanismo de anticipos, que puede llevar a las gasolineras que no son de grandes grupos a "problemas de liquidez". Otra causa puede ser que, por el encarecimiento de los últimos meses, una parte de los consumidores se hayan desviado hacia las gasolineras más baratas y, por eso, estas hayan tenido que reponer más stocks en menos tiempo y, por lo tanto, estar más expuestas a los precios más altos del mercado.

El patrón es similar en el caso de la gasolina y el gasóleo, si bien más acentuado en el caso del diésel. La causa, según el estudio, habría que buscarla en la elasticidad de los dos productos. Un aumento del 10% del precio del diésel a corto plazo reduce la demanda un 15%, mientras que en el caso de la gasolina el descenso es del 30%. La diferencia viene dada porque el gasóleo se utiliza en el transporte profesional y de gran tonelaje.

El estudio concluye que la causa del aumento más grande de precios en estaciones de servicio independientes y de precios más bajos se debe de al diseño del sistema de anticipos, y propone cambiar el sistema de liquidaciones mensuales a quincenales para garantizar la liquidez de las pequeñas empresas del sector.

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