El Banco de España aumenta la previsión de crecimiento español en 2024

MADRIDEl Banco de España ha cumplido su palabra y ha revisado al alza el crecimiento de la economía española en 2024. En mayo el ente supervisor ya anticipaba un retoque, que este martes ha dado a conocer: el economía española crecerá un 2,3% este año, lo que supone una revisión al alza de hasta 0,4 puntos porcentuales en comparación con las previsiones macroeconómicas publicadas en marzo, cuando situó el rebote del producto interior bruto (PIB, el indicador que mide la actividad económica de un territorio) en un 1,9%. Con esta nueva previsión, el organismo se añade a la lista de entes que prevén que la economía española crecerá más de lo que estima el propio gobierno español, que por ahora mantiene la previsión de crecimiento del 2,1%. "España va a crecer más que el conjunto de la zona euro durante el horizonte 2024-2026", constatan desde el ministerio de Economía.

Detrás de esta revisión existen dos explicaciones clave. Por un lado, la revisión al alza de los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) sobre el crecimiento de la economía a finales de 2023, por lo que los vientos de cola que dejó fueron mucho más favorables. Por otro, la buena marcha de la economía en el primer trimestre (entre enero y marzo) y la previsión de que mantenga el pulso en este segundo trimestre. De hecho, el Banco de España había elaborado sus últimas previsiones calculando que la economía crecería un 0,4% en los primeros tres meses del año, pero lo hizo un 0,75%, tal y como publicó el INE.

El buen ritmo de este 2024 se explica sobre todo por un viejo conocido: el turismo. Aunque otras actividades del sector servicios han mostrado una buena marcha, como las vinculadas a la consultoría y la tecnología, el sector turístico sigue siendo el motor de la economía española. El Banco de España constata que ha sido una "gran sorpresa" su aportación en estos primeros meses del año y lo vincula a tres motivos. El primero es que existe un cambio en el patrón estacional, es decir, los turistas ya no sólo se concentran durante la temporada alta, sino que cada vez más vienen a lo largo del año. Fruto de ello, se le suma una diversificación de los destinos. Por último, se detecta más gasto de los visitantes extranjeros. A esta actividad se le añade el consumo privado de los hogares.

De cara a los próximos ejercicios, el Banco de España se mantiene prudente y sitúa el crecimiento de la economía española en los mismos niveles previstos en marzo: un 1,9% en 2025, y un 1,7% en 2026.

Entre los elementos de riesgo, el Banco de España sigue situando el contexto geopolítico y, en particular, la evolución de las guerras en Ucrania y Palestina. Pero también la poca ejecución de los fondos europeos antipandemia, así como un posible cambio de actitud de los bancos centrales europeos si la inflación sorprende negativamente. Este lunes el Bundesbank, el banco central de Alemania, ya apelaba a la "prudencia" en cuanto a las próximas bajadas de tipos.

Precios más persistentes

De hecho, el Banco de España, en un giro de criterio si se tiene en cuenta lo que estaba haciendo en los últimos meses, revisa al alza la previsión de inflación general para los próximos ejercicios y lo vincula a la aportación de los precios energéticos, en concreto del precio del petróleo, también en el sector servicios (turismo principalmente) y en la "persistencia" de la inflación subyacente. Para 2024 sitúa la inflación general en el 3% (0,3 puntos porcentuales respecto a la previsión de marzo), y en el 2% a partir de 2025, cuando había estimado que se situaría en el 1,9%. En 2026 la inflación caería al 1,8%. Sin embargo, se trata de niveles mucho más normalizados que los registrados en 2022 y 2023. Por todo ello, el BdE recomienda "tener cautela antes de dar por doblado el actual episodio inflacionista", sobre todo teniendo en cuenta los recientes incrementos de los salarios , así como el dinamismo en el sector servicios.

"Inquietud" por la inversión empresarial

El organismo supervisor sigue constatando "inquietud" en cuanto a la inversión empresarial, que sigue muy por debajo de los niveles previos a la pandemia pese al despliegue de los fondos europeos antipandemia. Si bien se prevé que evolucione "favorablemente" a medida que el sector privado gane confianza, "a finales de 2026 será el componente que presente un crecimiento acumulado más bajo desde 2019, lo que podría suponer un lastre para la productividad", avisa el Banco de España.

La otra piedra en el zapato para el Banco de España sigue siendo el déficit español. Si bien mejora sus últimas previsiones, prevé que éste cierre en 2024 en el 3,3% del PIB; en un 3,1% en 2025 y un 3,2% en 2026. En ambos casos, España no cumpliría con las reglas fiscales europeas. De hecho, el gobierno español debe presentar el próximo mes de septiembre el plan de ajuste presupuestario para el período 2025 - 2028 en el que detalló cómo cumplirá con la normativa fiscal.