UGT denuncia que la jornada laboral tardará hasta 30 años en llegar a las 37,5 horas si la ley no obliga a ello
El sindicato critica que la patronal ha incrementado el tiempo de trabajo de las plantillas cuando ha podido


BarcelonaEste 2024 los convenios colectivos registrados en Cataluña pactaron de media una jornada laboral de 1.748 horas. Si miramos diez años atrás, ese cómputo sólo se ha reducido en una hora. Ésta es la evolución que ha expuesto este lunes la UGT de Catalunya para "desmontar un mito" pregonado en los últimos tiempos por la patronal: que la negociación colectiva ya se encargará de bajar la jornada laboral sector a sector y que el cambio legislativo impulsado por el gobierno español para reducirla a 37,5 horas no es necesario.
Según los cálculos del sindicato, al ritmo actual las horas trabajadas cada semana no llegarían a estos niveles hasta dentro de tres décadas. En su proyección, la organización consideró tres escenarios posibles. En el más optimista, en el que la reducción fuese de 2,13 horas anuales, la meta no se alcanzaría hasta el 2038. El escenario medio implica esperar hasta el 2043. Y el más pesimista retrasa la llegada de la jornada laboral de 37,5 horas hasta el 2056, dentro de 31 años. "Sólo la gozaría la generación alfa, es decir, los hijos de los milenniales y de algunos padres de la generación Z", ha dicho Òscar Riu, secretario de política sindical de UGT de Catalunya.
Estas predicciones las han elaborado teniendo en cuenta la media, pero existen convenios colectivos que tienen jornadas anuales mucho más largas. Para estos sectores, el camino hasta las 37,5 horas se alargaría hasta otros 80 años, entre 2080 y 2150. Entre los convenios que alcanzan el tope legal máximo de las 1.820 horas anuales se encuentra el de los supermercados y autoservicios o el de la hostelería y el turismo. "Incluso en convenios con presencia sindical fuerte todavía nos cuesta avanzar con la reducción de jornada porque las patronales no quieren entrar en el debate. La patronal, cuando puede y la negociación colectiva no es suficientemente fuerte, amplía la jornada laboral", ha criticado Riu.
El sindicalista ha insistido en que la reducción de la jornada laboral es una "reforma necesaria". "Los empresarios dicen que la gente quiere ganar más, pero esto es hacerse trampas en el solitario, porque los salarios han aumentado, pero con la inflación hemos perdido poder adquisitivo", ha añadido Riu. En este sentido, volvió a denunciar que en los últimos años ha costado avanzar en la negociación de convenios caducados y que este bloqueo se está repitiendo en casos como el del servicio de atención domiciliaria.
Aprobación en el Congreso
La vicepresidenta española y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, selló un acuerdo con los sindicatos el pasado diciembre para reducir la jornada a 37,5 horas. Ahora, sin embargo, es necesario superar los equilibrios parlamentarios para que la norma pase la tramitación al Congreso de los Diputados. Uno de los principales escollos es la posición de Junts per Catalunya, que se ha mostrado más en contra que a favor de sacar adelante la medida. "A los grupos parlamentarios catalanes les decimos que estén junto a la ciudadanía. Esperamos que Junts esté con la mayoría de la población, y no sólo con una pequeña parte", ha dicho Riu.