Lo que debe saber sobre las redes 5G

Este año comenzarían a entrar al mercado este tipo de conexiones

Santiago La Rotta
3 min
Redes 5G

Si el plan sale como está pensado, 2019 será el año en el que se estrenen las primeras redes 5G.

Este es el nombre que comúnmente se le da a la quinta evolución de redes de comunicación celular, que prometen mayores velocidades de conexión para los usuarios, pero también la posibilidad de tener muchas más máquinas enganchadas a la red.

En pocas palabras, 5G es un requisito fundamental para que la llamada internet de las cosas (IoT, por sus siglas en inglés) despegue del todo y se cree un mercado que puede llegar a casi 20 millones de dispositivos conectados para 2022, según previsiones hechas por Ericsson.

Ahora, la transición hacia redes 5G implica no sólo beneficios para los usuarios finales de telefonía celular, sino que habilita transferencias de datos más ágiles y robustas para robots industriales o carros autónomos, por ejemplo.

De cierta forma, las redes 5G son la piedra angular de la siguiente generación de servicios y dispositivos asociados a internet, de la misma forma que el estándar 4G permitió la entrada masiva de servicios de streaming o la transmisión en vivo a través de plataformas como Snapchat, Instagram o Facebook Live.

El despliegue de redes 5G incluye una buena dosis de detalles técnicos que deben ser solucionados entre operadores de telefonía móvil y autoridades locales y nacionales en todo el mundo. Entre algunas de las tareas que deben realizar son la asignación de bandas del espectro electromagnético para que esta nueva información circule, así como la limpieza de otras bandas para optimizar la transferencia de datos.

De cierta forma es como despejar el camino para construir una nueva autopista, con más carriles y cobertura en kilómetros.

Además de esto, las empresas deben hacer inversiones en equipos que puedan manejar el tráfico que se espera llegue con estas nuevas redes y que también se adapten a las condiciones técnicas de este estándar de comunicaciones (asuntos como frecuencias y latencias de las ondas entran a contar acá).

Ahora bien, las nuevas redes 5G, paradójicamente, dependen hasta cierto punto de las que ya están para 4G (incluyendo el estándar conocido como LTE), pues una parte del tráfico nuevo se apoyará en la infraestructura que ya existe antes de hacer el salto completo al 5G.

Estos son los datos más relevantes del mundo 5G:

¿Cuándo estarán listas las redes 5G?

La fecha tentativa de despliegue es 2019 para ciertos mercados, lo que implica que las redes 5G no estarán en todo lado al mismo tiempo. ¿Por qué? Porque, por ejemplo, hay países que no han decidido qué porción de su espectro alojarán estas comunicaciones o cuáles son las reglas de juego para los operadores que quieran participar de este lucrativo mercado.

Además de esto, también se requieren inversiones cuantiosas por parte de los operadores de telefonía celular, que deben actualizar componentes claves de su infraestructura para poder ofrecer 5G.

¿Qué beneficios habrá para los usuarios?

Los más evidentes son cambios en velocidad de navegación y la posibilidad de tener una pequeña infinidad de dispositivos conectados a internet, desde termostatos inteligentes hasta aspersores para jardinería; algunos de estos ya existen, pero sus funciones pueden incrementarse con las nuevas redes.

Las velocidades de navegación y descarga varían mucho dependiendo de factores como el tipo de operador, los equipos de los usuarios, la distancia a la que están de una antena, si están en movimiento o quietos, si se movilizan en un tren de alta velocidad o una bicicleta. Pero, para zanjar un poco esta relatividad, vale decir que una red 4G puede proporcionar (al menos teóricamente) una velocidad de 1gigabit por segundo. El estándar 5G podría llegar hasta 35 gigabits por segundo, según su concepción teórica al menos.

¿Cuándo se podrán percibir esos beneficios?

Es una pregunta con una respuesta algo gaseosa, pues esto depende de lo rápida que se haga la implementación de las redes, pero también de la creación de servicios y dispositivos que aprovechen estas capacidades.

Para tener una referencia, el primer estándar de comunicación celular (que en su momento fue analógico y no digital) comenzó a ser desarrollado en los años 70, pero sólo hasta entrados los 80 comenzó a tener un impacto en el mercado y en los usuarios.

Esto también significa que, quizá, sea mejor que un usuario promedio espere un tiempo antes de adquirir un teléfono móvil con capacidades 5G, aunque ya hay algunos en el mercado: tener el dispositivo sin la red habilitada o servicios que la aprovechen podría ser un poco un desperdicio.

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