Por qué las criptomonedas interesan tanto a la extrema derecha
Milei, Musk o Bukele, entre otros, han mostrado en múltiples ocasiones su devoción hacia las monedas digitales
BarcelonaEl criptofiasco protagonizado por Javier Milei hace unas semanas ha vuelto a ejemplificar la estrecha relación que guardan la extrema derecha –en especial, los llamados anarcocapitalistas– y las criptomonedas. El presidente ultra de Argentina promocionó la divisa digital $Libra en cuanto se lanzó al mercado. Instantes después de ver la luz, su valor se hinchó rápidamente para, de repente, deshincharse bajo mínimos. La operación hizo que miles de personas perdieran dinero: concretamente, se estima que 44.000 seguidores del líder argentino podrían haber sido víctimas de la operación, pese a que Milei asegura que "tan sólo" habrían sido 5.000. "Si vas al casino y pierdes dinero, ¿cuál es la reclamación?", se justificó posteriormente en una entrevista.
Este modus operandi recuerda mucho al empleado en varias ocasiones por el hombre más rico del mundo, Elon Musk. El fundador de Tesla y accionista mayoritario de X ha conseguido mover en varias ocasiones a los mercados promocionando monedas virtuales. En especial, difundiendo las conocidas como memecoins, inspiradas en mems de internet y caracterizadas por su naturaleza volátil. Una de las que más ha promocionado es Dogecoin, conocida por el dibujo de un perro shiba inu. Por cierto, no es casualidad que su nuevo cargo en la administración Trump sea recién creado en el Departamento de Eficiencia Gubernamental, DOGE por sus siglas en inglés.
"Al ser un activo desregulado, los ultras se sienten reflejados", explica el doctor en ciencias políticas, profesor asociado de la Universidad Pompeu Fabra e investigador de la prestigiosa London School of Economics (LSE) Toni Rodon. De este modo, el politólogo relata que entre el plano ideológico de los ultras y el mundo cripto existen muchos "puntos de alineamiento". Las monedas virtuales también les permiten calar su discurso, ya que, para ellos, "cuanto menos regulado esté un activo, mejor". Figuradamente, pues, son el ingrediente perfecto y les sirve para equiparar el éxito con la desregulación.
Quizás por ese motivo Musk ha sabido contagiar su afición a su colega Donald Trump, que años atrás se mostraba más escéptico con estos activos. De hecho, tanto es así que, la semana pasada, el presidente de Estados Unidos ordenó la creación de reservas estatales de criptomonedas. Sin embargo, según se anunció, estos activos no serán comprados con dinero público: la reserva tendrá el objetivo de guardar todas aquellas criptomonedas incautadas en procesos penales o civiles. Es decir, todos aquellos que provengan de actividades delictivas.
El encaje económico
Pero, ¿qué encaje podrían tener en su modelo económico? El director académico del máster en finanzas y banca de la UPF-BSM, Xavier Brun, explica que, si bien es cierto que nunca ha sido del todo definido, las criptomonedas podrían ser vistas "como un activo similar al oro para los bancos centrales". Así pues, podría servirles para escapar de las divisas estatales, que sí están reguladas. Para entenderlo, lo ejemplifica con la situación de Rusia en el inicio de la invasión en Ucrania. "Tenían gran parte de sus reservas en dólares y, con las sanciones occidentales, se quedaron sin poder venderlos", explica. Las criptomonedas son todo lo contrario: no dependen de ningún ente regulador y son universales.
En España, quien más ha abrazado las criptomonedas ha sido el líder de Se ha Acabado la Fiesta y influencer, Alvise Pérez. De hecho, su estrecha relación con este mundo le ha causado dolores de cabeza. En concreto, la Fiscalía investiga si el ultraderechista financió su campaña para las últimas europeas de forma irregular, después de que el propio Pérez admitiera que recibió 100.000 euros de un criptoinfluencer. Presuntamente, el líder ultraderechista habría prometido legislar a favor de las criptomonedas si algún día acaba teniendo un papel relevante en la composición de las Cortes españolas a cambio del dinero. Vox, por su parte, siempre se ha mantenido más escéptico. "Una parte de los líderes ultraderechistas todavía ven a las criptomonedas como algo friki y que no les aportará mucho seguimiento", explica Toni Rodon.
Ahora bien, entre todos los libertarios enamorados de las criptos hay uno que destaca por encima de los demás. El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, salió adelante una ley que legalizaba el uso de bitcoins como moneda de intercambio. "Bukele fue más allá, quiso convertirse en pionero", dice Xavier Brun. Desde entonces, en El Salvador, teóricamente se puede utilizar la moneda digital de forma "ilimitada". Sin embargo, su uso es "opcional" y la divisa principal del país es el dólar.