La crisis de precios

La Reserva Federal anuncia un golpe de timón para frenar la ralentización económica

La moderación de los precios y los malos datos de paro en EEUU empujan a la Fed a bajar los tipos en septiembre

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El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, este jueves antes de entrar en la cena inaugural del simposio de Jackson Hole.

BarcelonaEl presidente de la Reserva Federal (Fed, el banco central de Estados Unidos), Jerome Powell, ha apuntado este viernes a una rebaja de los tipos de interés. Powell ha señalado que el empeoramiento del paro y la moderación de los precios han llevado al organismo monetario estadounidense a revisar su política, que hasta ahora se había centrado en luchar contra la inflación.

"Ha llegado la hora de ajustar las políticas", ha declarado Powell en su intervención en el simposio de Jackson Hole, la reunión anual de bancos centrales organizada por la Reserva Federal de Kansas City (una de las divisiones regionales de la Fed) en el estado de Wyoming. Con estas palabras, pues, el presidente de la institución abre la puerta a una rebaja de los tipos de interés en la próxima reunión del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, en sus siglas en inglés, el órgano interno que decide la política de tipo de la Fed) del próximo 18 de septiembre.

"No hemos completado el trabajo, pero hemos logrado un gran progreso", ha añadido Powell. Así pues, cabe esperar que la Fed acabe siguiendo los pasos del Banco Central Europeo (BCE), que ya va bajar los tipos el pasado junio por el frenado de la inflación y por el bajo crecimiento de los últimos dos años en la zona euro, sobre todo en Alemania, la principal economía del continente.

Después de décadas con políticas monetarias muy agresivas por parte de los bancos centrales que no conseguían subir los precios, con la reactivación de la economía mundial tras la pandemia se volvió a niveles de inflación más elevados que en las últimas dos décadas. Primero, porque la reanudación ocasionó cuellos de botella en las cadenas industriales globales y escasez de materias primas, lo que incrementó los costes de producción de las empresas. Posteriormente, la invasión rusa de Ucrania ocasionó una crisis energética por las sanciones al petróleo y el gas natural rusos y de materias primas agrarias –ambos países son exportadores de cereales y fertilizantes– que situó la inflación en tasas anuales superiores al 10 % en la zona euro y con un pico del 7,1% en EEUU en julio de 2022.

En este contexto, entre 2022 y 2023 tanto la Fed como el BCE (y otros bancos centrales de todo el mundo) ) fueron subiendo los tipos de interés, la política monetaria estándar para frenar la inflación. Con los incrementos de los tipos aumentan los intereses que los bancos comerciales pagan al banco central por obtener dinero, por lo que, para mantener los márgenes, las entidades traspasan parte o todo el coste a los consumidores a través de subidas de los intereses a hipotecas y préstamos. El encarecimiento del crédito dificulta el endeudamiento de empresas y familias para invertir o consumir y, por tanto, caen la demanda y los precios.

Inicialmente, la Fed fue más contundente con las subidas de tipos que el BCE porque, aparte de las causas mencionadas, el gobierno de EEUU aprobó unos paquetes de estímulos mucho mayores que los que se aprobaron en la UE, lo que reactivó antes la economía y el mercado de trabajo. En consecuencia, en Estados Unidos la creación de empleo y las mejoras salariales también fueron un impulso a la demanda y, por tanto, a las subidas de precios, lo que no ocurrió en la zona euro.

Paro e inflación bajo control

Sobre la inflación, el presidente de la Fed afirmó que hoy se encuentra "mucho más cerca de nuestro objetivo", que, como para el resto de bancos centrales, es del 2% anual. De hecho, el último dato de precios de consumo en EE.UU. fue del 2,5%, y lleva meses con tendencia a la baja.

Además, Powell también ha sacado pecho de haber conseguido que la inflación "haya declinado significativamente" al tiempo que "evitar" un incremento sustancial del paro. A diferencia del BCE, que sólo vigila los precios, la Fed tiene un "mandato dual" de controlar la inflación y fomentar el pleno empleo. "Las ganancias salariales se han moderado" recientemente, recordó el presidente de la institución, lo que apunta a un enfriamiento de la actividad económica y del mercado laboral. En este sentido, esta semana pasada se han registrado malos datos de empleo en EEUU, tal y como ya había ocurrido en julio.

Según Powell, el actual nivel de los tipos de interés –se encuentran en la franja entre el 5,25% y el 5,5% desde julio del 2023– deja a la Fed "amplio margen para responder" a el empeoramiento del mercado de trabajo.

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