Jaume Guardiola dice adiós tras 13 años como consejero delegado del Banco Sabadell

La entidad catalana, que vive un momento complicado, lo sustituirá por César González Bueno

El conseller delegat de Banc Sabadell, Jaume Guardiola/CRISTINA CALDERER
Albert Martín
16/12/2020
3 min

BarcelonaEs el final de una era para los bancos catalanes. El Banco Sabadell ha decidido sustituir su consejero delegado, Jaume Guardiola, por César González Bueno, según ha avanzado Bloomberg este miércoles. El relevo se está ultimando y se podría producir esta misma semana y solo unas semanas después de haber fracasado el intento de fusión del banco catalán con el BBVA.

González Bueno fue el consejero delegado del banco ING en España entre 2017 y 2019, y también fue el primer ejecutivo de Novagalicia -actualmente Abanca-. Actualmente es consejero de TSB, la filial británica del Sabadell.

La salida de Guardiola, que fuentes oficiales del banco no han confirmado, supondría el fin a 13 años en los que ha estado junto a Josep Oliu al frente del banco catalán. El ARA ya adelantó que ahora hace unos meses Guardiola comunicó al presidente del banco, Josep Oliu, su deseo de abandonar el banco a finales de este 2020 o a comienzos del 2021.

Guardiola ha trabajado en el banco catalán desde 2007 y anteriormente había tenido una larga trayectoria en el BBVA, que lo llevó a ser número tres de la entidad azul y uno de los banqueros catalanes más reconocidos en España. Sin embargo, según apuntan estas fuentes, este desgaste de estar tantos años en la primera línea lo llevaba a querer dejarlo.

Una trayectoria de éxitos

Guardiola es uno de los directivos catalanes más reconocidos en España después de su paso por el BBVA, donde tuvo un papel crucial precisamente en el momento en el que la segunda entidad de España crecía en México, los Estados Unidos y Argentina. Como número tres del banco azul fue espectador de excepción de las luchas por el poder que mantuvieron durante años el presidente del banco, Francisco González, y su consejero delegado, José Ignacio Goirigolzarri. El directivo, nacido en Barcelona en el año 1957, siempre se identificó más con Goiri, que resultó defenestrado en aquel pulso con el temido González, ahora investigado por la justicia.

En el Banco Sabadell ha protagonizado la pareja más estable de la banca española de la mano de Josep Oliu. Los dos supieron mantener siempre roles complementarios sin que afloraran las en otras empresas inevitables luchas por el poder. Guardiola estaba más encima del día a día mientras que Oliu tenía un rol más presidencial. El secreto de su buen entendimiento, explican fuentes financieras, es que "los dos sentían que mandaban".

Fichatge expreso y renovación 'in extremis'

Oliu recurrió a Guardiola cuando Isidre Fainé se llevó por sorpresa a Joan Maria Nin a La Caixa en 2007. Los dos firmaron un contrato que sorprendió incluso a los responsables de Recursos Humanos de la entidad por su secretismo y que incluía una limitación poco habitual: que la duración del contrato de Guardiola fuera de diez años.

A finales de 2017, la renovación del contrato de Guardiola generó episodios de tensión en el banco hasta que se hizo efectiva a finales de año. Sus méritos en este tiempo son diversos: por un lado, el Sabadell pasó a ser considerado el quinto banco de España, después de crecer en plena crisis con las adquisiciones de Mellon United, el Guipuzcoano, Lydian Private, la CAMP, el Banco Galego, BMN en Catalunya y Aragón, Caixa Penedès, Lloyds Espanya, JGB Bank y el británico -y fallido- TSB.

De la gestión de Guardiola también se puede señalar la forma pionera de abordar los impagos hipotecarios por parte de las familias en plena crisis financiera: el Sabadell fue la primera entidad en abrir soluciones como los alargamientos de préstamos o las carencias, hasta el punto que no llevaron a cabo desahucios.

Adiós con una nueva crisis

Guardiola dice adiós al banco en un momento delicado por el castigo de las bolsas a una entidad que sufre igual que todas las otras con dos agravantes: la compra del TSB en el Reino Unido -una operación que llevó la firma de Oliu- ha expuesto más al Sabadell a las convulsiones del Brexit y, en segundo lugar, la especial presencia del banco catalán en el sector de las pymes, afectadas ahora por la pandemia.

González Bueno tendrá que ser el directivo que, bajo el paraguas de Oliu, trate de mantener el Sabadell como banco independiente después del fracaso de las negociaciones con el BBVA. Y tendrá que trabajar también para hacer olvidar la sombra de Guardiola, uno de los banqueros más respetados del Estado y que se va con un fondo de pensiones de más de 24 millones de euros. Un importante directivo del sector hablaba así recientemente preguntado por el hecho de que Guardiola no tuviese ningún lugar reservado en la cúpula del BBVA si la fusión con el Sabadell salía adelante: "Es tan buen tío y se sabe tan respetado que no tiene ninguna necesidad de figurar".

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